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Verificado por Psychology Today

Inteligencia Emocional

2 Señales de padres emocionalmente inteligentes

Un padre emocionalmente inteligente mostrará estos dos rasgos.

Toa Heftiba / Unsplash
Source: Toa Heftiba / Unsplash

La crianza de los hijos requiere una combinación de paciencia, perspicacia y conciencia emocional para crear el ambiente más propicio y enriquecedor para los niños. Los padres emocionalmente inteligentes no solo son conscientes de sus propias emociones, sino que también son hábiles para reconocer y responder a las emociones de sus hijos.

La capacidad de los padres para regular sus emociones también es crucial para el bienestar de sus hijos. Una reseña publicada en junio en Psychological Reports descubrió que dos rasgos de personalidad en particular mejoran tu capacidad para autorregularte y crear un hogar equilibrado y emocionalmente solidario.

"Es probable que los padres bien regulados experimenten más confianza en su capacidad de ser padres y es más probable que apoyen y sean sensibles a las necesidades de sus hijos", explican los investigadores.

Aquí hay dos rasgos de personalidad que muestra un padre emocionalmente inteligente, según el estudio.

1. Escrupulosidad

La escrupulosidad se refiere a la capacidad de un individuo para ser organizado, responsable y orientado a objetivos. Para los padres, ser escrupulosos significa estar atentos a las necesidades de sus hijos y establecer rutinas que promuevan la seguridad y la coherencia en el hogar.

Los padres altamente escrupulosos son deliberados en sus acciones y conscientes de cómo su comportamiento impacta el bienestar emocional de sus hijos. Por ejemplo, se tomarán el tiempo para reflexionar sobre cómo las diferentes estrategias de crianza afectan el crecimiento emocional de sus hijos. También es más probable que establezcan expectativas realistas para sus hijos y brinden el apoyo necesario para ayudarlos a cumplir con estas expectativas.

"Una mejor regulación de los padres podría manifestarse en la preferencia por el orden y la estructura, la ética de trabajo y el compromiso con las metas, que son las diferentes facetas de la escrupulosidad. Cuando las personas escrupulosas se conviertan en padres, estarán comprometidas con el rol de padres y se esforzarán por lograr el orden y la estructura de sus hijos, lo que resultará en prácticas de crianza adaptativas", escriben los investigadores.

Los padres escrupulosos también son proactivos para abordar posibles desafíos antes de que se conviertan en problemas importantes. Cuando los niños enfrentan dificultades, los padres escrupulosos los ayudan a superar estos desafíos con paciencia y comprensión, en lugar de reaccionar impulsivamente. Este enfoque reflexivo asegura que los niños aprendan a manejar las emociones de manera constructiva.

Dichos padres también tienden a priorizar el bienestar a largo plazo de sus hijos sobre las soluciones a corto plazo. Esto significa que es más probable que participen en actividades que promuevan la inteligencia emocional en sus hijos, como la comunicación abierta, la escucha activa y la validación emocional.

2. Amabilidad

La amabilidad se caracteriza por la calidez, la amabilidad y la naturaleza cooperativa. Los padres amables tienden a ser empáticos y compasivos, lo que les permite conectarse emocionalmente con sus hijos. Esto también les ayuda a sentirse amados, comprendidos y valorados.

Un padre amable es hábil para reconocer las emociones de sus hijos y responder a ellas de una manera enriquecedora. Es más probable que participen en una escucha empática, donde realmente buscan comprender la perspectiva de sus hijos sin juzgarlos. Esto alienta a los niños a sentirse cómodos expresando sus emociones, sabiendo que se encontrarán con comprensión en lugar de críticas.

La amabilidad también juega un papel crucial en la resolución de conflictos. Cuando surgen desacuerdos, los padres brindan apoyo mientras mantienen reglas y disciplina claras, guían a sus hijos y respetan sus emociones sin ser demasiado permisivos o una "presa fácil".

Esto contrasta con enfoques más agresivos o de confrontación que pueden intensificar los conflictos y dañar las relaciones entre padres e hijos. Al modelar la resolución pacífica y empática de conflictos, estos padres enseñan a sus hijos cómo manejar los desacuerdos de manera saludable. Dichos padres también tienden a ser más pacientes y perdonadores, lo que ayuda a mantener fuertes lazos emocionales con sus hijos.

"Los padres que tienen bajos niveles de amabilidad autorreportan prácticas más erráticas, ásperas y sobre reactivas (por ejemplo, gritar) y son conductualmente más insensibles, pasivos y retraídos", explican los investigadores, destacando por qué tales individuos tienen más conflictos entre padres e hijos.

Los niños aprenden a reflejar los comportamientos que observan en sus padres, y cuando ven a sus padres acercarse al mundo con amabilidad y empatía, es más probable que adopten estos rasgos ellos mismos.

Al incorporar los rasgos de conciencia y amabilidad, los padres preparan el escenario para que los niños naveguen por sus propias emociones y relaciones con confianza. Dichos padres también tienden a disfrutar de conexiones más profundas y satisfactorias con sus hijos. Su inteligencia emocional se convierte en un regalo para toda la vida, enriqueciendo sus propias vidas y moldeando positivamente las vidas de sus seres queridos.

Una versión de esta publicación también aparece en Forbes.com.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Mark Travers Ph.D.

El Dr. Mark Travers, es un psicólogo estadounidense con títulos de la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado Boulder.

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