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Verificado por Psychology Today

La regulación emocional es la capacidad de ejercer control sobre el estado emocional propio. Podría involucrar comportamientos como repensar una situación desafiante o reducir el enojo o la ansiedad, ocultar señales visibles de tristeza o temor, o enfocarse en las razones para sentir felicidad o calma.

¿Cómo controlamos nuestras emociones?
Ramon Espelt Photography/Shutterstock

Mientras que hay muchas maneras para influir sobre el estado emocional propio para mejorar, la regulación emocional suele involucrar lo que los expertos llaman "regulación a la baja", o reducir la intensidad de las emociones. Una persona en duelo podría regular su tristeza recordando algo divertido. Una persona ansiosa podría lidiar con ello distrayéndose de los pensamientos que le provocan ansiedad. La regulación emocional también puede incluir una "regulación incremental", o ampliar las emociones propias, lo que puede ser útil cuando un peligro o desafío inminente requiera una dosis saludable de ansiedad o emoción.

El modelo de procesamiento de regulación emocional propuesto por el psicólogo James Gross enfatiza que la gente puede actuar para controlar sus emociones en diferentes puntos de tiempo, incluyendo el momento antes de sentir una emoción ("regulación emocional enfocada en antecedentes") y después de que ya empezaron a reaccionar emocionalmente ("regulación emocional enfocado en respuesta").

¿Cuáles son algunas maneras básicas de regular la emoción?

Dos amplias categorías de la regulación emocional son la reevaluación: cambiar la manera en la que uno piensa sobre algo que incitó una emoción con el fin de cambiar la respuesta propia; y la supresión, que se ha relacionado con resultados más negativos. Otras estrategias incluyen seleccionar o cambiar una situación para influir la experiencia emocional propia, cambiar el foco de atención propio e intentar aceptar las emociones.

¿Cómo puedo aprender a controlar explosiones emocionales?

Practicar hábitos como la aceptación consciente de emociones, alejar la atención de la fuente de emociones negativas, o replantear las situaciones emocionales (como pensar sobre un contratiempo o error como una oportunidad para aprender) podría ser útil, y un terapeuta entrenado podría ser un compañero valioso para mejorar el control emocional.

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Por qué es importante la regulación emocional
nd3000/Shutterstock

A diferencia de los niños, se espera que los adultos sean capaces de manejar sus emociones, especialmente la ansiedad e ira, de una manera que es socialmente aceptable. Cuando el control emocional fracasa, la gente suele decir o hacer cosas que luego lamentan y desearían haber sido capaces de mantener sus emociones controladas. La desregulación emocional es un componente de ciertas formas de enfermedades mentales. Con el tiempo, podría tener un impacto negativo sobre el bienestar personal propio y las relaciones sociales.

¿Cuáles son las emociones más difíciles de controlar?

El enojo, el resentimiento y la decepción son estados experimentados de forma universal; las personas pueden esforzarse por controlar y mitigar estos sentimientos pero no deberían de volverlos innecesariamente patológicos. Pero, en algunos casos, la falta de regulación emocional apropiada podría ser una señal de una condición de salud mental como depresión o trastorno limítrofe de la personalidad.

¿Cuáles son lagunas consecuencias de una mala regulación emocional?

Hay riesgos obvios de no moderar adecuadamente las emociones como el enojo, ansiedad o miedo: daño a las relaciones debido a una reacción exagerada, sufrimiento innecesario, dejar ir oportunidades que parecían demasiado intimidantes. Ciertas maneras de regular las emociones, como ignorarlas regularmente, también podría asociarse con un bienestar inferior y menos satisfacción con las relaciones.

Lecturas esenciales