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Verificado por Psychology Today

Cognición

Por qué tus mejores ideas llegan en la ducha o al caminar

Dejar que tu mente divague es una ruta confiable para reflexiones creativas.

Los puntos clave

  • Las actividades aparentemente sin sentido son experiencias conscientes que nos ponen en el momento y pueden conducir al estado llamado "flujo".
  • Dejar de pensar deliberadamente puede producir ideas inesperadas a partir de ideas que se incuban en el fondo subconsciente.
  • Las actividades solitarias nos permiten desconectarnos del mundo exterior.
  • Pueden convertirse en intervalos meditativos y relajantes que nos abren a nuevas ideas y perspectivas.
Olya Adamovish/Pixabay
Source: Olya Adamovish/Pixabay

¿Alguna vez te has preguntado por qué una buena ducha relaja tu imaginación y tu cuerpo o por qué parece liberar una corriente de pensamientos creativos sobre un problema que puede haberte molestado?

La respuesta está en la cantidad fija de atención con la que tu cerebro tiene que trabajar en un momento dado. Este límite biológico es la razón por la que tratar de realizar múltiples tareas con tanta frecuencia degrada el rendimiento y conduce a errores.1

Cuando la mente racional se enfoca en un problema, consume gran parte de tu ancho de banda asignado, mientras que dejar que la mente divague mientras realizas una tarea "sin sentido" permite que tus pensamientos subconscientes vaguen más allá de la actividad en cuestión.

Por "sin sentido", me refiero a una rutina relativamente automática, como caminar, conducir una ruta habitual, seguir tu entrenamiento físico, caminar en la naturaleza o, sí, tomar una ducha.2 Todas estas son actividades solitarias que nos permiten desconectarnos del mundo exterior. Pueden convertirse en intervalos meditativos y relajantes que nos abren a nuevas ideas y perspectivas.

Un beneficio adicional de la ducha es que su ruido blanco bloquea la estimulación externa. El rugido del agua produce una privación sensorial parcial, tomando un ancho de banda que se habría utilizado para otras percepciones y desviándolo al espacio mental que la mente usa para vagar. Las ideas que se incuban en el fondo pueden elevarse a la conciencia y llevarlo a superar un callejón sin salida creativo.

Crear espacio mental y liberar la mente del pensamiento deliberado es una incubadora comprobada de conocimiento creativo. La falta de estimulación externa puede conducir al estado de "flujo", en el que estamos profundamente, aunque distraídos, comprometidos con las contemplaciones internas.

Dos características ampliamente acordadas de los "pensamientos de la ducha" son que son percepciones del subconsciente y el resultado de no pensar deliberadamente en cualquier cosa.3 A veces, los avances ocurren en un momento "revelador". Dos características de este tipo de percepción son la necesidad de una relativa tranquilidad mental y la rapidez con la que llegan cuando no piensan intencionalmente en el problema en cuestión.

Hermann Yraub/Pixabay
Source: Hermann Yraub/Pixabay

Caminar es otra actividad sin sentido, o debería decir consciente, que nos basa en el momento presente. Los caminantes famosos dan fe de los beneficios de caminar y arrojan información sobre actividades solitarias. Durante sus habituales paseos serpenteantes, Virginia Woolf perfeccionó su habilidad para retratar la conciencia y el carácter del pensamiento. En una de sus últimas novelas, The Waves, refracta seis conciencias separadas en la mente de un personaje, el biógrafo llamado Bernard.

En su ensayo biográfico, "A Sketch of the Past", Woolf dijo que su novela To the Lighthouse brotó mientras caminaba "en una gran prisa, aparentemente involuntaria. Sacar burbujas de una tubería da la sensación de la rápida multitud de ideas y escenas que salían de mi mente. ¿Qué hizo estallar las burbujas?...No tengo ni idea".4

En su ensayo, "Walking,", Henry David Thoreau explicó que no se parece en nada al ejercicio y que está "absolutamente libre de todos los compromisos de otro mundo". Friedrich Nietzsche también caminaba para poder pensar. En El Ocaso de los Ídolos escribió: "Todos los pensamientos verdaderamente grandes se conciben mientras caminamos".

En The Boy Detective, Roger Rosenblatt exploró el flâneur: un cochecito que pasea y observa, un andador sin propósito. Los pies errantes reflejan una mente errante, yendo a donde la cadena de asociaciones te lleve. Rosenblatt desarrolla el encantador concepto de que cada uno de nosotros tiene dos personalidades que tomamos en nuestros paseos privados, una "para los sentidos, otra para el intelecto". Las dos nunca se encuentran, pero viven "vidas paralelas conectadas"...y lado a lado se mueven hacia el infinito".

Ducharse y caminar pueden ser experiencias meditativas y oportunidades para la introspección y la reflexión. También son momentos en los que grandes ideas pueden aparecer en nuestras cabezas.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Richard E. Cytowic M.D.

Mtro. Med. Richard E. Cytowic, es profesor de neurología en la Universidad George Washington conocido por devolver la sinestesia a la ciencia convencional. Su libroWednesday Is Indigo Blue, escrito con David Eagleman, ganó la Medalla Montaigne.

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