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Verificado por Psychology Today

Gratitud

Terminando con la generación que se siente con derechos

Una guía para padres para criar hijos agradecidos.

Los puntos clave

  • El intento de los padres de hacer la vida más fácil a sus hijos ha llevado a que se sientan con derechos.
  • El agradecimiento es el antídoto para la generación titulada.
  • Fomentar autosuficiencia, dar oportunidades para fracasar y enseñar autoconciencia lleva al agradecimiento.

Sentirse con derecho puede definirse como la creencia de que uno merece inherentemente privilegios o trato especial. Esta actitud se observa cada vez más entre las generaciones más jóvenes. Como profesora universitaria durante los últimos 13 años, he sido testigo de un marcado aumento en los derechos entre mis estudiantes, lo que se siente alarmante. Muchos estudiantes ahora solicitan extensiones de manera rutinaria en las tareas, asumiendo que se les debería permitir enviar el trabajo tarde simplemente porque estaban ocupados con otros compromisos. La expectativa de que los plazos o las instrucciones sean negociables es un desarrollo reciente que refleja un cambio cultural más amplio. Parece que muchos jóvenes de hoy creen que merecen recompensas antes de esforzarse por ganarlas.

Sin embargo, el propósito de esta discusión no es criticar a los jóvenes. Su cosmovisión a menudo refleja los intentos de generaciones anteriores de protegerlos de las luchas. Si bien proteger a los niños de las dificultades puede parecer noble, puede obstaculizar su capacidad para enfrentar los desafíos de la vida de manera saludable y resiliente. En muchos casos, a los niños se les ha dicho que pueden lograr cualquier cosa, pero que no estaban preparados adecuadamente para el esfuerzo, la disciplina y los reveses que conlleva lograr el éxito.

Fuente: Source: Cottonbro Studio / Pexels
Personas absortas en teléfonos de todas las edades
Fuente: Source: Cottonbro Studio / Pexels

Algunos padres expresan frustración por la falta de motivación de sus hijos, a menudo señalando las horas que pasan en dispositivos electrónicos. Sin embargo, es importante reconocer que muchos de estos dispositivos se proporcionan sin límites ni expectativas claros. Sentirse con derechos prospera cuando los niños creen que todo se les entregará. El antídoto para esta mentalidad es la gratitud. Criar a los niños para que sean agradecidos puede contrarrestar el derecho, inculcándoles un sentido de aprecio, humildad y resiliencia. Aquí hay cuatro estrategias clave para fomentar la gratitud en los niños:

1. Evita ser demasiado complaciente

Los humanos tienden a oscilar de un extremo a otro. En el pasado, la crianza de los hijos a menudo enfatizaba la dureza, alentaba a los niños a ser independientes a una edad temprana y desalentaba la expresión emocional. Hoy, hemos pasado al extremo opuesto, con la crianza de los hijos cada vez más centrada en ellos. Cada incomodidad o desafío emocional se trata con mayor atención, a veces en detrimento de fomentar la resiliencia.

El equilibrio es esencial. Si bien es crucial responder a las necesidades de un niño en sus primeros años, particularmente desde el nacimiento hasta los 3 años, cuando la capacidad de respuesta beneficia el desarrollo cerebral, la seguridad emocional e incluso la salud inmunológica, los padres deben introducir límites y oportunidades gradualmente para la independencia a medida que los niños crecen. No puedes malcriar a un bebé, pero a medida que los niños crecen, deben aprender que no todas las molestias serán resueltas de inmediato por otra persona. Acomodar demasiado a los niños a medida que crecen les enseña que no necesitan esforzarse porque se les proporcionará todo. Esto puede fomentar el derecho en lugar del agradecimiento.

2. Modela el agradecimiento

Los niños aprenden más de lo que observan que de lo que se les dice. Si quieres criar hijos agradecidos, debes modelar la gratitud tú mismo. Incluso en situaciones desafiantes, demuestra que siempre hay algo que apreciar. Expresar gratitud por las pequeñas cosas de la vida cotidiana: un gesto amable, un día hermoso o incluso la oportunidad de aprender de circunstancias difíciles. Cuando los niños ven la gratitud en acción, es más probable que adopten esta mentalidad ellos mismos.

3. Enseñar mindfulness/autoconciencia

La gratitud es difícil de desarrollar cuando un niño se siente abrumado por emociones negativas o carece de regulación emocional. Una mente abrumada a menudo se centrará en los problemas que deben resolverse en lugar de estar presente con lo que ya está funcionando bien. Enseñar atención plena y autoconciencia ayuda a los niños a hacer una pausa, reflexionar y desarrollar la inteligencia emocional necesaria para apreciar sus circunstancias. Las prácticas de atención plena, como la respiración profunda o la meditación guiada, pueden ayudar a los niños a controlar el estrés y ser más conscientes de los aspectos positivos de sus vidas. Al alentarlos a concentrarse en el momento presente, los ayuda a reconocer las cosas por las que pueden estar agradecidos, incluso en tiempos difíciles. Los padres deben resistir la tentación de brindar entretenimiento las 24 horas del día.

Reducir el tiempo frente a la pantalla es importante. Las pantallas piensan por nosotros y disminuyen nuestra capacidad de autorregulación, aumentando así la ansiedad y el estrés (Muppalla et al. 2023). Al ofrecer pantallas y no permitir que los niños desarrollen sus propias actividades de tiempo libre, reducimos la creatividad y el ingenio. Esto enseña a los niños a sentirse con derechos. Cuando los niños pueden reflexionar y hacer una pausa, pueden desarrollar más fácilmente la habilidad de la gratitud.

4. Involucra a los niños en actividades que requieran disciplina y sacrificio.

La gratitud a menudo proviene de comprender el valor del trabajo duro y el sacrificio. En el mundo actual, donde la mayoría de las familias ya no dependen de la autosuficiencia para sobrevivir, los padres necesitan encontrar formas alternativas de enseñar estas lecciones. Una de las mejores formas de hacerlo es a través de actividades que requieran disciplina y esfuerzo, como deportes, lecciones de música o incluso tareas domésticas. Estas actividades les dan a los niños la oportunidad de experimentar fracasos, cometer errores y aprender de ellos.

Fuente: Source: Pero Živković / Pexels
Niños jugando al fútbol
Fuente: Source: Pero Živković / Pexels

Por ejemplo, los deportes enseñan valiosas habilidades para la vida como la perseverancia, el trabajo en equipo y la capacidad de manejar los contratiempos. Cuando los niños enfrentan desafíos y trabajan arduamente para superarlos, desarrollan un aprecio más profundo por sus logros y el apoyo que reciben en el camino. Involucrar a los niños en actividades que requieren esfuerzo les ayuda a comprender que las recompensas se ganan, no se otorgan, fomentando un mayor sentido de gratitud.

Criar hijos agradecidos en un mundo que a menudo promueve el derecho requiere un esfuerzo intencional. Al evitar la acomodación excesiva, modelar la gratitud, enseñar atención plena e involucrar a los niños en actividades que fomenten la disciplina, los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar una mentalidad de aprecio. El agradecimiento es un poderoso antídoto contra el derecho, ya que prepara a los niños no solo para ser más agradecidos sino también más resilientes, conscientes de sí mismos y capaces de enfrentar los desafíos de la vida con gracia y humildad.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Calvina Ellerbe Ph.D.

La Dra. Calvina Ellerbe, es profesora univesitaria, ha dado conferencias en TEDx y es una coach certificada en crianza que vive en el Carolina del Norte.

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