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Verificado por Psychology Today

Benjavisa Ruangvaree Art/Shutterstock

Leer la Mente

Revisado por el personal de Psychology Today

Los humanos no pueden leer literalmente las mentes de los demás, pero pueden crear modelos mentales para intuir efectivamente los pensamientos y sentimientos de las personas. Esto se conoce como precisión empática, e implica señales de "lectura" telegrafiadas por las palabras, las emociones y el lenguaje corporal de otra persona.

La mayoría de las personas pueden leer a los demás hasta cierto punto, pero aquellos en el espectro autista o los individuos afectados por trastornos psicóticos pueden tener dificultades para discernir las emociones o las señales sociales de los demás.

A menudo, conocer nuestra propia mente y motivaciones es lo suficientemente desafiante, no digamos las mentes de extraños o incluso parientes, amigos o parejas. En las relaciones, muchas personas cometen el error mental crítico de sobreestimar la capacidad de una pareja o miembro de la familia para leer sus propios pensamientos, suponiendo que cualquier persona que los conoce bien también debe saber lo que piensan o sienten, incluso si no lo han dicho en voz alta.

Cómo leer a las personas

En las historias de ciencia ficción, la lectura mental se usa rutinariamente con fines nefastos. En el mundo real, tener una idea clara de lo que otros piensan y sienten nos ayuda a evitar conflictos y falta de comunicación y fortalecer las relaciones personales.

Al intentar leer la mente de alguien, o, más exactamente, su estado de ánimo, el lenguaje corporal, el tono y la elección de las palabras suelen ser los mejores lugares para comenzar. Otro elemento crítico es la empatía: ser capaz de ponerse en los zapatos de otra persona puede proporcionar información clave sobre su perspectiva y facilitar la comprensión de sus pensamientos, sentimientos y acciones.

¿Las personas pueden leer las mentes de los demás?

La investigación sugiere que nuestro discernimiento de las emociones y la confiabilidad de los demás puede manifestarse en las reacciones de nuestro cuerpo a ellos al menos tan fuertemente como en nuestras evaluaciones mentales de su forma de hablar. Entonces,confiar en el instinto al ser conscientes de las reacciones de nuestro cuerpo a otra persona, puede ayudarnos a hacer juicios más precisos sobre los demás.

 

¿Qué señales emocionales damos a los demás?

Al tratar de leer a otras personas, tendemos a observar sus rostros. La investigación muestra que mientras las caras de las personas felices adquieren forma de V, con las cejas y la boca hacia arriba, las caras de las personas enojadas forman más una X, con las cejas y la boca hacia abajo. Ser consciente de esta tendencia en los demás y en nosotros mismos puede mejorar la comunicación y la comprensión.

 

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Mejorar tus habilidades para leer a las personas

Incluso los individuos socialmente más adeptos malinterpretan rutinariamente las emociones de otras personas debido a sus propios prejuicios, tendencias culturales o factores situacionales, como no darse cuenta de que alguien que parece haber estado llorando puede solo tener alergias estacionales. Un mayor conocimiento de cómo otros muestran sus sentimientos e, igualmente importante, cómo nuestras mentes y cuerpos responden a los sentimientos de los demás, puede ayudar a mejorar las habilidades para leer a las personas.

¿Cuándo es difícil leer las mentes de otras personas?

Los seres humanos también han evolucionado formas de mantener los sentimientos y motivos ocultos y, con práctica e intención, pueden engañar con éxito a otros. Aquellos que experimentan dolor o depresión, por ejemplo, pueden esforzarse por encubrir esos sentimientos para evitar sentirse como si estuvieran sobrecargando a otros o para evitar el consejo de otros.

 

¿Cómo se puede ser mejor para leer a la gente?

Durante mucho tiempo se ha creído que el lenguaje corporal de las personas las delata, que las personas tienen "delatores" que podrían indicar a los observadores  sus verdaderas intenciones. la investigación muestra que La lectura de los demás puede ser más eficiente cuando nos centramos conscientemente en tales pistas. Por ejemplo, rasgos faciales como los ojos y la boca pueden ofrecer una gran cantidad de información, pero si estamos mirando a toda la persona podríamos perdernos de ver lo que sus caras tienen que decirnos.

 

Cuando la lectura mental es un desafío

Varios trastornos psiquiátricos y del comportamiento, como el autismo y el TDAH, hacen que leer los pensamientos y sentimientos de los demás sea un desafío. Aunque las personas con autismo y TDAH no carecen rutinariamente de empatía, pueden tener dificultades para captar pistas sutiles, o pueden responder impulsivamente sin tomarse el tiempo para evaluar las palabras o el tono de alguien.

Estas dificultades probablemente tienen raíces en múltiples áreas del cerebro; algunas investigaciones han apuntado a la actividad atípica en la corteza cingulada anterior, una región del cerebro que desempeña un papel en la emoción, las decisiones morales y la evaluación social.

¿Quién tiene dificultades para leer a otras personas?

Junto con condiciones como el autismo, la investigación sobre la precisión empática se ha centrado en los socialmente ansiosos, que pueden batallar con lectura de las emociones porque encuentran las interacciones sociales impredecibles o confusas. Pero los estudios también han encontrado que parece haber dos tipos de personas socialmente ansiosas: algunas que batallan con la leer a otros, mientras que un número menor realmente sobresale en la lectura mental, en la medida en que conduce a una mayor conciencia de los demás y una mayor sensibilidad a ser evaluados ellos mismos.

 

¿Cómo pueden las personas con autismo aprender a leer las emociones de otras personas?

La terapia conductual puede ayudar a las personas que viven con autismo, TDAH y otros trastornos del desarrollo a aprender a reconocer mejor las señales sociales comunes que, cuando no se notan, dificultan la lectura de los pensamientos de otras personas y responder adecuadamente.

 

Lecturas esenciales