Tipos y modalidades de terapia

Se cree que los enfoques efectivos de terapia comparten "factores comunes", como un terapeuta que trata al cliente con empatía, una relación entre el terapeuta y el cliente (a veces denominada alianza terapéutica) y un acuerdo sobre los objetivos de la terapia. Para muchos tipos de angustia, diferentes tipos de terapia pueden tener efectos positivos notablemente similares.

Es común que los psicólogos desarrollen un arsenal de herramientas eclécticas con habilidades que se basan en múltiples enfoques. Estos a menudo incluyen técnicas de los principales tipos de terapia, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia psicodinámica. Algunos tipos de terapia están diseñados para tratar condiciones de salud mental particulares: Por ejemplo, la terapia de exposición prolongada a menudo se emplea específicamente para tratar el trastorno de estrés postraumático, mientras que la terapia de comportamiento dialéctico fue desarrollada para tratar el trastorno limítrofe de la personalidad.

La terapia cognitivo conductual (TCC) implica desafiar los pensamientos negativos e irracionales que conducen a comportamientos disfuncionales y perpetúan la angustia. Los terapeutas capacitados en TCC tienen como objetivo ayudar a los clientes a aprender y practicar formas de lidiar con los patrones de pensamiento automáticos negativos de maneras más adaptativas. La TCC se ha estudiado empíricamente durante décadas, y existe evidencia experimental para apoyar su uso en el tratamiento de la ansiedad, la depresión, el trastorno obsesivo-compulsivo, los trastornos alimentarios y otras afecciones. Varias formas especializadas de TCC se dirigen a condiciones particulares (como TCC-I, para el insomnio).

Las perspectivas psicodinámicas de la terapia involucran un enfoque en una mejor comprensión de uno mismo y en examinar los conflictos internos como una forma de aliviar la angustia y mejorar las relaciones y otros aspectos de la vida. Un psicólogo que utiliza un enfoque psicodinámico puede establecer conexiones entre los sentimientos actuales de un paciente y la experiencia pasada e identificará patrones comunes en los pensamientos, experiencias o relaciones, incluidas las similitudes entre la relación terapeuta-paciente y las relaciones fuera de la terapia. La terapia psicodinámica tiene sus raíces en el psicoanálisis tradicional, pero la evidencia moderna sugiere que puede ser eficaz en el tratamiento de la depresión, la ansiedad y otras afecciones.

La terapia matrimonial y la terapia familiar abordan los comportamientos de dos o más personas y las relaciones entre ellas. Estas formas de terapia incluyen sesiones combinadas con ambas personas en una pareja o con todos los miembros participantes de una familia, pero también pueden implicar sesiones individuales entre cada individuo y el terapeuta. Si bien existen distinciones entre las terapias centradas en la familia y la pareja, un objetivo común es mejorar la comunicación entre los individuos. Estas formas de terapia se pueden usar para aliviar el conflicto entre parejas o miembros de la familia o para tratar una afección de salud mental que puede afectar a otros cercanos.

Los términos terapia y asesoría a menudo se usan indistintamente. Si bien existe una superposición entre ellos, ambos implican una relación con alguien que está capacitado para ayudar a las personas a abordar las dificultades en sus vidas, y los terapeutas pueden optar por referirse a sí mismos como consejeros, la asesoría tiende a ser relativamente breve en duración, y se puede usar para referirse a tipos menos formales de apoyo que tradicionalmente no se consideran como psicoterapia. Estos incluyen, por ejemplo, asesoría sobre drogas y alcohol para aquellos que se recuperan de problemas con abuso de sustancias y asesoría a corto plazo para el duelo. El Coaching es distinto de ambos, en la medida en que se centra en resultados específicos, orientados a objetivos, pero no intenta tratar o remediar la enfermedad mental o perturbación emocional.

Muchos psicoterapeutas son psicólogos clínicos de formación, lo que significa que están educados en la ciencia y la práctica de los enfoques psicológicos clínicos para el tratamiento. Los psicólogos que alcanzan un nivel de educación doctoral convencionalmente obtienen un Doctorado. Los psiquiatras, por el contrario, están capacitados como médicos; generalmente obtienen un título de Médicos y una Especialidad en Psiquiatría; y pueden recetar medicamentos psicotrópicos. Si bien los psicólogos ofrecen muchas variedades de terapia de conversación, generalmente no se les permite recetar medicamentos. (Los terapeutas también pueden incluir trabajadores sociales y otros profesionales).

Sí. Todas las modalidades terapéuticas pueden hacerse en línea o por teléfono por un clínico experto. De hecho, la terapia remota / telesalud, como se le conoce cada vez más, ofrece una serie de beneficios potenciales, incluido un mayor acceso a las personas que están en áreas remotas o que no se sienten inclinadas a ingresar al consultorio de un psicólogo.