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Verificado por Psychology Today

Trauma

¿El trauma en la infancia puede hacer que el cuerpo y el cerebro envejezcan más rápido?

Un nuevo estudio revela resultados sorprendentes.

 Photo by Heike Mintel on Unsplash
Fuente: Photo by Heike Mintel on Unsplash

Un cuerpo de investigación de larga data muestra que las experiencias adversas de la infancia como el abuso infantil, trauma, violencia sexual y pobreza crónica pueden afectar negativamente a las personas hasta bien entrada la adultez. Las experiencias de los adultos que han sido asociadas con experiencias de la infancia incluyen estrés postraumático, depresión, síntomas disociativos y otros trastornos psiquiátricos, además de enfermedades físicas como diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares.

Un estudio reciente encontró evidencias de que los niños que experimentan abuso y violencia envejecen más rápido biológicamente que los niños sin un historial así.

Los científicos han sabido que el desgaste del estrés y la manera en la que lo manejamos, pueden hacer que el cuerpo y la mente se sientan “viejos” o “jóvenes”. La científica ganadora del premio Nobel, Elizabeth Blackburn y la psicóloga de la salud Elissa Epel investigaron los factores psicológicos que podrían dañar nuestros telómeros, las puntas protectoras que residen al borde de los cromosomas. Cuando los telómeros se vuelven demasiado cortos, dejan de dividirse y las células envejecen. Sin embargo, además de acortarse, los científicos descubrieron que los telómeros también se alargan, lo que retrasa el proceso de envejecimiento.

Algunos de los factores que podrían determinar el envejecimiento de los telómeros y prevenir el envejecimiento prematuro a nivel celular son una dieta saludable, la genética y la manera en la que respondemos al estrés y ejercicio regular. Pero además de estos factores, los científicos identificaron cinco patrones tóxicos de pensamiento que podrían llevar también a telómeros más cortos y a un envejecimiento prematuro: pesimismo, hostilidad cínica, enganchamiento de pensamientos, supresión de pensamientos y mente extraviada.

Pero investigaciones previas han reportado resultados mezclados sobre si la adversidad infantil está ligada a un envejecimiento acelerado. En el estudio más reciente, publicado en la edición más reciente de Boletín Psicológico, los investigadores examinaron dos categorías de adversidad entre 116,000 participantes: adversidad relacionada con amenazas, como abuso, violencia y adversidad relacionada con la deprivación, como negligencia o pobreza física o emocional. Encontraron que los niños que sufrieron de traumas relacionados con amenazas tenían más probabilidades de entrar temprano a la pubertad y también mostraron señales de un envejecimiento más rápido a nivel celular, incluyendo telómeros más cortos. Pero los niños que experimentaron pobreza o negligencia no mostraban ninguna de esas dos señales de envejecimiento temprano.

A continuación, los científicos examinaron datos de 3,253 de participantes en 25 estudios adicionales para señalar asociaciones entre enfrentar adversidades temprano en la vida y el desarrollo del cerebro. Encontraron que la adversidad en la infancia estaba efectivamente asociada con el adelgazamiento cortical, una señal de envejecimiento ya que la corteza adelgaza conforme las personas envejecen. El trauma y la violencia estaban relacionados con el adelgazamiento en la corteza prefrontal ventromedial (involucrada en el procesamiento emocional y social) y deprivación asociada con la reducción del grosor de la corteza en las redes frontoparietales, visuales y por defecto involucradas en el procesamiento sensorial y cognitivo.

Las implicaciones de los resultados según las autoras del estudio: “estos hallazgos sugieren específicamente los tipos de experiencias ambientales tempranas asociadas con el envejecimiento biológico acelerado y resaltan la importancia de evaluar la manera en la que el envejecimiento acelerado contribuye a las disparidades de salud y si este proceso puede mitigarse a través de una intervención temprana”.

Imagen de LinkedIn y Facebook: sukra13/Shutterstock

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Bryan E. Robinson Ph.D.

El Dr. Bryan Robinson, es Profesor Emérito de la Universidad de North Carolina en Charlotte. Es autor de más de 37 libros.

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