Ayudarles a los niños a prosperar en un nuevo hogar
Los primeros días o meses que un niño adoptado vive en su nuevo hogar pueden ser extraños o abrumadores para todos los involucrados. Pero estos sentimientos son a menudo temporales. De hecho, con apoyo, amor y paciencia, la mayoría de los niños adoptados se adaptarán a la vida en su nuevo hogar; muchos incluso florecen allí.
Muchos de los hitos, desafíos y éxitos que enfrentan los adoptados son marcadores universales de la infancia: encontrar amigos, tener éxito en la escuela y desarrollar un sentido de sí mismo. Sin embargo, hay algunas preguntas sobre la crianza que son exclusivas de las familias adoptivas, y a los niños adoptados les va mejor cuando sus padres reconocen la realidad de la adopción y son honestos con un niño sobre su pasado e identidad. Aprender sobre la adopción y hacer un esfuerzo continuo para ayudarle a un niño a navegar los altibajos de crecer adoptado son las mejores maneras de ayudarlo a convertirse en un adulto seguro y adaptado.
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Algunos padres que han esperado meses o años para la llegada de su hijo adoptado (a menudo pagando miles de dólares y atravesando numerosos aros burocráticos en el camino) pueden sentirse desalentados o ansiosos cuando no sienten un vínculo con su hijo de inmediato. También puede preocuparles haber hecho algo mal si su hijo parece desconfiado, tenso o incómodo en su nuevo hogar.
Pero después de que un niño llega a casa, un proceso de adaptación lento no es anormal en lo más mínimo; de hecho, muchos padres, en particular los que adoptaron niños mayores, informan que tardaron meses en que su hijo pareciera seguro y generara confianza en ellos. Los padres tanto de recién nacidos como de niños mayores a menudo se sienten fuera de su profundidad al principio, pero con el tiempo, descubren que la crianza comienza a ser natural. Aprender sobre los vínculos afectivos y el apego, y tomar medidas para ayudarle a un niño a sentirse tranquilo y seguro en su nuevo hogar, puede ayudar a los padres a mantenerse positivos y a mantener la confianza en el proceso. Un sistema de apoyo fuerte, también, puede ser crítico para sortear los obstáculos que puedan surgir en el camino.
Los niños mayores y aquellos que fueron adoptados de hogares de crianza temporal pueden sentirse abrumados o incluso asustados en su nuevo hogar; aquellos que se han mudado con frecuencia pueden preocuparse de que este hogar también sea temporal. Para ayudarles a adaptarse, el primer paso es hacer que el entorno físico sea lo más cómodo y acogedor posible. Esto se puede hacer de varias maneras diferentes, incluyendo la creación de una habitación o espacio designado para ellos (poner su nombre en la puerta, si es posible, puede ayudarlos a comenzar a pensar en la habitación como "suya" desde el momento en que llegan); decorarla de acuerdo a sus intereses; o incluir juguetes, mantas u otros recuerdos de hogares anteriores.
Los padres adoptan internacionalmente, a menudo encuentran que es útil estudiar el idioma nativo de su hijo, al menos un poco, antes de su llegada. Hablar con ellos en un idioma que puedan entender, incluso si son solo unas pocas palabras o frases, puede ayudarlos a sentirse más cómodos y menos abrumados. Del mismo modo, los padres que adoptan de un país o cultura diferente a menudo encuentran que es útil aprender a hacer platillos típicos de esa cultura o localizar lugares desde donde pueden pedirlos. Los niños adoptados (particularmente aquellos que son adoptados en culturas que son muy diferentes de la suya) pueden llevarse más tiempo para adaptarse física y mentalmente a la dieta local y a menudo son más felices comenzando con alimentos que les son familiares.
Los padres deben hacer un esfuerzo para no abrumar al niño con nuevas personas o lugares de inmediato. En su lugar, establece rutinas consistentes y simples que imiten de cerca cómo será la vida cotidiana, prioriza el tiempo de tranquilidad con tu familia inmediata y hazle saber al niño que su nuevo entorno es estable. Comienza a discutir las tradiciones familiares e incorpora al niño a ellas lo antes posible. Si el niño es de un lugar o cultura diferente, a menudo es útil celebrar fiestas importantes o incorporar elementos de tradiciones culturales comunes en los rituales familiares; esto ayuda al niño a adaptarse y le ayuda a mantener un sentido de orgullo en su identidad cultural.
Sobre todo, los padres deben ser pacientes y recordar que los niños se ajustan a diferentes velocidades.
Es extremadamente común que los padres adoptivos teman que su hijo no se vincule con ellos o que nunca sea feliz en su nueva familia. Pero mientras que el apego ciertamente puede ser lento, afortunadamente, rara vez es el caso de que un niño deje de vincularse por completo. Aprender sobre el vínculo y el apego puede ser beneficioso, pero también puede ayudar enormemente a los padres a recordarse a sí mismos que el vínculo no es una raza: no hay un cronograma específico que el vínculo deba seguir, y los niños forman vínculos con los cuidadores a diferentes velocidades.
Aquellos que están adoptando recién nacidos deben priorizar el contacto físico cercano, hablar o cantarle al bebé, satisfacer sus necesidades de manera rápida y consistente (alimentarlo cuando tiene hambre, cambiarlo cuando se moja, reconfortarlo cuando llora, etc.). A los recién nacidos, adoptados o no, les va mejor cuando sus padres establecen rutinas predecibles; las rutinas les ayudan a los bebés a reconocer que su entorno es estable, que sus necesidades serán satisfechas y que sus cuidadores tienen el control.
Para los niños mayores, el proceso de vinculación puede variar ligeramente dependiendo de los antecedentes del niño. En general, ofrecer afecto y atención constantes, sin exagerar, puede ayudarle a un niño a sentirse seguro y amado. Al igual que con los recién nacidos, mantener una rutina consistente es fundamental para los niños mayores; además, establecer reglas claras y justas de casa puede ayudarle a comprender la permanencia de su nuevo hogar y tener una idea de cómo funciona su familia. Los padres deben mantener las líneas de comunicación abiertas en todo momento y dejar que los niños sepan que están allí para hablar cuando quieran. Celebrar tradiciones de mucho tiempo y comenzar nuevos rituales puede ayudarle a un niño adoptado a sentirse especial y a comprender su lugar en su nueva familia.
Los padres cuyos hijos han sufrido un trauma significativo pueden encontrar útil hablar con un terapeuta o experto en adopción; él o ella puede ayudar a los padres a fomentar el apego sin asustar o abrumar al niño.
Las relaciones de hermanos adoptivos en última instancia pueden ser cercanas y gratificantes. Pero a menudo requieren una navegación cuidadosa, especialmente en los primeros meses, para ayudarles a los niños a sobrellevar los celos, la desconfianza o los sentimientos de competitividad.
Los padres pueden ayudar a suavizar el proceso preparando a su hijo para la llegada de su nuevo hermano mucho antes. Esto se puede lograr leyendo libros sobre adopción, viendo películas sobre adopción o simplemente manteniendo conversaciones periódicas en las que se invita al niño a hacer preguntas sobre la adopción y expresar cualquier preocupación. Hazles saber que si bien algunas cosas pueden sentirse diferentes, siempre serán amados por sus padres.
Una vez que el niño adoptado llega a casa, los padres deben proporcionar muchas oportunidades para que los hermanos pasen un tiempo divertido y sin presión juntos jugando, leyendo o viendo la televisión. El tiempo a solas también es importante: ninguno de los niños debe sentir que se les presiona para que pasen tiempo con su nuevo hermano. Ambos niños deben tener la oportunidad de comunicar sus sentimientos y cualquier problema potencial a sus padres cada vez que surjan.
Y aunque es comprensible que los padres se preocupen por ayudar a su nuevo hijo a adaptarse, deben asegurarse de no descuidar accidentalmente a sus hijos existentes en el proceso; esto puede crear resentimientos entre hermanos que pueden conducir a conflictos. Del mismo modo, los padres deben trabajar para no priorizar a sus hijos existentes sobre los adoptados, ya que esto puede llevar al adoptado a preocuparse de que no sea tan amado como sus hermanos. Equilibrar el tiempo y la energía entre hermanos es clave.
Por encima de todo, al igual que con los vínculos afectivos en general, los padres deben recordarse a sí mismos que los vínculos entre hermanos llevan tiempo y rara vez son perfectos, incluso en las familias biológicas; es normal que las relaciones entre hermanos tengan altibajos a medida que los niños crecen hasta la edad adulta.
A medida que un niño adoptado crece y se siente seguro en su nueva familia, los padres adoptivos también tendrán que tomar pasos para ayudarle a sentirse cómodo con su identidad, tanto de adoptado como miembro de su grupo étnico, racial o cultural. Los padres también podrían tener que ayudar a los niños a buscar a sus padres biológicos o facilitar la comunicación con ellos si forman parte de la vida del niño.
Ambas tareas, guiar la formación de su identidad y ofrecer apoyo con la relación con sus padres, requerirá que los padres cultiven una atmósfera de confianza, honestidad y humildad. Los adoptados que sienten que sus padres los escuchan, los respetan, celebran sus diferencias y los apoyan en cualquier relación que tengan con su familia biológica reportan a menudo, sentirse más felices y seguros con sus familias.
La mayoría de los expertos están de acuerdo en que las adopciones abiertas, en las que los padres adoptivos y los padres biológicos están presentes en la vida del niño a medida que crece, son beneficiosas en general para la salud mental del niño y su sentido personal. Pero muchos padres adoptivos no están seguros de la mejor forma de navegar la relación con las familias de nacimiento, lo que puede ser complejo o desafiante en ocasiones.
Muchos padres, tanto biológicos como adoptivos, encuentran útil trabajar con un consejero para establecer lineamientos para las reuniones y la comunicación al momento de la adopción (o al conocerse, si la adopción no fue abierta desde el inicio). Ambas partes deben ser honestas entre sí, incluso acerca de temas delicados o dolorosos, y hacer lo mejor que puedan para mantener los términos del acuerdo.
Ya que los padres adoptivos son los que crían al niño, tienen mucho más qué decir en cómo pasa el niño su tiempo, por tanto, requerirán tomar pasos para asegurarse de que le den mucho terreno y oportunidad para comunicarse y pasar tiempo con su familia de nacimiento si así lo desea. Hacerlo puede complicarse por sentimientos de celos, ya que algunos padres adoptivos pueden sentir envidia o ansiedad cuando se dan cuenta que su hijo adoptivo forma un vínculo cercano con sus padres de nacimiento. Pero los padres adoptivos deben recordar que los adoptados tienen a sentirse más seguros en su identidad cuando conocen o tienen conexión con su familia de nacimiento; la idea de que una adopción abierta "confunde" a los niños o los hace inseguros acerca de quienes son sus padres también es considerado un mito.
La decisión de celebrar "el día de adopción" del niño, es personal. Algunas familias encuentran que una celebración anual, como un cumpleaños, les ayuda a sus hijos a sentirse amados y conectados; algunos niños sienten confort de escuchar de nuevo su historia de adopción y cómo es que reunieron con su "familia para siempre".
Por otro lado, algunos padres adoptivos reportan que hacer mucho escándalo por el día de la adopción del niño hace que se sienta diferente de sus hermanos biológicos o sus amigos no adoptados; para algunos niños, celebrar ese día puede detonar tristeza por sus familias de nacimiento y sentimientos de pérdida. Comprender las necesidades y personalidad individuales del niño y preguntarte qué preferiría puede ayudarles a las familias a decidir si celebrarlo es lo correcto.
Habla acerca de las costumbres e historia de su cultura de forma abierta y positiva. Haz que se exponga a los platillos, tradiciones y celebraciones representativas de su cultura de nacimiento. Conéctalo con modelos adultos que compartan su raza o cultura, ya sea en una iglesia, escuela, un equipo deportivo u otro grupo de la comunidad. Asegúrate de que vea a su cultura representada de forma positiva en los medios que consume la familia.
Algunos padres que adoptan internacionalmente deciden llevar a sus hijos a visitar su país de nacimiento, ya sea una vez o varias veces a lo largo de la vida. Los padres pueden decidir a qué edad piensan que es más apropiado este viaje, los expertos sugieren ser cautos con los adolescentes, que están preocupados por encajar, pueden estar renuentes a esta idea porque los hace sentirse diferentes de sus pares. Comenzar los viajes más temprano, si es posible, es muy aconsejable.
La decisión de buscar o no a los padres biológicos es mejor dejársela al adoptado, y los padres deberían intentar respetar su elección, cualquiera que esta sea. En casos donde al niño le gustaría buscarlos, esto puede significar que los padres proveerán la asistencia apropiada cuando se necesite, ya sea al dar información relevante, ayudar con la investigación o facilitar reuniones mientras el niño es menor de edad.
Es normal que los padres adoptivos se sientan heridos por la decisión del niño de hacer esta búsqueda, podrían preguntarse si su hijo es infeliz o si no han sido buenos padres. Pero los padres deberían reconocer que buscar es una parte natural de formar una identidad para muchos adoptados. Los niños que pueden mantener conexiones con su familia de nacimiento reportan a menudo sentimientos reducidos de rechazo y una mayor comprensión de su historia personal; recibir apoyo de sus padres adoptivos en estos esfuerzos es un impulso clave para estos efectos benéficos.
Anteriormente, la adopción se mantenía en secreto y muchos niños crecían sin saber que eran adoptados. Sin embargo, ahora la mayoría de los expertos recomiendan discutir abiertamente la adopción desde que el niño llega a casa. Compartir la "historia de adopción" de una forma positiva y apropiada a su edad, y responder honestamente cualquier pregunta que tenga, es clave para ayudarle al niño a navegar los sentimientos complicados y generar confianza en su familia.
Para los padres que no están seguros de cómo comenzar, libros, recursos en línea o grupos de apoyo en la comunidad pueden ayudarlos a hacer un guion. Muchos expertos recomiendan mencionar la adopción de forma semifrecuente, incluso si el niño rara vez lo menciona, y gradualmente añadir más información a medida que madura.