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Hay muchas maneras en que podemos explorar la felicidad juntos. Pero hoy, quiero hablar sobre lo que quizás sea el componente clave de una vida feliz.
No se trata de tener experiencias maravillosas. Se trata de fluir maravillosamente con lo que la vida trae.
Casi el 100% de nuestra energía se destina a cambiar nuestro ambiente externo y nuestro entorno para mejorar la dirección de nuestras vidas. Existe una propensión real a pensar que si las cosas fueran diferentes, la vida iría mejor. Por ejemplo, si estás teniendo experiencias maravillosas, todo tu enfoque se dirigirá hacia:
- Tratar de recrear esas experiencias
- Tratar de permanecer en ellas todo el tiempo
La gente se sacrifica mucho para mantener sus vidas en una dirección determinada, creyendo que las cosas seguirán siendo grandes. Sin embargo, hay grandes problemas con este enfoque de la vida.
¿Por qué no funciona este sistema?
No podemos controlar todo en nuestra vida externa. Tal vez podamos influir un poco en ella, pero no podemos controlarla por completo.
Por ejemplo, tu objetivo puede ser conocer a tu alma gemela y tener esa experiencia de "felices para siempre". Y esto puede funcionar por un tiempo. Puedes tener experiencias maravillosas con esta persona, enamorarte y luego casarte. Pero entonces la vida pasa. Las cosas cambian, tenemos hijos y tenemos factores estresantes. Hay enfermedades, peleas y, tal vez, aventuras. Lo que antes era maravilloso ya no lo es. Como no funcionó, podemos intentar encontrar a otra persona.
Aquí hay otro ejemplo: en los Estados Unidos, existe la creencia de que si ganas suficiente dinero, entonces todo estará bien. Puedes pensar que el dinero significa felicidad. Puedes viajar por el mundo, disfrutar de excelentes comidas y simplemente divertirte. Pero esto a veces es temporal.
El materialismo no es felicidad
Todos conocemos a muchas personas que tienen muchas cosas materiales, pero la felicidad no es una de ellas. Cuando buscamos experiencias externas que nos hagan felices, el problema es que muchos factores pueden cambiar. Este cambio puede hacer que esas grandes experiencias externas sean desagradables.
Es posible que podamos gastar $10,000 dólares en un boleto de clase ejecutiva a Europa, y será maravilloso. Pero cuando llegamos al aeropuerto, nuestro vuelo puede retrasarse o incluso cancelarse. O, cuando llegamos a nuestro destino, nuestro equipaje puede perderse. Nuestro equipaje puede terminar en un país diferente y es posible que no lo tengamos durante los primeros tres días de nuestras vacaciones. De repente, esta maravillosa experiencia ya no es tan maravillosa.
La felicidad no es lo que parece
En los últimos años, Hollywood ha hecho películas sobre músicos famosos, desde Elton John hasta Freddy Mercury y Aretha Franklin. Y más recientemente, estaba la película de Elvis. Elvis Presley es considerado el rey del rock ' n roll. ¿Te imaginas las maravillosas experiencias que tuvo, viniendo de un entorno normal? No era rico, no era poderoso; simplemente pasó de ser un cantante a un ícono de clase mundial.
Y en la película, sí, tuvo algunas experiencias increíbles, pero su vida, en general, no fue maravillosa. Hubo mucha tragedia y mucho sufrimiento. Si muchas grandes experiencias fueran las claves de la felicidad, personas como Elvis serían una de las personas más felices que jamás hayan vivido. Lamentablemente, no lo fue.
Entonces, si las experiencias maravillosas no van a hacer que nuestras vidas sean geniales, ¿qué lo hará?
Respuesta: fluir maravillosamente con lo que la vida trae.
El verdadero camino a la felicidad
Es algo difícil de hacer, pero es realmente magnífico. Lo que debemos hacer es dejar de centrarnos en lo que está sucediendo externamente. En cambio, deberíamos poner más energía en cambiar nuestra reacción e interacción con la experiencia. Se trata de encontrar algo maravilloso en todas las experiencias.
Ahora, tu respuesta inicial puede ser: "¡esto es una locura!" o "eso no tiene sentido". Debes controlar esa respuesta. La gente te lastimará o se aprovechará de ti, y tu instinto es hacer cambios para controlar esto. Esta es una respuesta común. Puedes influir en algunas cosas, pero hay tantas cosas que no puedes controlar.
Entonces, digamos que vas a un buen restaurante y tienes reservas, pero te sientan en una mesa que no te gusta. Y sí, puedes pedirles que ofrezcan otro lugar para sentarse, y pueden acomodarte, pero a veces no lo harán o no podrán. Aquí es donde surge el problema. Cuando realmente no se puede cambiar, ahí es donde debes decidir. ¿Quieres ser miserable o molesto?
Si el médico dice que tienes cáncer de páncreas en estadio 4, es posible que te enojes, patees y grites, pero el cáncer aún está allí. Y ahora debes tomar decisiones sobre lo que vas a hacer.
Es posible que llegues a casa un día y tu cónyuge se te acerque diciendo: "Ya tuve suficiente. Me voy. Se acabó". Puedes gritar, enojarte, suplicar o hacer promesas. Pero si tu pareja ha terminado con la relación, ha terminado. Es algo que no puedes controlar.
Felicidad: lo que podemos controlar
Lo que podemos controlar, como se dijo antes, es nuestra respuesta. Se trata de nuestra respuesta al cáncer, nuestra respuesta al divorcio. Esas acciones las podemos controlar. Estamos en cierto modo en control de las circunstancias externas. A veces, pueden curar el cáncer. A veces, a través de nuestro comportamiento y elecciones, podemos recuperar a nuestra pareja. Pero si un ser querido muere, no podemos traerlo de vuelta de entre los muertos.
Aunque puede ser complicado, si alguien nos deja, podemos trabajar para encontrar a otra persona. Podemos hacer eso. Pero tal vez ahora, en este momento, no hay nadie en nuestras vidas. Si no, debemos preguntarnos: "¿quiero ser miserable hasta que encuentre a alguien nuevo?" o "¿quiero encontrar la felicidad en este momento como alguien soltero?"
El problema con esto es nuestra capacidad de influir en el futuro, poniendo toda nuestra energía en lo que queremos. Podemos pensar: "Bueno, cuando esto cambie o cuando esto suceda, todo estará bien". Esto deja una sensación de anticipación de felicidad en el futuro en lugar de ahora. ¿No es mejor poner energía en ser feliz ahora en lugar de algún día?
No podemos aceptar la derrota
La otra cosa que nos impide ser felices y vivir maravillosamente en este momento es que creemos que cuando suceden ciertas cosas, simplemente seremos miserables y no hay forma de salir de eso. El problema con este enfoque es que, a pesar de cualquier ejemplo que des, alguien en el planeta Tierra, de los siete mil millones de personas, está pasando por tu mayor miedo. No solo están bien, sino que también son felices.
Puedes elegir estar contento con lo que está sucediendo o luchar contra lo que está sucediendo. La cosa número uno en la que puedes poner energía, que marcará la diferencia, es fluir con tus circunstancias actuales.
- Incluso si acabas de perder tu trabajo y no sabes qué hacer. Bueno, puedes concentrar tu energía en encontrar otro trabajo o cambiar de carrera.
- Si tu pareja acaba de pedir el divorcio y tú estabas tan enamorado de ella, ¿qué puedes hacer? Bueno, ahora eres libre. Tienes la oportunidad de conocer a otra persona, más tiempo libre y puedes conectarte más con tus hijos o amigos.
- Incluso con una enfermedad terminal, algunas personas han comenzado a vivir de verdad como nunca antes. Cuando llegó la pérdida, liberaron la belleza de la vida.
- Y si simplemente estás esperando una cita, medita mientras esperas. La meditación es maravillosa durante el tiempo libre, y cuando los cambios traen más tiempo libre, ahí lo tienes.
La felicidad es una mentalidad
Las cosas pueden cambiar, pero puedes adaptarte a los cambios. Puedes encontrar cosas hermosas en tus nuevas circunstancias. Debes enfocarte en aprovechar al máximo este momento, el momento presente. Sí, puedes reservar el 10% de tu energía para tratar de cambiar las cosas, pero si al menos el 90% de tu energía se gasta en encontrar satisfacción en la experiencia en lugar de cambiar la experiencia, eso es felicidad.
La felicidad es contentamiento en cualquier circunstancia.
No se trata de tener experiencias maravillosas. Se trata de fluir maravillosamente con lo que la vida trae.
A version of this article originally appeared in English.
