Depresión
Depresión: ¿enfermedad o experiencia?
Evaluando el reporte de la Sociedad Psicológica Británica.
22 de mayo de 2024 Revisado por Gary Drevitch
En octubre del 2020, la Sociedad Psicológica Británica (SPB), el cuerpo profesional de psicólogos más grande del Reino Unido publicó un nuevo reporte, “Comprendiendo la Depresión”. Desde su publicación, se ha escrito mucho acerca de este reporte, principalmente por parte de psiquiatras (ver, por ejemplo Pies, 2020; Aftab, 2020). Me gustaría añadir algunos comentarios generales aquí.
El reporte comienza: “La depresión se piensa mejor como una experiencia, o un conjunto de experiencias, en lugar de como una enfermedad” (Sociedad Psicológica Británica, 2020, p.16, énfasis en el original). Mucho de lo que se encuentra a continuación es crítico para el entendimiento psiquiátrico moderno y tratamiento de la depresión, incluyendo críticas a la farmacoterapia y la terapia electroconvulsiva (TEC).
Por ejemplo, en la sección sobre el tratamiento de la depresión con medicamentos, el reporte contiene múltiples párrafos acerca de “los problemas con los medicamentos” (p.43) pero le dedica muy poco espacio a la abundancia de investigaciones acumuladas durante los pasados 70 años que demuestran la eficacia de la farmacoterapia en el tratamiento de la depresión de moderada a severa, y la melancolía. (Ver el libro del psiquiatra Peter Kramer, Ordinariamente bien, para una revisión exhaustiva de la investigación sobre el tratamiento con antidepresivos). De manera similar, el reporte toma un tono crítico al discutir la TEC sin mencionar su eficacia bien establecida en la melancolía, la catatonia maliciosa (o letal) e ideación suicida (ver Fink, 2008).
Mientras parecen abrir nuevos territorios en la discusión acerca de la naturaleza de la depresión (y las enfermedades mentales de manera más general), en su lugar, el reporte es en su mayoría un nuevo empaque de las ideas refutadas por mucho tiempo del psiquiatra crítico Thomas Szasz, quien se hizo de renombre en 1961 con la publicación de su libro El Mito de la Enfermedad Mental. ¿Cómo sé esto? Porque a inicios de mi carrera yo era admirador de Szasz y mantuve contacto con él en los años antes de que falleciera. Joanna Moncrief, una psiquiatra británica citada en el reporte de la SPB se identifica como una Szasziana.
El argumento de que la depresión es una “experiencia” y no una enfermedad, la Sociedad Psicológica Británica se alinea perfectamente con Szasz, quien argumentaba que debido a que no hay pruebas objetivas para los trastornos mentales, estas entidades son meros “mitos” o “metáforas”. He escrito en otras partes con el psiquiatra Ronald Pies sobre los errores conceptuales en el trabajo de Szasz (ver, por ejemplo Ruffalo & Pies, 2018; Ruffalo & Pies, 2020) y no elaboraré en esos puntos aquí, pero baste con decir que los trastornos mentales cumplen con todos los criterios históricamente basados y establecidos para clasificarlos como una enfermedad.
Tradicionalmente, las enfermedades se han conceptualizado como un problema o entidad que causa incapacidad y angustia, o sufrimiento e incapacidad prolongados y severos, en el ser humano viviente e individual sin importar si existe una causa o etiología conocida (ver (see Pies, 1979). Decir que los trastornos mentales no cuentan como enfermedad porque no tienen ninguna causa biológica conocida es hacer un argumento espantapájaros. Muchas enfermedades médicas aceptadas como tales no tienen una patofisiología subyacente, pero siguen siendo consideradas como enfermedades porque característicamente producen alguna combinación de sufrimiento e incapacidad en el funcionamiento. La depresión, el trastorno bipolar y la esquizofrenia no son excepciones.
Mientras que los diagnósticos psiquiátricos no suelen describir la experiencia subjetiva de los pacientes, muchos trastornos, incluyendo la depresión, también tienen validez predictiva, factores de riesgo genéticos, correlaciones neurobiológicas y características psicométricas que podrían ser objetivamente demostradas. Adicionalmente, como ha señalado astutamente Pies (2020), decir que la depresión es una “experiencia” no le suma nada a nuestro entendimiento de la depresión y, por supuesto, algunas experiencias también son enfermedades.
Por lo tanto, está claro que los resultados del reporte de SPB descansa sobre un mero argumento lingüístico, no uno médico (ni psicológico). Llamar a una enfermedad por otro nombre, desear que desaparezca una enfermedad y creer que efectivamente lo hizo, es llevar a cabo lo que los psicólogos llaman negación. Hay mucho espacio para la crítica de nuestro actual tratamiento de la depresión, y gran parte de estas críticas vienen desde dentro de la psiquiatría, es decir, la mayoría de los antidepresivos son prescritos por personas que no son psiquiatras y muchos pacientes con depresiones leves estarían mejor en psicoterapia en lugar de ser tratados con medicamentos. Pero negar la existencia de la depresión como enfermedad es como arrojar al bebé de la tina al sacar el agua del baño.
A pesar de las ofuscaciones de los psicólogos británicos, muchos de los cuales probablemente nunca han tratado a pacientes internados con las formas más severas de enfermedades psiquiátricas, la depresión es un trastorno biopsicológico que acepta una amplia variedad de tratamientos, dependiendo del tipo y severidad, incluyendo la psicoterapia, farmacoterapia y ECT.
A version of this article originally appeared in English.