Hasta cierto punto, muchos de nosotros en realidad no queremos lo que decimos que queremos. Debido a las defensas aprendidas de nuestro pasado, sin saberlo, nos saboteamos a nosotros mismos.
Hasta cierto punto, muchos de nosotros en realidad no queremos lo que decimos que queremos. Debido a las defensas aprendidas de nuestro pasado, sin saberlo, nos saboteamos a nosotros mismos.