Alcoholismo
¿Por qué bebe la gente?
La gente se siente motivada a usar sustancias adictivas por estas razones.
8 de abril de 2021 Revisado por Abigail Fagan
Los puntos clave
- Dos factores influyen en los valores y las expectativas.
La motivación generalmente se describe como la fuerza que nos impulsa a alcanzar una meta. ¿De dónde viene este sentimiento de determinación? La respuesta es el beneficio general de alcanzar metas, al que contribuyen dos factores: el valor subjetivo de alcanzar metas y la probabilidad percibida de alcanzar metas exitosamente (valor*probabilidad). En otras palabras, la fuerza del compromiso de las personas con algo depende de su valor para ellos y de la posibilidad de que el valor, de hecho, ocurrirá.
La relación entre estos dos factores es multiplicativa (valor*probabilidad). Esto significa que no habrá motivación para alcanzar la meta si el valor de la meta es cero, sin importar qué tan alta sea la probabilidad de éxito. Del mismo modo, no habrá motivación si la probabilidad de éxito esperada es bastante baja.
La meta de consumir drogas se forma de la misma manera que cualquier otra meta. Está determinada en gran medida, en primer lugar, por el valor que la persona le da a las drogas y, en segundo lugar, por las posibilidades calculadas por la persona de poder obtener los beneficios deseados a partir de su consumo. Este punto de vista se puede aplicar para explicar las razones por las que la gente decide beber. La decisión de beber alcohol dependerá del valor que la persona atribuya al consumo del alcohol, para elevar un estado de ánimo positivo, aliviar un estado de ánimo negativo, aliviar también la ansiedad, o aumentar la confianza, y de la expectativa de la persona de que estos resultados se produzcan realmente.
Consideremos varios factores que pueden llevar a un aumento de la motivación para consumir alcohol. Estos factores influyen en los valores y las expectativas.
1. Experiencias anteriores
Las experiencias anteriores con el alcohol ayudan a determinar el valor actual y las expectativas que le dan las personas al consumo de alcohol. Los consumidores de alcohol suelen recordar sus experiencias positivas previas con el alcohol y esto puede aumentar su motivación para beber. Una experiencia negativa hará lo contrario. La experiencia de reacciones negativas del alcohol (p. ej., hincharse y tener náuseas) después de la ingestión afecta negativamente el valor de beber alcohol. La reacción de hincharse es más común en las poblaciones asiáticas, pero también puede ocurrir entre otros grupos. Las personas con esta reacción encuentran que beber alcohol es menos placentero en comparación con otras, y tienen tasas de consumo más bajas.
2. Personalidad impulsiva
Los individuos impulsivos eligen constantemente recompensas que están disponibles de inmediato, a pesar de las consecuencias negativas futuras de esas elecciones. Valorarán las drogas o el alcohol debido a sus propiedades gratificantes. Los bebedores empedernidos son más impulsivos que los bebedores moderados y, en consecuencia, consumen más alcohol.
3. Estrés
Las personas que experimentan síntomas psicológicos desagradables valoran el consumo de alcohol porque ayuda a aliviar sus sentimientos negativos. La bebida elimina, al menos temporalmente, el estrés de la ansiedad.
4. Normas sociales
Desde una perspectiva de motivación, las normas sociales afectan el valor que los individuos le dan al consumo de drogas. Las normas sociales son las expectativas de comportamiento dentro de una comunidad. Por ejemplo, en muchas sociedades occidentales, el alcohol se usa en eventos específicos y en horarios regulares, como los viernes por la noche después del trabajo. Esta norma limita y controla el uso. Por ejemplo, los estudiantes beben más durante la universidad porque existe una fuerte cultura de consumo de alcohol.
5. Entorno
La exposición a señales relacionadas con el alcohol aumenta el deseo de beber alcohol y, por lo tanto, el valor de la bebida. Por otro lado, la influencia financiera, como los impuestos, hace que beber sea menos atractivo: La evidencia muestra que simplemente aumentar el precio de una bebida alcohólica en un 10 por ciento reduce el consumo de alcohol en un 7 por ciento.
En resumen, la perspectiva de motivación predice que las personas se sentirán impulsadas para usar sustancias adictivas en la medida en que esperen que al hacerlo obtendrán los efectos deseables que desean lograr. De lo contrario, no lo encontrarían tan atractivo.
A version of this article originally appeared in English.