Cómo maximizar tu sueño

Los investigadores lo llaman incubación de sueños, pero me gusta pensar en ello como la siembra del sueño. Me gusta el flujo de las palabras en esa expresión. La manera en la que invoca la intención y la liberación. La siembra del sueño se siente personal y misteriosa, pero con suficiente ciencia detrás, sé que no me lo estoy inventando. La ciencia es interesante, pero no necesitaría que alguien me explicara el funcionamiento interno de mi cobija favorita.

La siembra del sueño se trata de dedicar conscientemente unos momentos antes de dormir para decirle a mi cerebro lo que quiero de él. A menudo, no siempre, mi cerebro escucha y me despierto con resultados. Qué emocionante y curioso tener una influencia en lo inefable.

Aquí hay un ejemplo común: como escritor, es posible que no sepa a dónde ir a continuación con una historia. Cuando estoy en la cama en ese estado de máxima relajación justo antes de quedarme dormido, invoco la parte de la historia con la que estoy luchando y le pido a mi cerebro que encuentre una solución. Querido cerebro, ¿qué debería pasar a continuación?

De manera similar, si estoy en un estado mental de poesía, le pediré a mi cerebro dormido que me proporcione algo de inspiración poética. Incluso si solo es una gran línea o dos con las que trabajar. Increíblemente, a menudo cumple. Si he querido escribir sobre una idea en particular, enfocaré mi intención en ese tema mientras me quedo dormido. De lo contrario, simplemente pensaré para mis adentros: sueño, por favor entrega algo interesante esta noche. Entonces podría despertarme en medio de la noche con una línea que me haga alcanzar un cuaderno para escribir una nota. Claro, a veces me despierto con palabras llenas de galimatías, pero más a menudo me despierto con algunas ideas geniales. Ideas que vienen de más allá de las limitaciones que el cerebro lógico impone a la imaginación.

Uno podría preguntarse, ¿no es esto solo un sueño lúcido? Hemos estado hablando de eso durante siglos. Pero pienso en la siembra del sueño como un primo del sueño lúcido y matizado de la incubación del sueño. El sueño lúcido tiende a asociarse con un elemento de conciencia. El soñador, aunque duerme*, mantiene un conocimiento semiconsciente de su sueño. Algunos en la medida en que pueden controlar el contenido del sueño, dialogar con él u observar el sueño manteniendo una conciencia de sí mismos y de su entorno.

*Se ha planteado la hipótesis de que los sueños lúcidos son en realidad micromomentos de vigilia, lo que explica por qué tenemos conciencia de nosotros mismos y de nuestro entorno. Los sueños lúcidos y la incubación de sueños parecen estar asociados con la hipnagogia, descrita como la experiencia del estado de transición de la vigilia al sueño: el estado hipnagógico de conciencia, durante el inicio del sueño. Su estado opuesto se describe como hipnopómpico : el estado de transición del sueño a la vigilia. Los fenómenos mentales que pueden ocurrir durante esta fase incluyen alucinaciones hipnagógicas, pensamiento lúcido, sueños lúcidos y parálisis del sueño.

Con la siembra del sueño, no recuerdo haber tenido la experiencia de ser testigo de mi estado de sueño, ni parezco tener la capacidad de "dirigir" mis pensamientos. De hecho, no es como si estuviera teniendo un sueño en absoluto. No parece haber (hasta donde puedo autoevaluarme) imágenes o historias asociadas con este estado de sueño. Simplemente me despierto de repente con la información que he pedido en mi cognición previa al sueño. Llamo a esto "llegadas". Las llegadas me despiertan y puedo darme la vuelta y anotar la idea. Es como esperar una notificación en tu teléfono de que ha llegado un correo electrónico anticipado. En casi todos los casos, si no escribo la llegada tan pronto como aparece, no la recordaré una vez que me levante de la cama.

Estas experiencias no son únicas. En su libro de 2001 The Committee of Sleep, Deirdre Barrett documenta a algunos de los grandes artistas y escritores a lo largo de la historia que han informado que usan el sueño de manera similar, para la resolución creativa de problemas y la inspiración.

No soy un experto en dormir o soñar, ni un intérprete de sueños. Los sueños siempre se han sentido bastante pragmáticos. A pesar de su extrañeza, normalmente puedo entender sus factores desencadenantes. Algo dentro de mi memoria a largo plazo o una experiencia reciente son las semillas. Pueden crecer salvajemente por la noche, pero eso no hace que las semillas sean irreales. De hecho, investigaciones recientes han puesto patas arriba todo el místico (y lucrativo) negocio de la interpretación de los sueños. Los sueños son procesadores de memoria.

Entendiendo que los sueños son desencadenados por pensamientos y experiencias recientes, es lógico que podamos sembrar nuestro sueño y sueños con una intención específica. Tal vez nos gustaría experimentar un resultado diferente a una situación. Quizá nos gustaría volver a experimentar cómo fue enamorarse por primera vez. O volver a visitar un lugar de la infancia asociado con recuerdos cálidos. Incluso he podido volver a visitar sueños que quedaron sin terminar o sembrar un sueño recurrente que me ha parecido agradable. Pero la mayoría de las veces, mi siembra del sueño es para la inspiración o la resolución creativa de problemas. Como despertarme con la última línea de una historia en la que he estado trabajando.

La próxima vez que leas ficción o poesía, es posible que solo estés leyendo los sueños del autor. (Esa última línea llegó mientras dormía a las 12:22 am del 15/1/22, con un correo electrónico para mí como prueba).