Verificado por 
Los puntos clave
- El éxito se puede considerar desde fuera y desde dentro. Desde fuera, el éxito depende del contexto.
- Desde dentro, el éxito es lo que nos permite sentir que estamos prosperando.
- Los resultados incluyen autorregulación, autoestima, vocabulario emocional y una visión del mundo más amplia.
Hola lectores.
¿Qué es el éxito? ¿Cómo deberíamos ser y qué deberíamos hacer para sentirnos exitosos? He escrito mucho sobre este tema. Y no sorprende a nadie, excepto quizás a mi yo más joven, que el éxito tenga muchas definiciones posibles. Por un lado, está el éxito material o mundano; por otro, está la sensación interna de éxito. Éxito desde fuera; éxito desde dentro.
Parecer exitoso ante los demás depende de lo que esas personas en su vida consideren características del éxito. Bueno, dependiendo de tus círculos y de las expectativas generales de la vida, eso será diferente para muchos de nosotros. Tal vez tú provengas de una familia de emprendedores, por lo que el éxito consiste en iniciar tu propio negocio. O tal vez provienes de una larga línea de profesores: convertirte en profesor podría ser el sello del éxito. O supongamos que tú emigraste a otro país, por lo que obtener una residencia, conseguir trabajo y encontrar un lugar seguro y cómodo para vivir parece un éxito. O bien, perteneces a una familia de electricistas, por lo que convertirte en electricista es un éxito para quienes te rodean. En otras palabras, el éxito desde fuera depende del contexto.
Yo diría que el éxito desde dentro se siente igual de persona a persona. El éxito desde dentro se trata de cómo te sientes, más que de lo que haces o tienes. El éxito interior significa que estás viviendo con tus valores personales dirigiendo tu propósito. Tus objetivos personales se alinean con ambas cosas. Y te sientes feliz, con mucha energía y motivación por todas estas cosas. En términos más simples, estás prosperando. Pero el florecimiento no es algo que sucede de afuera hacia adentro; es algo interno. Éxito = florecimiento.
Florecimiento
Ahora bien, ¿qué permite que un ser humano prospere? Aquí es donde la terapia puede ayudar. Una persona floreciente se siente segura, competente, digna, comprometida y capaz de controlarse y dirigir sus energías como elija. Florecer significa convertirse en lo mejor posible. En terapia, eso significa autorrealización. Algunos de los más grandes psicólogos, como Carl Rogers y Abraham Maslow, creían que todos tenemos un impulso interno para autorrealizarnos, y cuando nos permitimos actuar según ese impulso, prosperamos.
Cuatro resultados universales
Entonces, ¿cómo puede un ser humano autorrealizarse/florecer/convertirse en la mejor versión de sí? Bueno, a través de la terapia, o de relaciones positivas con los demás en la vida, un ser humano desarrolla lo que se conoce en la terapia de juego centrada en el niño como resultados universales. Te preguntarás ¿cuáles son estos cuatro resultados universales?. Son estos:
1. Autorregulación: Es la capacidad de controlarse a uno mismo. No pateas a alguien sólo porque te hace enojar. Te alejas porque tienes autocontrol. No te desmoronas cuando la vida te lanza una de esas inevitables bolas curvas. Atrapas la bola curva.
2. Autoestima: Es la sensación de que eres una persona valiosa, que tienes la capacidad de impactar al mundo a través de tus acciones y palabras, que eres competente para hacerlo y que sabes quién eres. La autoeficacia, la confianza en uno mismo, la identidad propia y la autoestima son cuatro componentes de la autoestima.
3. Vocabulario emocional: El vocabulario emocional tiene dos componentes. Una es la capacidad de identificar lo que estás sintiendo. La otra es la capacidad de elegir cómo expresar ese sentimiento a los demás. En otras palabras, tal vez te enojes considerablemente porque tu cónyuge puso el rollo de papel higiénico al revés; con vocabulario emocional, puedes expresar tu molestia de una manera que obtengas el resultado sin crear una gran discusión.
4. Visión del mundo mejorada: Esta es la comprensión de que hay más de una manera de ver la mayoría de las situaciones y personas, y que otras personas pueden tener experiencias y comprensiones de una situación diferentes a las tuyas. El dicho “toda historia tiene dos caras” resume este punto.
Los cuatro resultados universales están interconectados y se desarrollan dentro de los límites seguros de una relación de confianza. Eso puede ser en terapia. Sin embargo, estos resultados universales pueden desarrollarse a través de relaciones saludables entre el cuidador principal y los niños, e incluso a través de relaciones sanadoras con amigos y amantes.
¿Estoy sugiriendo que hay que ser un niño en terapia de juego centrada en el niño para lograr estos resultados? No, lo que estoy sugiriendo es que la investigación sobre la terapia de juego centrada en el niño confirma la veracidad de estos resultados, y a todos nos encanta la investigación. Si bien no he visto este término aplicado a adultos, creo que la terapia centrada en la persona en adultos también crea estos resultados.
Los cuatro resultados universales son esenciales para el florecimiento. Y el florecimiento es esencial para el éxito. O incluso podría ser éxito en su definición más amplia. Una vez que desarrolles estas cosas, podrás trabajar para tener éxito en cualquier contexto que te importe. Florecer es la base para sentir que tienes éxito y que parezca que tienes éxito.
Para encontrar un psicólogo, visita el Directorio de Psychology Today.
A version of this article originally appeared in English.