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Verificado por Psychology Today

¿Chocolate o fresa? ¿Vida o muerte? Tomamos algunas decisiones rápida y automáticamente, confiando en los atajos mentales que nuestros cerebros han desarrollado a través de los años para guiarnos hacia el mejor curso de acción. Entender esas estrategias, como maximizar contra satisfacer, los pensamientos rápidos contra los lentos y factores como tolerancia a los riesgos y sobrecarga de elecciones, pueden llevar a mejores resultados.

El arte de la toma de decisiones
TDallas/Shutterstock

Al tomar una decisión, formamos opiniones y elegimos acciones mediante procesos mentales influenciados por sesgos, razonamientos, emociones y recuerdos. El simple hecho de decidir respalda la noción de que tenemos libre albedrío. Valoramos los beneficios y costos de nuestra elección y luego lidiamos con las consecuencias. Los factores que limitan la capacidad de tomar buenas decisiones incluyen información incompleta o faltante, fechas límite urgentes y recursos emocionales o físicos limitados.

¿Cuáles son los tipos de toma de decisiones?

Cuando las personas están en una situación familiar, sus decisiones suelen ser rápidas y automáticas, con base en experiencias de hace tiempo con lo que funciona y con lo que no. Sin embargo, cuando se encuentran con una situación en la que nunca han estado antes, tienen que tomarse el tiempo de medir los beneficios y riesgos potenciales al elegir una vía de acción. Tienen más probabilidades de cometer errores y enfrentarse a consecuencias negativas.

¿Qué es la toma de decisiones informada?

La capacidad de pensar críticamente es clave para tomar buenas decisiones sin sucumbir a errores o sesgos comunes. Esto significa no escuchar solamente al instinto, sino también entender qué conocimiento nos hace falta y obtenerlo. Cuando observamos todas las fuentes posibles de información con una mente abierta, podemos tomar una decisión informada basándonos en hechos y no en intuición. 

 

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Cómo tomar buenas decisiones
Leszek Glasner/Shutterstock

¿Cómo elegimos entre dos o más opciones que parecen igualmente atractivas en la superficie? La toma de decisiones usualmente involucra una mezcla de intuición y pensamiento racional; los factores críticos, incluyendo los sesgos personales y nuestros puntos ciegos, suelen ser inconscientes, lo que dificulta operar o dominar la toma de decisiones.

Sin embargo, hay pasos que pueden ayudar a garantizar que las personas tomen excelentes decisiones consistentemente, por ejemplo reuniendo tanta información como sea posible, considerando todas las posibles alternativas, así como sus beneficios y costos colaterales, y tomándose el tiempo para tomar las decisiones más grandes.

¿Cómo podemos saber que tomamos una buena decisión?

En la vida, usualmente no hay una decisión "correcta". Al estar rodeados por una abundancia de opciones, es fácil experimentar parálisis de decisiones o sentirnos menos satisfechos con nuestras decisiones. Podemos llegar a culparnos cuando en realidad estamos atravesando por una "sobrecarga de elecciones". La clave es encontrar maneras que simplifiquen nuestra decisión y no engancharnos con todos los caminos que no tomamos.

 

¿Qué habilidades son necesarias para tomar decisiones?

La toma de decisiones puede ser estresante y el seguimiento es esencial. Probablemente necesitaremos aceptar que el pánico, el miedo y la falta de autoconfianza suelen ser parte del proceso de toma de decisiones. Es crucial dormir bien para poder pensar claramente. Hay que intentar mantener nuestras prioridades en orden, balancear cuidadosamente los pros y los contras, comprometerse con una decisión y luego darle seguimiento.

Evitar malas decisiones
baranq/Shutterstock

El campo de la economía conductual demostró que las personas no siempre son racionales cuando se trata de tomar decisiones. Afortunadamente, la mayoría de las elecciones personales y profesionales tienen pocas o ninguna consecuencia negativa. Sin embargo, a veces una persona tiene que tomar una decisión que tendrá un impacto profundo en su futuro, desde con quién casarse hasta dónde vivirá y cómo manejará su carrera profesional. En estos casos, es importante evitar las trampas comunes que pueden llevar a una mala toma de decisiones. Estas pueden incluir investigar muy poco o demasiado, confundir las opciones con hechos, la fatiga de decisiones, el fracaso para aprender de errores pasados, y más.

¿Cómo puedo ayudar a alguien que toma malas decisiones?

Lo primero es no intentar hacerlos tomar la decisión que nosotros tomaríamos, o empujarlos para que actúen rápidamente si están vacilando sobre una decisión importante. En lugar de eso, debemos ayudarles a cultivar cualidades de la mente que les serán útiles más allá de este momento, y alentarlos para que consideren todas las opciones, sencillamente mediante preguntas respetuosas. 

 

 

¿Cómo se racionalizan las malas decisiones?

Usualmente, la gente lleva a cabo dos tipos de racionalización: prospectiva y retrospectiva. La racionalización prospectiva se refiere a racionalizar una decisión antes de hacerla, mientras que la racionalización retrospectiva se refiere a racionalizar una decisión después de tomarla. 

Lecturas esenciales