Cómo impulsar el autocontrol de las personas impulsivas

El autocontrol puede ser difícil para todos nosotros. Incluso aquellos que tienen mucha fuerza de voluntad y no suelen mostrar propensión a tomar decisiones impulsivas suelen estar rodeados de tentaciones como la comida de confort, los nuevos productos o las interminables distracciones de las redes sociales.

Las investigaciones han identificado un grupo de estrategias para lidiar con estas tentaciones que pueden resumirse como autocontrol preventivo (p. ej., Fujita et al., 2020). Esto significa que las personas planifican con anticipación y limitan su exposición a las tentaciones antes de que surja un momento de debilidad; por ejemplo, prohibiendo todo el chocolate en su casa o instalando aplicaciones de productividad que limiten su acceso a las redes sociales a ciertas horas.

Irónicamente, las personas que tienen mucha fuerza de voluntad y no son muy impulsivas suelen ser las mejores en el autocontrol preventivo. No tienen que usar tanto su fuerza de voluntad porque evitan encontrarse con tentaciones en primer lugar. Pero ¿qué pueden hacer las personas cuya fuerza de voluntad no es confiable y que a veces son impulsivas?

Si ese es tu caso, una nueva investigación de John Lydon y sus colegas de la Universidad McGill en Canadá puede tener una solución para ti. En sus estudios, los autores reclutaron a personas que mantenían relaciones románticas heterosexuales y midieron su impulsividad. Luego, los participantes se encontraron con la tentación: un o una “participante” atractivo del sexo opuesto que en realidad era un empleado del equipo de investigación. A continuación, se les preguntó a los participantes qué opinaban sobre esta otra persona.

Imagina que eres parte de uno de los estudios. Cuanto más te permitas pensar en lo atractivo que es el desconocido, menos compromiso sentirás con tu relación actual, lo que podría suponer un peligro para tu felicidad a largo plazo con tu pareja. Por tanto, puede que sea mejor que te centres en lo que no te gusta del desconocido, de forma que tu compromiso con tu pareja esté protegido.

Eso es exactamente lo que hicieron los participantes, especialmente aquellos que normalmente son impulsivos. Tendieron a valorar al desconocido de forma más negativa, reduciendo así el atractivo de la tentación.

Aunque esta estrategia se demostró aquí en un contexto romántico heterosexual, también podría utilizarse en muchas otras situaciones. Después de todo, estrategias similares para resistir las tentaciones suelen funcionar en todo tipo de entornos, ya sea que la tentación sea la comida, el sueño o ver la televisión.

Por ejemplo, la próxima vez que te enfrentes a unas galletas tentadoras mientras intentas comer de forma más sana, céntrate en los aspectos negativos de la tentación. ¿Quizás las galletas ya estén un poco rancias o puedan hacerte daño en los dientes? Lo mismo ocurre con la tentación de ver la televisión en lugar de estudiar. Tal vez solo se emiten repeticiones y te has cansado de algunos de los programas que te gustaban.

Incluso si falla la fuerza de voluntad, todas las tentaciones tienen sus desventajas. Si puedes concentrarte en ellas, resistirte podría volverse mucho más fácil.