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Verificado por Psychology Today

Benji Kaveladze Ph.D.
Benji Kaveladze Ph.D.
Soledad

Lecciones de la filosofía para enfrentar la soledad

Las tradiciones enseñan el valor de la soledad para la claridad y la paz.

Los puntos clave

  • Los filósofos replantean la soledad como una oportunidad para reflexión, trabajo, relajación y crecimiento.
  • La ciencia demuestra que cada estado de ánimo tiene su sabiduría.
  • Incluso cuando es dolorosa, la soledad puede enseñarnos sobre nosotros.

Prácticamente todas las personas en la historia de la humanidad han experimentado la soledad, y las diversas tradiciones que reflejan su sabiduría colectiva pueden ofrecer una guía excelente para afrontar la soledad y vivir bien. Mientras que los enfoques de la ciencia psicológica desafían la soledad centrándose en sus mecanismos psicológicos y conductuales, los filósofos niegan la soledad aceptando sus aspectos positivos. Al replantear el aislamiento como una oportunidad para la reflexión, el trabajo profundo, la relajación y el crecimiento, los filósofos pretenden transformar la soledad en una soledad significativa.

La sabiduría en la soledad

La idea de que el tiempo por sí solo es valioso tiene una larga historia en las tradiciones de sabiduría. En opinión de Petrarca de 1356, la soledad es fuente de libertad y virtud que “rehabilita el alma, corrige la moral, renueva los afectos, borra las imperfecciones, purga las faltas (y) reconcilia a Dios y al hombre”. O, como repitió el artista musical Drake 666 años después: “He estado perdiendo amigos y encontrando la paz. Sinceramente, me parece un trato justo”.

Otros pensadores han abrazado la soledad incluso con sus aristas agudas. El maestro de meditación budista Chögyam Trungpa afirmó que el estado de soledad de no tener “nada a tu alrededor a lo que puedas aferrarte” es una ventana a través de la cual “encontrarte con el verdadero ego sin ropa”.

Fuente: By Luca Signorelli - Own work Georges Jansoone (JoJan) Taken on 30 April 2008, CC BY-SA 3.0
Petrarca abogó por la soledad como limpieza espiritual.
Fuente: By Luca Signorelli - Own work Georges Jansoone (JoJan) Taken on 30 April 2008, CC BY-SA 3.0

Nietzsche elevó la soledad a un significado político como protector contra la opresión, escribiendo: “Dondequiera que ha habido tiranía, allí el filósofo solitario ha sido odiado, porque la filosofía ofrece un asilo al hombre en el que ninguna tiranía puede abrirse camino”. Hannah Arendt observó que una población solitaria está madura para la dominación totalitaria. Por esta razón, los regímenes dictatoriales utilizan la ideología para imponer una especie de aislamiento desesperado y sin soledad. “La autocompulsión del pensamiento ideológico”, escribió Arendt, “arruina toda relación con la realidad”.

Es importante destacar que estos filósofos no abogan por la soledad constante ni alaban la soledad crónica. Aprecian su valor como elemento de una buena vida que también incluye familia y amistades ricas. No importa cuán filosóficamente valiosa sea la soledad de uno, demasiado tiempo sin un contacto significativo con los demás inevitablemente mutará en una soledad más tóxica. Arendt, nuevamente, escribió: “lo que hace que la soledad sea tan insoportable es la pérdida de uno mismo, que puede realizarse en la soledad”.

También vale la pena mencionar que los filósofos pueden ser una clase de personas que aprecian especialmente la soledad. Es cierto que algunos de nosotros somos más propensos a la soledad que otros; algunos se sienten solos cuando están rodeados de amigos, mientras que otros se sienten satisfechos a pesar de estar objetivamente aislados.

La ciencia y la filosofía se alinean

Las filosofías optimistas sobre el poder clarificador de la soledad están ampliamente respaldadas por evidencia del trabajo científico. Un trabajo que examina las narrativas de la soledad mostró que muchas personas de todas las edades sienten que estar solo puede ser invaluable como una forma de mejorar las competencias y como un recordatorio del valor de las conexiones sociales. Además, normalizar la soledad puede ayudar a encontrar una mayor alegría incluso en medio de la soledad.

Fuente: Used with permission from Amelia Kaveladze
La soledad brinda espacio para explorar la belleza de la vida más allá de las relaciones sociales.
Fuente: Used with permission from Amelia Kaveladze

Además, los investigadores de las emociones han argumentado que ver los propios problemas a través del tinte azulado de la soledad ofrece una perspectiva nueva y útil que uno podría perder en un estado emocional de satisfacción: cada estado de ánimo tiene su sabiduría. La soledad también puede ser un momento para reflexionar sobre las relaciones más y menos valoradas de uno, ya que una relación tensa causa tanto estrés como una relación de apoyo genera alegría. Finalmente, se ha demostrado que la meditación reduce los sentimientos de soledad, lo que puede ser consistente con la idea filosófica de que una apreciación tranquila del momento presente (en lugar de buscar desesperadamente cualquier interacción disponible) es una manera inteligente de enfrentar la soledad.

Mientras que la ciencia psicológica se centra en estrategias efectivas para enfrentar la soledad de frente, la filosofía nos muestra que la soledad en sí misma puede ser una maestra valiosa. Juntas, la ciencia y la filosofía ofrecen una guía sólida para vivir bien en un mundo complejo.

Pensamientos finales

La soledad puede ser una carga profundamente pesada, pero hay disponible una gran cantidad de orientación científicamente respaldada y probada en el tiempo para ayudar a enfrentarla de manera efectiva. Al superar la soledad, también podemos empezar a contribuir a un mundo menos solitario para los demás.

A version of this article originally appeared in English.

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