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Verificado por Psychology Today

Thanakorn Stocker/Shutterstock

Hipomanía

Revisado por el personal de Psychology Today

La hipomanía es un estado de ánimo elevado o irritable y un aumento inusual de la energía o actividad que es similar pero menos intenso que la manía. Un episodio hipomaníaco es un período de tiempo distinto en el que estos cambios marcados del estado de ánimo y la energía de una persona son evidentes.

¿Qué es la hipomanía?
eldar nurkovic/Shutterstock

Un episodio hipomaníaco es definido por el DSM-5 como algo que dura cuatro o más días seguidos, durante la mayor parte del día, y que involucra varios otros síntomas además de cambios en el estado de ánimo y la actividad. Entre esos síntomas se encuentran un aumento en la autoestima o la grandiosidad, una disminución de la inclinación al sueño, una mayor capacidad de hablar y una mayor participación en actividades potencialmente peligrosas, como el gasto excesivo o el comportamiento sexual de riesgo.

A diferencia de un episodio maníaco, sin embargo, un episodio hipomaníaco no necesariamente interrumpe significativamente el trabajo o la vida social de una persona y no implica delirios psicóticos o alucinaciones.

La hipomanía es una característica de algunos trastornos del estado de ánimo, a saber, el trastorno bipolar y el trastorno ciclotímico, y aquellos que experimentan síntomas de hipomanía a menudo también pasan por períodos separados de depresión.

¿Cuáles son las señales de hipomanía?

 

Las señales de hipomanía incluyen:

* Confianza repentina y asertividad

* Aumento de la energía

* Más tiempo dedicado a actividades poco realistas

* Reducción de la necesidad de dormir

* Pensamientos acelerados

* Distracción e irritabilidad

* Hablar mucho

* Hipersexualidad

 

¿Qué desencadena la hipomanía?

Hay varias causas y factores de riesgo de hipomanía. Las personas pueden estar genéticamente predispuestas a la afección. Las drogas y el alcohol pueden poner a las personas en riesgo, al igual que el estrés, las transiciones de la vida, los cambios en los patrones de sueño, los cambios en la estación, ciertos medicamentos recetados (antidepresivos, esteroides) y ciertas afecciones médicas (enfermedad tiroidea, convulsiones, esclerosis múltiple).

 

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Aspectos positivos y negativos de la hipomanía
Dusan Petkovic/Shutterstock

Para alguien que experimenta un tramo de hipomanía, una ráfaga de energía, una avalancha de ideas o un interés en lograr objetivos pueden sumar una experiencia generalmente positiva. Puede haber una línea borrosa entre un período funcional de productividad hipománica y un estado más severo que indica que el cuidado profesional está justificado.

La hipomanía puede, sin embargo, involucrar aspectos negativos (incluyendo irritabilidad) y puede aumentar la posibilidad de daño resultante de la conducta de tomar riesgos. También puede coincidir con síntomas depresivos.

Si bien no todas las personas que experimentan síntomas hipomaníacos tienen un trastorno del estado de ánimo, su presencia es importante para cualquier consideración más amplia de los antecedentes de salud mental de una persona. Un episodio hipomaníaco es clave para la definición psiquiátrica del trastorno bipolar tipo II, que también implica depresión mayor, y se asocia con un alto riesgo de suicidio.

¿Alguien con hipomanía puede ser completamente funcional?

La hipomanía puede ser positiva cuando los síntomas se unen para producir un individuo extremadamente orientado a objetivos y enfocado. Las personas funcionales en un estado hipomaníaco son capaces de mantener sus metas racionales y concisas, y pueden planificar a su alrededor en consecuencia. Freud creía, por ejemplo, que las personas son completamente funcionales cuando conservan la capacidad de hacer tres cosas: trabajar, jugar y amar. La hipomanía se convierte en un problema, sin embargo, si surgen comportamientos de riesgo o si el episodio progresa en manía o depresión.

 

¿Cómo pueden las personas con trastorno bipolar controlar la hipomanía?

Algunas personas con trastorno bipolar desarrollan la capacidad de comprender y controlar la hipomanía, evitando que se convierta en un episodio maníaco. Aquellos que controlan la hipomanía explican que se basan en algunas estrategias clave: aprender a evaluar su estado a través de la intensidad, la conciencia, la funcionalidad y la comodidad, reconocer su estado y separar sus sentimientos de sus reacciones, y hacer un inventario de los comportamientos que afectan negativamente a los demás.