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Verificado por Psychology Today

No se necesita un cerebro extraordinario para volverse más inteligente al recordar. Desde técnicas utilizadas por los defensores de la memoria hasta aspectos fundamentales como dormir lo suficiente y mantener comportamientos saludables, casi cualquier persona que quiera aprender de manera más eficiente tiene una variedad de herramientas a su disposición, algunas de las cuales probablemente ya hayan usado.

Trucos para la memoria

No se necesita un cerebro extraordinario para volverse más inteligente al recordar. Desde técnicas utilizadas por los expertos en la memoria hasta aspectos fundamentales como dormir lo suficiente y mantener comportamientos saludables, casi cualquier persona que quiera aprender de manera más eficiente tiene una variedad de herramientas a su disposición, algunas de las cuales probablemente ya han utilizado.

  • Las mnemotecnias son formas de mejorar la memoria que pueden implicar elaboración, conectando lo que uno está tratando de recordar con otra información en la memoria, organizando los detalles que se van a recordar de manera más eficiente en la memoria y haciendo uso de la visualización mental. Ejemplos de mnemotecnias incluyen:

• formar una serie de palabras en un acrónimo o una serie de letras en un acróstico.

• agrupar los artículos que se quieren recordar en categorías (como varios tipos de alimentos que se deben comprar en el supermercado)

• crear un palacio de la memoria: visualizar una serie de objetos, eventos u otras cosas que aparecen en un espacio físico familiar (como una habitación en casa), donde cada uno representa algo para recordar; también llamado el método de los loci

  • Prestar más atención a los detalles en el momento puede hacer que sea más fácil recordarlos más tarde. Las personas pueden aprender a concentrarse mejor mediante técnicas de atención plena. Minimizar las distracciones y evitar hacer varias tareas a la vez mientras aprendes información también podría ayudar a recordar.
  • Separar el tiempo dedicado al estudio, en lugar de acumularlo, tiende a conducir a un mejor aprendizaje, según la investigación sobre el efecto de espaciado. Un ejemplo de práctica espaciada sería estudiar un tema una vez al día durante períodos de tiempo relativamente pequeños en lugar de dedicar un bloque de tiempo más largo a estudiar el último día. En consecuencia, “hacerlo en bloque”, estudiar en un período largo y continuo, puede ser un hábito de estudio inútil.
  • Según la investigación, comprobar que el material aprendido se recuerda, como un pasaje de texto, puede mejorar la memoria de ese material, más que la relectura,. Los hallazgos sugieren que la autoevaluación puede ayudar con el aprendizaje, ya sea que una persona responda a preguntas autogeneradas o tarjetas didácticas relacionadas con esa información o preguntas proporcionadas por otra persona (como ejemplos de preguntas de prueba en libros de texto). Explicarse un concepto recién aprendido a uno mismo o a otra persona también puede ayudar a reforzar la memoria.
  • La fragmentación es la combinación de piezas de información que se van a recordar, como números o letras, en un número menor de unidades (o "partes"), lo que las hace más fáciles de recordar. Un ejemplo simple es la reducción de un número de teléfono en tres partes (que uno podría repetir para sí mismo en partes), aunque se cree que las formas más complejas de fragmentación ayudan a explicar la memoria superior de los expertos para ciertos tipos de información (como las posiciones de ajedrez).
Cómo mejorar la memoria en el día a día

¿Puede alguien mejorar deliberadamente su capacidad para recordar a largo plazo? Si bien factores como el sueño oportuno y suficiente y la actividad física pueden ayudar a la capacidad de memoria de una persona neurológicamente sana, la evidencia de enfoques como los suplementos o los juegos mentales a menudo es mixta.

¿Cuáles son algunas técnicas para mejorar la memoria rápidamente?

Además de una variedad de estrategias (como dispositivos mnemotécnicos y otros mencionados anteriormente) para mejorar tu memoria a corto plazo, esforzarse por llevar un estilo de vida saludable y activo puede ayudar a preservar la capacidad de la memoria a lo largo del tiempo. Eso significa involucrarse en desafíos mentales regulares, hacer ejercicio de manera rutinaria, dormir lo suficiente y comer bien. Reducir el estrés en la vida diaria también puede ayudar a estimular la memoria.

¿El sueño puede ayudarme a recordar?

Se cree que el sueño juega un papel importante en la consolidación de los recuerdos. Existe evidencia de que las personas que duermen poco después de estudiar nueva información tienen más probabilidades de recordarla más tarde que las que  estudian y permanecen despiertas. Los recuerdos procedimentales (memoria para habilidades físicas, por ejemplo), así como los recuerdos para experiencias y nuevos conocimientos, parecen beneficiarse del sueño. En consecuencia, no priorizar el sueño (o tener problemas con el sueño por otras razones) puede significar una oportunidad perdida para la consolidación óptima de la memoria.

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