Regulación emocional
La regulación emocional es la capacidad de ejercer control sobre el estado emocional propio. Podría involucrar comportamientos como repensar una situación desafiante o reducir el enojo o la ansiedad, ocultar señales visibles de tristeza o temor, o enfocarse en las razones para sentir felicidad o calma.
Mientras que hay muchas maneras para influir sobre el estado emocional propio para mejorar, la regulación emocional suele involucrar lo que los expertos llaman "regulación a la baja", o reducir la intensidad de las emociones. Una persona en duelo podría regular su tristeza recordando algo divertido. Una persona ansiosa podría lidiar con ello distrayéndose de los pensamientos que le provocan ansiedad. La regulación emocional también puede incluir una "regulación incremental", o ampliar las emociones propias, lo que puede ser útil cuando un peligro o desafío inminente requiera una dosis saludable de ansiedad o emoción.
El modelo de procesamiento de regulación emocional propuesto por el psicólogo James Gross enfatiza que la gente puede actuar para controlar sus emociones en diferentes puntos de tiempo, incluyendo el momento antes de sentir una emoción ("regulación emocional enfocada en antecedentes") y después de que ya empezaron a reaccionar emocionalmente ("regulación emocional enfocado en respuesta").
Dos amplias categorías de la regulación emocional son la reevaluación: cambiar la manera en la que uno piensa sobre algo que incitó una emoción con el fin de cambiar la respuesta propia; y la supresión, que se ha relacionado con resultados más negativos. Otras estrategias incluyen seleccionar o cambiar una situación para influir la experiencia emocional propia, cambiar el foco de atención propio e intentar aceptar las emociones.
Practicar hábitos como la aceptación consciente de emociones, alejar la atención de la fuente de emociones negativas, o replantear las situaciones emocionales (como pensar sobre un contratiempo o error como una oportunidad para aprender) podría ser útil, y un terapeuta entrenado podría ser un compañero valioso para mejorar el control emocional.
Aunque es posible que las emociones nunca estén completamente sujetas a un control consciente, probablemente depende del aspecto de la experiencia emocional que uno esté intentando controlar: es posible experimentar un sentimiento emocional inicial negativo intensamente pero decidir revalorizar la causa del sentimiento, o aceptarlo y dejarlo pasar, evitando comportamientos negativos y angustia adicional.
Los padres pueden modelar estrategias efectivas para lidiar con las emociones y evitar "explotar" ellos mismos. También pueden ser entrenadores emocionales, hablando con sus hijos acerca de sus emociones y enseñándoles cómo etiquetar sus sentimientos, responder a ellos y expresarlos apropiadamente.
Proviene de la expresión griega para "sin palabras para los sentimientos". Es un término para las dificultades con el procesamiento cognitivo de las emociones propias, incluyendo prestarles atención y describirlos. Se ha estudiado como una característica que difiere entre las personas. Los investigadores han reportado que la alexitimia se asocia con la angustia y dificultad para regular las emociones.
A diferencia de los niños, se espera que los adultos sean capaces de manejar sus emociones, especialmente la ansiedad e ira, de una manera que es socialmente aceptable. Cuando el control emocional fracasa, la gente suele decir o hacer cosas que luego lamentan y desearían haber sido capaces de mantener sus emociones controladas. La desregulación emocional es un componente de ciertas formas de enfermedades mentales. Con el tiempo, podría tener un impacto negativo sobre el bienestar personal propio y las relaciones sociales.
El enojo, el resentimiento y la decepción son estados experimentados de forma universal; las personas pueden esforzarse por controlar y mitigar estos sentimientos pero no deberían de volverlos innecesariamente patológicos. Pero, en algunos casos, la falta de regulación emocional apropiada podría ser una señal de una condición de salud mental como depresión o trastorno limítrofe de la personalidad.
Hay riesgos obvios de no moderar adecuadamente las emociones como el enojo, ansiedad o miedo: daño a las relaciones debido a una reacción exagerada, sufrimiento innecesario, dejar ir oportunidades que parecían demasiado intimidantes. Ciertas maneras de regular las emociones, como ignorarlas regularmente, también podría asociarse con un bienestar inferior y menos satisfacción con las relaciones.
Hay una variedad de otros factores que podrían impedir la regulación de emociones, incluyendo beneficios sobre emociones negativas (como que son malas, o que no somos capaces de controlarlas), una falta de habilidades para la regulación de emociones, o situaciones que evocan emociones especialmente poderosas (que es la razón por la que la selección de situaciones se considera una estrategia de regulación emocional). Las condiciones inciertas o amenazantes podrían incrementar la probabilidad de una "inundación" emocional y reducción del control.