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Podríamos pensar que para este punto, ya se ha analizado por completo a la marihuana en busca de cualquier ingrediente psicoactivo. A la fecha, se han identificado casi 150 cannabinoides en la planta de marihuana.
No sabemos qué hace realmente cada uno de ellos en el cuerpo, pero eso no ha preocupado a científicos porque los niveles de estas otras moléculas son bastante bajos. La asunción era que los demás cannabinoides eran precursores de las dos moléculas más interesantes: CBD y THC. El dogma farmacológico que se ha escrito en los libros de texto por décadas es que el THC produce euforia.
En años recientes, la investigación de genética agrícola ha avanzado mucho en la producción de plantas que producen altas cantidades de CBD o THC. Se asumía que estas dos eran las únicas moléculas interesantes y dignas de mejorar. Por lo tanto, actualmente tenemos cepas de cannabis que producen niveles muy altos de estas dos moléculas.
Recientemente se descubrieron dos nuevas moléculas dignas de interés en la planta de marihuana. Son variaciones de las moléculas CBD y THC que todos conocemos; les pusieron el nombre de cannabidiforol (CBDP) y Δ9-tetrahidrocannabiforol (THCP). El THCP parece ser treinta veces más efectivo estimulando el receptor de cannabinoides tipo uno del cerebro, CB1. Este receptor es responsable de producir la euforia asociada con la marihuana. Esto significa que el THCP es treinta veces más potente que el THC. Por lo tanto, a pesar de que el nivel de THCP en la marihuana es bastante bajo, su habilidad de estimular los receptores de CB1 y producir euforia es bastante poderoso.
El THCP se descubrió en una variedad particular de marihuana, la variedad FM2 italiana. Los autores del estudio sugirieron que es razonable predecir que otras variedades de cannabis podrían contener niveles más altos de THCP. Las variaciones en el nivel de THCP en diferentes variantes de marihuana podrían explicar por qué la gente reporta efectos psicotrópicos tan variados con diferentes plantas. Los autores de este estudio expresaron emoción por el descubrimiento de un cannabinoide tipo THC tan potente porque podría ayudar a entender muchos de los efectos farmacológicos que actualmente solo se le adjudican al THC. Esto tiene sentido dado que la experiencia general de la marihuana se debe a los efectos agregados en todas las moléculas de la planta.
Probablemente, habrán estudios en el futuro que investiguen los beneficios de THCP y CBDP. El descubrimiento de estos nuevos compuestos en una planta medicinalmente importante llevará al desarrollo de variantes de las plantas que producirán niveles más altos de THCP y CBDP. Una vez que eso ocurra, descubriremos los beneficios y riesgos de estas novedosas moléculas que se habían estado escondiendo dentro de la marihuana.
© Gary L. Wenk, Ph.D. Autor de El cerebro con alimento, tercera edición 2019 (Oxford University Press)
A version of this article originally appeared in English.
