Terapia
¿La terapia puede cambiar tu cerebro?
Un estudio ofrece información sobre los cerebros de los jóvenes ansiosos.
7 de febrero de 2024 Revisado por Abigail Fagan
Los puntos clave
- Un estudio escaneó los cerebros de adolescentes ansiosos antes y después de la terapia cognitivo-conductual.
- Los resultados mostraron cambios en el funcionamiento del cerebro después del tratamiento.
- La terapia cognitivo-conductual se centra en cambiar los pensamientos ansiosos y comportamientos relacionados.
Una nueva y emocionante investigación sobre adolescentes ansiosos muestra que una terapia exitosa está asociada con cambios positivos en el cerebro.
El American Journal of Psychiatry informó recientemente que después de completar un curso de terapia cognitivo-conductual (TCC) para la ansiedad, los investigadores observaron una mejora en el funcionamiento del cerebro de los adolescentes.
Sesenta y nueve participantes en el estudio, que tenían una edad promedio de 12.8 años, fueron diagnosticados con trastorno de ansiedad generalizada, ansiedad social y/o trastorno de ansiedad por separación. Los investigadores escanearon sus cerebros con resonancia magnética funcional antes y después de la terapia cognitivo-conductual (TCC). Ninguno de los participantes estaba tomando medicamentos. Fueron comparados con un grupo de controles de la misma edad que no experimentaron ansiedad.
Específicamente, los investigadores encontraron que la hiperactividad en las áreas frontoparietales del cerebro de los participantes se normalizó después del tratamiento. Sin embargo, todavía experimentaron una mayor actividad del sistema límbico en comparación con el grupo de control.
Este artículo me recordó otro estudio de hace varios años, que examinó el metabolismo de la glucosa en el cerebro después de cuatro semanas de terapia cognitivo-conductual intensiva para el TOC. La reducción de los síntomas del TOC después del tratamiento se correspondió con mejoras significativas en el cerebro después del tratamiento.
¿Cómo ayuda la TCC con la ansiedad?
La terapia cognitivo-conductual aborda el cambio de pensamientos y comportamientos problemáticos que alimentan el problema que la persona quiere cambiar.
Elemento cognitivo: Las personas aprenden a cuestionar los pensamientos catastróficos y tienen una forma más equilibrada y realista de ver sus miedos. Por ejemplo, supongamos que una adolescente evita levantar la mano en clase porque le preocupa que haya consecuencias horribles si dice la respuesta incorrecta. Un psicólogo podría ayudarla a examinar sus miedos catastróficos y proponer resultados alternativos realistas si realmente dijera algo incorrecto.
Componente conductual: el aspecto conductual de la TCC a menudo implica exposiciones: enfrentar situaciones que la gente teme. Esta pieza conductual es fundamental porque las personas aprenden por experiencia directa que sus miedos no se harán realidad. En el ejemplo de la adolescente con ansiedad social, ella podría practicar cómo levantar la mano en clase para participar. Como parte de enfrentar su miedo, podría incluso dar intencionalmente la respuesta incorrecta como un experimento para ver qué sucede realmente.
¿Por qué es importante este estudio?
Hay muchas razones por las que este estudio es importante.
- Por un lado, comprender mejor cómo responde el cerebro a un tratamiento como la TCC podría ayudar a lograr avances en la terapia. Con el tiempo podríamos comprender mejor qué aspectos del tratamiento tienen el impacto más significativo en el funcionamiento del cerebro.
- Además, los escépticos de la terapia que ven la ansiedad y otros problemas de salud mental como problemas biológicos o neuroquímicos podrían apreciar el impacto positivo que un tratamiento sin medicamentos como la TCC puede tener en el funcionamiento de una persona. La medicación también puede ser útil para muchos. Sin embargo, aquellos que se resisten a considerar la terapia porque ven sus problemas de ansiedad como problemas del funcionamiento del cerebro podrían estar abiertos a explorarla como una opción de tratamiento.
- Finalmente, espero que estudios como este puedan dar más credibilidad a tratamientos como la TCC y conducir a una mayor paridad en la salud mental, en la que las compañías de seguros estén dispuestas a reembolsar a los psicólogos y a sus pacientes a un nivel más alto que el que pagan actualmente.
La conexión mente-cuerpo
Todavía hay mucho más que necesitamos aprender sobre cómo el cerebro afecta las emociones y el comportamiento y cómo la terapia puede cambiar el cerebro. Estudios como este son un gran paso para dilucidar esta conexión.
Puedes encontrar a un psicólogo cerca de ti en el Directorio de Psychology Today
A version of this article originally appeared in English.