Adolescencia
¿Por qué pasa más rápido el tiempo cuando envejecemos?
El tiempo se acelera a medida que envejecemos porque cambiamos más lentamente.
28 de agosto de 2024 Revisado por Tyler Woods
Los puntos clave
- El cerebro adolescente está estructurado de manera única para capturar recuerdos de momentos cotidianos.
- A medida que envejecemos y la vida se vuelve más rutinaria, sentimos que el tiempo pasa más rápido.
- Se percibe negativo, pero estudios muestran que la satisfacción con la vida aumenta a medida que envejecemos.
Es extraño. El tiempo parece pasar más rápido cuanto más mayores nos hacemos. Puedo recordar un acontecimiento de hace tres años y parece que fue ayer. Sigo usando la misma ropa. Mi corte de pelo es el mismo. Vivo en el mismo lugar y como la misma comida. No hay nada que diferencie mucho ese acontecimiento de mi presente. Sin embargo, para un niño o un adolescente, tres años pueden parecer una eternidad. ¿Por qué ocurre esto?
Nuestras vidas son más rutinarias
Los niños y los adolescentes experimentan muchos más cambios y con mayor frecuencia que los adultos. Crecen, usan ropa nueva, cambian de escuela, tienen amigos diferentes y aprenden cosas nuevas en clase. Es un mundo de transición y cambio. En la edad adulta, muchos de estos factores se estabilizan y no cambian en absoluto.
Con cerebros diferentes, experimentamos el tiempo diferente
Durante la adolescencia, que los investigadores identifican entre los 10 y los 25 años de edad, el cerebro experimenta cambios significativos. Laurence Steinberg, un peso pesado en el mundo de la investigación sobre la adolescencia, lo llama un cerebro de “oportunidades” porque está completamente abierto al aprendizaje. Imagina miles de neuronas chocando entre sí, con la misma probabilidad de activarse entre sí. Los adolescentes están muy en sintonía y son sensibles a su entorno porque sus cerebros están abiertos a cualquier cosa que les suceda. Utilizan esta apertura para aprender cómo funciona el mundo y cómo deben funcionar en él.
Cuando las hormonas sexuales entran en funcionamiento, refuerzan este aprendizaje a través de la mielinización, o el acto de agregar una vaina grasa sobre las neuronas altamente activas, para ayudarlas a activarse 100 veces más rápido que las neuronas no mielinizadas. El cerebro toma lo que aprende y lo programa. Los eventos estresantes de la vida tienen un mayor impacto cuando ocurren en la adolescencia que en la niñez media porque el cerebro se programa con las experiencias de la adolescencia.
Es por eso que tenemos una experiencia paradójica del tiempo. Cuando somos adolescentes, somos tan abiertos y receptivos al mundo que lo sentimos constantemente nuevo y fresco. Nuestras interacciones con profesores, amigos, material en clase, padres, sociedad y más moldean nuestra comprensión del mundo y nuestra manera de desenvolvernos en él. Experimentamos grandes emociones, que nos enseñan sobre relaciones, responsabilidad y todo lo demás. Parece que suceden tantas cosas todos los días porque nuestro cerebro absorbe tantas cosas.
A medida que envejecemos, nuestro cerebro no está programado para absorber tantas cosas del mundo exterior ni para aprender de la misma manera. Por lo tanto, hace tres años puede parecer ayer: no ha habido muchos cambios en nuestro cerebro, nuestra percepción o nuestra experiencia vivida.
¿Qué podemos hacer para sentir que la vida no se nos está escapando? Aquí hay tres consejos:
- Cambia tu rutina. Intenta tomar una nueva ruta para ir al trabajo o pedir un platillo nuevo en tu restaurante favorito. Lee un libro de un género que no sueles elegir. Habla con un desconocido en una cafetería. Aunque tu cerebro no esté deseando estas nuevas experiencias, puedes buscarlas activamente, imitando el estilo de vida de los adolescentes.
- Presta atención a las pequeñas cosas. Sumérgete en tu cuerpo y en el momento presente. Concéntrate en quién está a tu alrededor, en la naturaleza que te rodea y más. Solo existe este momento en el tiempo. Piensa en ello como en “crear un recuerdo”. Observa a los miembros de tu familia e intenta capturar cada detalle de cómo se ven a esta edad específica, cómo se siente estar con ellos y más, sabiendo que este momento pasará. Esta técnica puede ayudar a extender el momento presente a través de tu mayor atención y las emociones que surgen.
- Agradece la coherencia. La edad adulta es menos una montaña rusa que los primeros años, y eso puede ser algo hermoso. La coherencia es menos estresante. Somos más capaces de apreciar las pequeñas cosas precisamente porque nuestra experiencia cotidiana es menos intensa. Tenemos más conocimiento y control sobre cómo hacer que nuestros cuerpos, emociones y mentes funcionen bien. De hecho, un estudio de Psychological Bulletin con 461,000 participantes mostró que la satisfacción con la vida aumenta gradualmente desde la adolescencia hasta los 70 años. Si bien la adolescencia puede haber sido muy memorable, en general, las personas encuentran la adultez más satisfactoria.
Es muy común lamentarnos por lo rápido que pasa el tiempo. Si cambiamos nuestra mentalidad, podemos apreciar los pequeños momentos y disfrutar de la estabilidad de la adultez, en lugar de experimentarla como algo negativo.
Si el paso del tiempo te genera ansiedad o pensamientos negativos, ¡no estás solo! Todos estamos haciendo esto juntos. Ponte en contacto con un amigo o un profesional para compartir tus pensamientos y sentimientos.
Puedes encontrar a un psicólogo cerca de ti en el Directorio de Psychology Today
A version of this article originally appeared in English.