Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Iakov Filimonov/Shutterstock

Experiencias Adversas en la Infancia

Revisado por el personal de Psychology Today

El término "experiencias adversas en la infancia" se refiere a una gama de situaciones negativas que un niño puede afrontar o atestiguar al crecer. Estas experiencias incluyen abuso emocional, físico o sexual; negligencia emocional o física; separación o divorcio de los padres; o vivir en un hogar con violencia doméstica. Otras situaciones difíciles incluyen vivir en un hogar con un alcohólico o abusador de sustancias, o con miembros de la familia que sufren trastornos mentales, o en un hogar con un miembro de la familia en la cárcel.

El estudio de las experiencias infantiles
KonstantinChristian/Shutterstock

En el estudio original de experiencias infantiles, iniciado en 1995 por los Centros federales para el Control de Enfermedades y Kaiser Permanente, dos tercios de los más de 17,000 sujetos que completaron encuestas confidenciales sobre su infancia informaron haber experimentado al menos una experiencia adversa en la infancia. Investigaciones posteriores se han centrado en cómo estas experiencias han afectado la salud física y mental de las personas y su bienestar a medida que crecen.

¿Las personas que han sufrido estas experiencias corren un mayor riesgo de sufrir problemas posteriores?

Se ha encontrado que las personas que han enfrentado experiencias infantiles más difíciles tienen un mayor riesgo de deterioro en el desarrollo cognitivo y social, así como de abuso de drogas, embarazo no deseado, depresión y trastorno de estrés postraumático.

¿Algunas personas son menos susceptibles?

No todas las personas que han sufrido una infancia áspera crecen para ser inadaptadas o insalubres. Algunos niños son menos susceptibles a los efectos negativos de su entorno y llevan menos estrés con ellos en la edad adulta.

 

este artículo continúa abajo
Los efectos de las experiencias infantiles
in the light photography/shutterstock

Los jóvenes que crecen con experiencias infantiles positivas tienen una menor probabilidad de padecer depresión clínica como adultos y una mayor probabilidad de tener relaciones saludables. Las experiencias positivas de la infancia incluyen que un niño pueda hablar con su familia sobre sus sentimientos; sentir que su familia estuvo a su lado durante los tiempos difíciles; disfrutar de las tradiciones comunitarias; tener un sentido de pertenencia en la escuela secundaria; sentirse apoyado por amigos; tener al menos dos adultos que no sean sus padres que mostraron un interés genuino en ellos; y sentirse a salvo y protegidos por un adulto en casa.

¿Cómo pueden los profesionales de la salud mental identificar a las personas en riesgo?

El principal medio para que los profesionales determinen si las experiencias adversas de la infancia podrían estar afectando a un niño es administrar el Cuestionario de 10 preguntas de Experiencia Adversa en la Infancia (ACES, por sus siglas en inglés).

 

¿Por qué es útil el cuestionario ACES?

Este cuestionario “ayuda a normalizar la conversación sobre las experiencias adversas en la infancia y su impacto en la vida”, dice Vincent Felitti, quien ha estudiado a niños procedentes de entornos difíciles. "Cuando hacemos que esté bien hablar de lo que sucedió, elimina el poder que el secreto tan a menudo tiene.”

 

Lecturas esenciales