Cómo la consciencia y la coincidencia confluyen

Source: Flickr/Lukasz Szolc

A medida que avanzamos en nuestras vidas, la mayoría de nosotros operamos bajo el supuesto de que tenemos una comprensión básica de cómo funciona el mundo. En la escuela, aprendimos que el mundo opera de acuerdo a las leyes de causa y efecto, y que el tiempo corre en línea recta desde el pasado hasta el presente y el futuro. Aprendimos que los seres humanos son máquinas biológicas cuya consciencia es producida por el cerebro y dejará de existir cuando nuestros cerebros dejen de funcionar. Las personas de siglos anteriores, o en culturas menos racionales, pueden haber creído que hay dimensiones ocultas de la realidad, y que el mundo contiene fuerzas y fenómenos más allá de los que normalmente somos conscientes. Pero asumimos que el mundo físico percibido a través de nuestros sentidos es todo lo que hay. Esto es lo que se podría llamar la visión del mundo de "sentido común" que la mayoría de nosotros aceptamos como la verdad.

Sin embargo, de vez en cuando todos tenemos experiencias que parecen contradecir esta visión de sentido común de la realidad. Aquí están tres de los muchos que han ocurrido en mi vida.

La predicción de mi padre sobre su muerte

Mi padre murió hace 18 meses, a los 79 años. Tenía la enfermedad de Parkinson y estaba bastante débil y un poco confundido, pero nadie esperaba que muriera en ese momento en particular. Una semana antes de su muerte, le dijo a un amigo: "he descubierto cuándo voy a morir, será a una semana del día de hoy, el próximo jueves”.

Su amigo estaba sorprendido, pero como mi padre no parecía gravemente enfermo, no le prestó atención a sus comentarios. Mi padre recién se había despertado después de una siesta, así que su amigo asumió que estaba más confundido de lo normal.

Entonces mi padre continuó, "he visto el libro donde están escritas todas las fechas de la muerte de las personas. Puedo averiguar la fecha de tu muerte si quieres”.

"Oh no, no te preocupes", dijo su amigo. "¡Preferiría no saberlo!”

El amigo de mi padre estaba seguro de que estaba en un estado de delirio. Pero un par de días después, la salud de mi padre tomó un giro repentino para peor. Le diagnosticaron neumonía y murió el jueves, tal como había predicho.

Mi sueño de un partido de fútbol

En septiembre de 2001, Inglaterra jugó contra Alemania, en un partido de clasificación para la Copa del Mundo. Había arreglado ver el partido en casa de mi amigo, junto con su novia alemana. La noche antes del partido tuve un sueño en el que estaba sentado en la sala de estar de mi amigo viendo el partido, que todavía estaba en curso. La puntuación en la pantalla de televisión decía "Inglaterra 4, Alemania 1".

El sueño estaba en mi mente cuando me desperté por la mañana, y recuerdo haber pensado "Inglaterra 4, Alemania 1, ¡eso es imposible!" Alemania tenía el mejor equipo de fútbol de Europa, mientras que Inglaterra tenía una larga historia de bajo rendimiento. Inglaterra solo había vencido una sola vez a Alemania en 35 años. Pero al final, Inglaterra superó a Alemania y después de 66 minutos, anotó su cuarto gol, para tomar una ventaja de 4-1. Había estado pensando en mi sueño durante todo el partido, y cuando la pantalla cambió a la misma puntuación que había soñado, me llené de una sensación muy inquietante. Unos 10 minutos más tarde, Inglaterra anotó de nuevo, y el juego terminó 5-1. El marcador fue de 4-1 durante esos 10 minutos más o menos, y parecía lógico concluir que de alguna manera había vislumbrado un momento durante ese período. (Solo para poner el marcador en perspectiva para aquellos que no están familiarizados con el mundo del fútbol, fue la primera vez en 45 años que un equipo había marcado 5 goles contra Alemania.)

¿Una comunicación después de la muerte?

En 2013, acepté una invitación para ser el orador principal en una conferencia de psicología en Brighton, Reino Unido, a unos 321 km de mi ciudad natal. Dos días antes de la conferencia, el padre de mi esposa, cuyo nombre era Ian Smith, murió después de una breve enfermedad. Estaba triste por su muerte y consideré cancelar, pero no quería decepcionar a los organizadores de la conferencia. Comencé mi charla con una dedicación a mi suegro, diciendo: "me gustaría dar esta charla en memoria de mi suegro, Ian Smith, quien murió hace dos días”. Justo en ese momento, hubo un repentino ruido de "boom" a través del sistema de sonido, como un sonido de trueno. Estuve hablando todo el día, y hasta ese momento, el sistema de sonido había funcionado perfectamente, sin esos ruidos. La audiencia se rió nerviosamente, y continué bromeando ,"no creo que Ian creyera en la vida después de la muerte, pero tal vez se había enterado de que hay algo después de todo. ¡Tal vez esté aquí con nosotros!” En ese momento, hubo otros dos "booms" fuertes, uno tras otro. Ahora el público se asustó y hubo algunos gritos y estremecimientos audibles.

Podría haber sido una coincidencia, por supuesto. Pero después hablé con el ingeniero de sonido y le pregunté qué había causado los ruidos. "Ni idea!" dijo. "Todo estaba funcionando bien. ¡Eso fue raro!” En ese momento en particular, realmente sentí que mi suegro estaba de alguna manera haciendo sentir su presencia.

El foco de la consciencia

Podría haber explicaciones simples para estas experiencias. Un escéptico probablemente diría que fueron una coincidencia, y que de todos los millones de eventos que ocurren en nuestras vidas, seguramente habrá algunos eventos extremadamente improbables que parecen ser milagrosos e inexplicables. Pero no creo que este sea el caso. No estoy seguro de cómo se pueden explicar estas experiencias, tal vez no se puedan explicar en absoluto. Y en cierto modo, ese es el punto importante. Tales experiencias anómalas ilustran que nuestro conocimiento del mundo está lejos de ser completo y que hay aspectos de la realidad que no podemos entender, y tal vez nunca entenderemos. En mi opinión, algunas personas están demasiado dispuestas a explicar tales experiencias, en un esfuerzo por mantener su visión de sentido común de la realidad.

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Este es un enfoque altamente irracional. No tiene sentido asumir que tenemos una consciencia confiable o completa de la realidad. Nuestra consciencia debe ser limitada, al igual que la consciencia de cualquier ser vivo, como un insecto u oveja, es limitada. Considera nuestra consciencia de la realidad en comparación con la de un insecto, por ejemplo. Somos conscientes de muchos fenómenos y conceptos de los que un insecto probablemente no es consciente, por ejemplo, los conceptos de tiempo, muerte y de nuestra propia existencia como seres subjetivos y autoconscientes. Probablemente tenemos una consciencia más intensa de la realidad que la mayoría de los otros animales. Sin embargo, es muy poco probable que nuestra consciencia sea completa, o incluso cerca de serlo. Creer lo contrario es una forma de antropocentrismo, equivalente a ver a los seres humanos como el punto final del proceso evolutivo.

Es probable que, en algún momento en el futuro, surjan otros seres vivos que tengan una consciencia más intensa que nosotros, al igual que nosotros tenemos una consciencia más intensa que los insectos o las ovejas. Estos seres hipotéticos pueden ser más intensamente conscientes del mundo que les rodea que los seres humanos. Probablemente estarán conscientes de las fuerzas, energías o leyes que están más allá de nuestro nivel actual de consciencia.

Para usar una metáfora, nuestra consciencia normal es como un foco que ilumina un cierto área de la realidad, con vastos rangos de oscuridad a su alrededor. A medida que los seres vivos han evolucionado y se han vuelto más complejos físicamente, con un número creciente de células organizadas de maneras cada vez más intrincadas y complejas, su consciencia se ha vuelto más amplia e intensa. Nuestro foco de atención de la consciencia es ciertamente amplio e intenso en comparación con la mayoría de los otros animales, pero sería absurdo afirmar que es tan amplio que ilumina toda la realidad o incluso una parte significativa de ella. Todavía debe haber vastos rangos de oscuridad a nuestro alrededor, llenos de aspectos desconocidos de la realidad.

Así que en mi opinión, es casi seguro que hay, siguiendo la frase de Shakespeare, "más en el cielo y la tierra de lo que se sueña en [nuestra] filosofía”. Hay casi con certeza fuerzas, energías y fenómenos en el mundo más allá de los que podemos percibir y comprender actualmente, o incluso detectar. De vez en cuando, tales fenómenos pueden manifestarse en nuestras vidas, causando eventos que parecen improbables e inexplicables.

Es muy tentador para nosotros creer que tenemos una comprensión sólida del mundo. Nos da un sentido de orden y control. Pero, como sugirió el gran psicólogo William James, sería tonto "cerrar nuestra cuenta con la realidad”. Debemos permanecer humildes, sabiendo que nuestra consciencia es limitada y que nuestras vidas siempre contendrán elementos de lo inexplicable.