Cognición
La simbiosis entre percepción y cognición
Explorando la convergencia multimodal de la IA y la cognición humana.
30 de octubre de 2023 Revisado por Davia Sills
Los puntos clave
- La percepción y cognición están más integradas de lo que pensamos, un concepto reflejado en los avances de IA.
- Las tecnologías de IA como sensores y realidad aumentada, amplían y refinan funciones sensoriales y cognitivas
- Los modelos de lenguaje grandes pueden servir como potenciadores cognitivos.
- La capacidad de la IA para procesar información multimodal enriquece la colaboración entre humanos y máquinas.
Tradicionalmente, la percepción y la cognición se han considerado dominios distintos de la ciencia psicológica. Se entendía que la percepción era el recolector de datos en bruto (nuestro punto de contacto sensorial con el mundo externo), mientras que la cognición era el procesador sofisticado que interpretaba estos datos. Sin embargo, algunas investigaciones fascinantes están cuestionando estos roles delineados, sugiriendo que los procesos cognitivos de arriba hacia abajo también influyen en nuestros llamados mecanismos “básicos” de percepción.
En otras palabras, nuestra información sensorial puede estar directamente informada por la cognición y sugerir un procesamiento más “integrado” entre la sensación y el procesamiento cognitivo. Curiosamente, esta perspectiva se alinea con los avances en inteligencia artificial, que están desdibujando las líneas entre percepción y cognición, facilitando potencialmente una experiencia de la realidad más integrada y fluida.
Interacción cognitivo-perceptual: replanteamiento de las limitaciones sensoriales
Las limitaciones de las facultades sensoriales humanas (ya sea el espectro visual que podemos percibir o el rango de frecuencias que podemos oír) están bien documentadas. Sin embargo, como sugiere este artículo de revisión, estos procesos de percepción llamados “básicos” están lejos de ser rudimentarios. Parecen estar influenciados por funciones cognitivas superiores que pueden alterar cómo y qué percibimos. Las tecnologías de inteligencia artificial, como la tecnología de sensores avanzada, el reconocimiento de imágenes y sonidos asistido por inteligencia artificial y la realidad aumentada, están amplificando esta interacción cognitivo-perceptual, ampliando no solo nuestro alcance sensorial sino también la sofisticación con la que interpretamos los datos sensoriales.
Capacidad cognitiva mejorada: la IA como amplificador cognitivo
La cognición humana tiene su propio conjunto de limitaciones definidas por factores como la velocidad de procesamiento neuronal y la capacidad de atención. La IA, especialmente en forma de grandes modelos lingüísticos, está resultando ser un poderoso potenciador cognitivo. Puede examinar conjuntos de datos masivos y descubrir patrones complejos que están mucho más allá del alcance del análisis humano.
Esto se alinea con la comprensión más reciente de que incluso nuestras percepciones sensoriales más básicas pueden ser “inteligentes” y estar influenciadas por procesos cognitivos de nivel superior. Por tanto, la IA no sólo aumenta las capacidades humanas; se entrelaza con nuestro continuo cognitivo-perceptivo recién comprendido, enriqueciéndolos a ambos.
Simbiosis multimodal: orquestación cognitiva
La adaptabilidad de la IA en el procesamiento de información multimodal (texto, imágenes, sonido, etc.) crea una nueva forma de sinfonía cognitiva. No se trata sólo de superponer la percepción a la cognición o viceversa. Se trata de una relación fundamentalmente entrelazada en la que cada uno influye y es influenciado por el otro. Esto refleja algunos de los conocimientos científicos sobre el continuo cognitivo-perceptivo del cerebro humano, añadiendo una capa de riqueza y profundidad a la colaboración entre humanos y máquinas.
El horizonte: hacia una interacción cognitivo-perceptiva
La combinación de percepción y cognición, amplificada por el poder de la IA, presagia una perspectiva fascinante sobre la capacidad humana. Lejos de diluir la singularidad de la cognición humana, la IA sirve para enriquecerla, tomando lo que ya es una interacción matizada de funciones sensoriales y cognitivas y elevándola a nuevas alturas. A medida que nos adentramos más en este territorio inexplorado, el potencial de descubrimiento y comprensión parece impulsado por un “destino cognitivo manifiesto” combinado con una saludable dosis de “cuidado con el comprador”. Sin embargo, los límites de la comprensión se están redibujando a partir de los lápices afilados de la humanidad y los vibrantes píxeles de la tecnología.
A version of this article originally appeared in English.