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Verificado por Psychology Today

Autoayuda

6 Razones por las que no te gusta que te digan qué hacer

Comprende tus reacciones a las demandas de los demás para que puedas responder de forma efectiva.

Los puntos clave

  • Es común irritarte cuando se te pide o se te dice que hagas algo.
  • Que te digan qué hacer puede provocar una actitud defensiva basada en el ego.
  • Cumplir con lo que te dicen que hagas no tiene por qué significar renunciar al poder y la autonomía. 
Mat Hayward/Adobe Stock
Source: Mat Hayward/Adobe Stock

Piensa en cómo te sientes cuando alguien te dice que hagas algo, ya sea un jefe, una pareja, un padre o cualquier otra persona. Supongo que no te gusta más que a mí. A veces me erizo incluso cuando me piden que haga algo que iba a hacer de todos modos.

Hay muchas razones por las que podemos tener una reacción negativa cuando alguien intenta cambiar nuestro comportamiento, y varían de persona a persona. Aquí hay seis comunes.

1. Nos sentimos como un niño.

Cuando éramos niños, probablemente asumíamos que seríamos nosotros quienes daríamos las órdenes cuando fuéramos adultos, y que nadie nos estaría dando órdenes. Cuando alguien te dice que cambies lo que estás haciendo, puede evocar una sensación desagradable de volver a ser un niño. A veces, incluso podemos responder de manera infantil y tener la versión adulta de una rabieta, pisoteando y gritando: "¡No puedes decirme qué hacer!”

2. Nos sentimos impotentes.

La sensación de impotencia está estrechamente relacionada con sentirse como un niño al que le dicen qué hacer. Cuando alguien te dice que hagas algo, parece que está eligiendo tu comportamiento por ti.

Recibir órdenes de otra persona puede parecer sacrificar el control y estar en una posición de inferioridad. La resistencia a su solicitud podría ser una forma de recuperar tu poder, incluso si va en contra de tus mejores intereses (como ignorar los consejos de salud).

3. Queremos autonomía.

La autonomía es una necesidad psicológica fundamental y está vinculada a muchos resultados positivos, como una menor depresión y ansiedad. Cada uno de nosotros necesita ser el dueño de sus propias acciones, por lo que nos rebelamos contra la sensación de que estamos siendo controlados.

Puedes ver esta necesidad a lo largo del desarrollo humano, desde la insistencia de un niño de 2 años de "hacerlo yo mismo" hasta la creciente necesidad de independencia de los adolescentes y los adultos que protestan contra los esfuerzos por controlar sus armas o sus cuerpos. Que nos digan qué hacer puede parecer una afrenta a nuestra propia naturaleza.

4. Valoramos nuestro individualismo.

Las sociedades occidentales como los EE. UU. valoran el individualismo. Queremos tomar nuestras propias decisiones y destacar entre la multitud en lugar de ser una "oveja". Seguir órdenes puede parecer renunciar a una parte esencial de tu identidad.

5. Una orden implica crítica.

Cuando alguien te dice que cambies de comportamiento, te está diciendo implícitamente que tu comportamiento actual no es lo suficientemente bueno. Cada uno de nosotros quiere creer que lo que estamos haciendo es lo correcto, por lo que esta sugerencia puede parecer una crítica.

6. Tememos una pendiente resbaladiza.

Incluso si la solicitud original realmente no nos molesta, podríamos preocuparnos de que solo conduzca a solicitudes más atroces y pérdida de control: "Dales una centímetro, tomarán un kilómetro". Este miedo puede llevar a la ira y la resistencia.

3 Pasos para responder eficazmente a las demandas

Hay formas más y menos efectivas de responder cuando te dicen qué hacer. Con conciencia e intención puedes evitar reacciones no óptimas que te afecten. Estos tres principios pueden ayudarte a elegir una respuesta adaptativa.

consciente de tus reacciones: observa los pensamientos y sentimientos que surgen cuando alguien te dice que hagas algo, así como cualquier reacción física o emocional. Hacer una pausa para hablar contigo mismo puede darte más flexibilidad en la forma en que respondes.

Fíjate en el ego: Cuando te enfrentas a una batalla de voluntades, es difícil pensar con claridad. Tu ego quiere tener la razón y estar a cargo, pase lo que pase. Pero seguir las demandas del ego no siempre conduce a los mejores resultados.

Revisa tus suposiciones: ¿crees que te están controlando? ¿te sientes desempoderado? ¿tratado como un niño? Recuérdate a ti mismo que las interpretaciones de la mente no siempre son correctas. Pregúntate si podría haber otras formas de pensar sobre la situación que sean más útiles y precisas.

Ser consciente de estos factores puede ayudarte a dar una respuesta razonable. A veces, el mejor curso de acción es hacer lo que te dicen, lo que no significa necesariamente que estés renunciando a tu agencia. Parte de ser autónomo es decidir cómo responderás a las solicitudes.

Lo más probable es que nunca te encante que te digan qué hacer, y aún así podría provocar sentimientos de impotencia o infantilización. Puedes dejar que esas reacciones sean lo que son y aún así tomar una decisión que te sirva bien.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Seth J. Gillihan PhD

El Dr. Seth J. Gillihan, es un psicólogo con licencia y autor especializado en la Terapia Cognitivo Conductual (TCC).

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