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Verificado por Psychology Today

Autoestima

El lenguaje secreto de la baja autoestima

Las personas que no se gustan a sí mismas no siempre dicen lo que quieren decir.

Los puntos clave

  • El odio a uno mismo deteriora nuestro sentido de conexión y confianza e infunde interacciones interpersonales con dobles sentidos percibidos.
  • Acostumbrados a las duras palabras de los críticos internos, las personas con baja autoestima las escuchan en diálogos neutrales o amistosos.
  • Muchas personas que dominan el lenguaje de la baja autoestima ni siquiera se dan cuenta de que existe.

La baja autoestima tiene su propio lenguaje.

Lo que yo, como hablante de casi toda la vida, llamo baja autoestima comprende no solo las palabras reales que dicen las personas con baja autoestima: por ejemplo, "soy horrible". También incluye palabras que no decimos, pero que pensamos y queremos decir mientras decimos otras.

Por ejemplo, "hola, soy Mario" significa, en el idioma de la baja autoestima, "soy Mario y ahora debo disculparme por estar en tu presencia. Por favor, no me pegues en la cara".

La autoestima baja también traduce automáticamente, en la mente de los hablantes fluidos, las palabras que otros dicen y podrían considerar positivas o neutrales en insultos, burlas y amenazas.

Por ejemplo, "te ves bien hoy" se traduce automáticamente en "te ves incluso peor de lo habitual hoy", mientras que "¡buen trabajo!" se traduce automáticamente en "estoy a punto de despedirte".

Los estudios revelan que el odio a nosotros mismos afecta nuestra capacidad para confiar en los demás, lo que no es sorprendente, dado que nos hace incapaces de confiar en nosotros mismos.

Este glosario del idioma de la baja autoestima examina la gramática y el vocabulario que tal vez encuentres extraño, familiar o ambos. Una faceta de este idioma es que muchos de sus hablantes fluidos lo hablan sin saber que existe. Es un idioma secreto incluso para quienes más lo usan.

Aquí hay algunos ejemplos de lo que dicen los hablantes del idioma de la baja autoestima, seguidos inmediatamente de lo que, para esos mismos hablantes, significan esas palabras.

Lo que decimos:

"No gracias".

Lo que queremos decir:

"Lo que sea que estés ofreciendo, no lo merezco".

. . .

Lo que decimos:

"Con permiso".

Lo que queremos decir:

"Ignórame, humíllame o castígame".

. . .

Lo que decimos:

"Estoy listo".

Lo que queremos decir:

"No estoy listo, nunca estoy listo, por favor, no me obligues a hacer/decir/ser algo por lo que otros podrían observarme y juzgarme, por el amor de Dios, cierra la puerta".

. . .

Lo que decimos:

"¿Quieres ir a cenar conmigo?"

Lo que queremos decir:

"Estoy solicitando tu compañía mientras hablo con una cadencia resignadamente lenta que te da tiempo para idear al menos tres excusas que suenan plausibles para rechazar mi solicitud".

. . .

Lo que decimos:

"Doctor, me duele el tobillo, ¿me lo torcí?"

Lo que queremos decir:

"Doctor, me j*dí mi j*dido tobillo por ser una j*dida idiota que no coordina y que usa unos estúpidos y j*didos zapatos y que no puede siquiera caminar como una j*dida persona normal por la j*dida calle”.

. . .

Lo que decimos:

"Este es mi amigo Ben".

Lo que queremos decir:

"Este es Ben, una de quizás cuatro personas en la tierra que son lo suficientemente ignorantes/santas/estúpidas como para tolerar inexplicablemente mi presencia por más de tres minutos seguidos".

. . .

Lo que decimos:

"Te amo" o “podemos hablar” o “¿podrían darme un aumento?”

Lo que queremos decir (en los tres casos):

"Conozco la salida".

S. Rufus
Source: S. Rufus

Y estos son algunos ejemplos de lo que otras personas le dicen a los hablantes del idioma de la baja autoestima seguido inmediatamente por lo que estas personas oyen:

Lo que otros dicen:

"¿Hola, puedo ayudarle?"

Lo que escuchamos:

"Hola, ¿puedes irte por favor?"

. . .

Lo que otros dicen:

"¡Vaya, ganaste!"

Lo que escuchamos:

"¡Vaya, hiciste trampa!"

. . .

Lo que otros dicen:

"Un gusto haberte conocido".

Lo que escuchamos:

"Ahí van diez preciosos minutos de mi vida que nunca recuperaré".

. . .

Lo que otros dicen:

"Esos zapatos son hermosos".

Lo que escuchamos:

"Esos son unos zapatos terribles y en secreto me burlo de tu triste sonrisa de agradecimiento".

Quizás este glosario pueda ayudarnos a conjugar nuestra propia baja autoestima y la de los demás. Tal vez pueda ayudarnos a traducir algo de lo que escuchamos y decimos en términos menos horribles, infernales y dañinos.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
S. Rufus

S. Rufus escribe bajo el nombre de Anneli Rufus, autora de libros como Party of One y Stuck.

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