Alucinación
Una alucinación implica percibir estímulos sensoriales que en realidad no están presentes. Por ejemplo, alguien puede escuchar voces que no existen o ver patrones que otros no ven.
Las alucinaciones son un sello distintivo de los trastornos del espectro de la esquizofrenia, pero pueden surgir por muchas causas diferentes, como medicamentos, enfermedades, consumo de alcohol o sustancias y falta de sueño.
Experimentar una alucinación puede ser aterrador, confuso y abrumador, tanto para quienes la padecen como para sus seres queridos. Pero buscar ayuda y comenzar un tratamiento puede ayudar a aliviar esa angustia.
Las alucinaciones son tremendamente variables. Pueden abarcar cualquiera de los cinco sentidos. Pueden infundir un miedo profundo o implicar emociones neutrales o incluso positivas.
Aunque experimentar una realidad diferente a la de otras personas puede resultar muy aterrador, los médicos y profesionales de la salud mental pueden ayudar a identificar la causa raíz y desarrollar un plan de tratamiento.
Las alucinaciones pueden ocurrir a través de cualquiera de los cinco sentidos. Las alucinaciones auditivas se refieren a escuchar voces que no existen, las alucinaciones visuales se refieren a imágenes como personas, objetos o patrones que no existen, las alucinaciones olfativas se refieren a oler olores que no existen, las alucinaciones táctiles se refieren a sentirse tocado por personas o animales que no existen, y las alucinaciones gustativas se refieren a probar algo que no existe.
Las alucinaciones auditivas son las más comunes, incluso en personas con esquizofrenia. Las personas pueden escuchar sonidos y voces, que pueden hablarle a la persona (voces en segunda persona) o sobre la persona (voces en tercera persona).
Las voces pueden ser muy angustiantes, especialmente si implican amenazas o abusos, o si son fuertes e incesantes. Por otro lado, algunas voces, como las de viejos conocidos, ancestros fallecidos o “ángeles de la guarda”, pueden ser una fuente de consuelo y tranquilidad.
Sí, algunas personas sin un diagnóstico psiquiátrico u otra causa discernible tienen alucinaciones, con mayor frecuencia al escuchar voces. Alrededor del 13 por ciento de la población adulta escucha voces en algún momento de sus vidas, sugiere una investigación; esto es mucho más alto que el 0.5 al 1 por ciento de las personas que tienen esquizofrenia. Una distinción clave entre quienes necesitan atención de salud mental y quienes no la necesitan es cuánta angustia causan las voces y cuánto control tiene el individuo sobre ellas.
Lo que hace que las alucinaciones sean tan aterradoras, especialmente una primera alucinación, es que las personas creen que su experiencia es la realidad y, a veces, no se les puede convencer de lo contrario. Por ejemplo, las investigaciones sugieren que alrededor del 75 por ciento de las personas que tienen alucinaciones auditivas no son conscientes de esas alucinaciones. Pero algunas personas pueden identificarlas; esa conciencia puede depender del tipo de alucinación y de la cantidad de percepción que se tiene de esa alucinación.
Las alucinaciones pueden deberse a una amplia gama de afecciones subyacentes, e identificar la causa fundamental es importante para desarrollar un enfoque de tratamiento eficaz.
Las causas de las alucinaciones incluyen:
Los científicos aún no comprenden cómo surgen las alucinaciones en episodios psicóticos o después de consumir drogas. Con algunas sustancias, particularmente el LSD y la psilocibina, las investigaciones sugieren que la inhibición del neurotransmisor serotonina puede producir cambios que dan lugar a sinestesia y otras experiencias sensoriales atípicas.
Sí, los científicos están empezando a descubrir algunas diferencias entre los dos. Los trastornos del espectro de la esquizofrenia implican en su mayoría alucinaciones auditivas, mientras que la psicosis inducida por psicodélicos suele implicar distorsiones visuales como ver patrones geométricos, según muestra una investigación.
Las regiones primarias del cerebro y los neurotransmisores también pueden ser distintos: las alucinaciones en la esquizofrenia están relacionadas con la señalización de la dopamina y la sobreactivación de redes asociativas relacionadas con el contenido de la alucinación, mientras que las alucinaciones psicodélicas involucran excesivamente áreas sensoriales y están relacionadas con la serotonina.
Muchas personas que padecen trastorno bipolar no experimentan síntomas psicóticos, pero a veces se producen delirios o alucinaciones durante episodios maníacos o depresivos graves. Las personas pueden tener visiones u oír voces que no son reales durante los períodos de manía, caracterizados por euforia, energía, distracción y grandiosidad.
Si una persona experimenta alucinaciones sólo mientras duerme, es posible que no se deban a una psicosis. En cambio, pueden reflejar un trastorno del sueño, ansiedad u otra causa. En un caso, una mujer joven que luchaba contra una ansiedad intensa comenzó a ver y oír cosas que no existían, a menudo durante las primeras horas de la mañana antes de despertarse por completo. Luego de que un especialista del sueño descartara narcolepsia y otros trastornos del sueño, la mujer trabajó con un psicólogo para mejorar su sueño con técnicas de terapia cognitivo conductual, lo que la llevó a dejar de alucinar.
Las alucinaciones hipnagógicas, que ocurren al quedarse dormido, no son infrecuentes y las reporta hasta el 37 por ciento de la población. Las alucinaciones hipnagógicas son más comunes que las hipnopómpicas, que ocurren al despertar. Ambas tienden a ser visuales, pero también pueden ser auditivas o táctiles. A menudo están relacionadas con el insomnio, la falta de sueño y la narcolepsia. Estas alucinaciones relacionadas con el sueño suelen resolverse con el tiempo.
Los sueños de fiebre son sueños intensos y vívidos, a menudo pesadillas, que las personas tienen cuando su temperatura corporal es más alta de lo habitual. Estos sueños son más extraños y negativos que los sueños típicos, según muestran las investigaciones, y el contenido a menudo incluye referencias a la salud y la temperatura corporal. Pueden ocurrir porque una temperatura corporal elevada hace que el cerebro también se “sobrecaliente”, alterando los procesos cognitivos típicos.
El tratamiento de las alucinaciones tiene como objetivo atacar la causa subyacente. Si las alucinaciones se deben a esquizofrenia u otra afección de salud mental, el tratamiento suele ser una combinación de psicoterapia y medicamentos antipsicóticos, como risperidona, olanzapina o clorpromazina. Otras causas necesitarán tratamientos diferentes; las alucinaciones debidas a la enfermedad de Parkinson pueden requerir un ajuste de la medicación, mientras que las alucinaciones debidas a problemas de sueño pueden implicar la implementación de hábitos de sueño saludables.
Si un ser querido tiene alucinaciones, quédate con él para ayudarlo a mantenerse a salvo. Ayúdale a buscar atención de salud mental y hazle compañía cuando vaya a ver al médico.
Las personas a menudo se encuentran desafiando las alucinaciones de un ser querido, en parte por el deseo de aliviar su sufrimiento y en parte por sentimientos comprensibles de miedo e impotencia. Desafortunadamente, esto puede alienar a la víctima cuando más necesita atención.
Un enfoque más constructivo es reconocer que los síntomas psicóticos de tu ser querido son significativos para él, dejando claro al mismo tiempo que no los compartes personalmente.
El aspecto más importante del tratamiento de las alucinaciones es recibir atención de salud mental regular por parte de un profesional. Pero los siguientes pasos pueden ayudar a las personas a controlar y reducir las alucinaciones por sí mismas:
• Llevar un diario de las alucinaciones para identificar y evitar las situaciones en las que surgen.
• Elige una persona de confianza con quien hablar sobre las voces.
• Centra tu atención en una actividad que te distraiga, como leer, cantar, escuchar música, hacer jardinería o hacer ejercicio.
• Desafía las voces e insiste en que desaparezcan.
• Controla tus niveles de estrés y ansiedad.
• Asegúrate de dormir lo suficiente.
• Evita el alcohol y las drogas recreativas.
• Toma los medicamentos según lo recetado. Si es necesario, solicita revisión de la medicación.
La esquizofrenia se trata con una combinación de medicamentos y terapia antipsicóticos. Después de tomar medicamentos, las alucinaciones tienden a desaparecer en un par de días, pero el medicamento necesita alrededor de seis semanas para ser completamente efectivo. Es importante prestar atención a cualquier signo de psicosis (que puede incluir alucinaciones) cuando se experimenta por primera vez.
Es necesario abordar los primeros episodios psicóticos (FPE) para alterar el curso de la esquizofrenia y prevenir nuevos episodios agudos. El tratamiento incorpora terapia cognitivo-conductual, asistencia laboral, apoyo familiar, intervención por consumo de sustancias y dosis más bajas de antipsicóticos.
Cumplir con un plan de tratamiento sostenible es clave para controlar los síntomas y llevar una vida plena.