Engaño
6 razones por las que la gente miente aunque no sea necesario
Entendiendo las motivaciones de los mentirosos patológicos.
27 de marzo de 2020 Revisado por Lybi Ma
Mentir patológicamente no es un diagnóstico clínico, a pesar de que a veces puede ser un síntoma de otros problemas, como un desorden de personalidad o un episodio maníaco. Pero algunas personas se acostumbran tanto a mentir que lo hacen incluso cuando no hay un propósito claro y cuando sus mentiras son muy fáciles de descubrir, dejando a la gente confundida por el grado de sus engaños.
A través de los años, he trabajo con muchas de estas personas, los conocidos como mentirosos patológicos o compulsivos, y he obtenido algo de comprensión sobre la manera en la que piensan. Por increíble que parezca, mentir tiene algo de sentido si lo vemos a través de su perspectiva.
1. La mentira es importante...para ellos. La razón número uno por la que la gente miente cuando simplemente no importa es porque, de hecho, ellos sí creen que importa. Mientras que todos a su alrededor creen que es un asunto sin importancia, el mentiroso cree que es críticamente importante. Probablemente le están poniendo énfasis y presión inmerecidos sobre sí mismos o el asunto, pero no lo sabremos a menos de que preguntemos algo como, "Me parece que este asunto es muy importante para ti, ¿por qué?"
2. Decir la verdad se siente como renunciar al control. Con frecuencia la gente dice mentiras porque están intentando controlar la situación y ejercer influencia para llegar a las decisiones o reacciones que quieren. La verdad puede ser "Inconveniente" porque podría no ir de acuerdo con su narrativa.
3. No quieren decepcionar. Puede que no se sienta así, pero la gente que dice una mentira tras otra con frecuencia están preocupados por perder el respeto de quienes los rodean. Quieren agradar, impresionar y ser valorados. Y les preocupa que la verdad podría llevar al rechazo o a ser avergonzados.
4. Una avalancha de mentira. Recuerdo una caricatura que veían mis hijos hace años sobre cómo crecen las mentiras. Decimos una mentira pequeñita, pero luego, para cubrir esa mentira, tenemos que decir otra, luego otra y luego otra, cada una se va haciendo más y más grande. Finalmente, terminamos discutiendo sobre el color del cielo, porque admitir cualquier cosa crea el potencial de que se derrumbe todo el castillo de naipes. Si un mentiroso crónico admite una sola mentira, sienten que están admitiendo ser unos mentirosos y que hay motivos para no confiar en ellos.
5. Para ellos no es una mentira. Cuando estamos bajo presión, se vuelve difícil pensar en las cosas en lo general. Nuestros recuerdos de las cosas son realmente muy poco confiables: Múltiples estudios han demostrado que nuestras memorias se ven influenciadas por muchas cosas, que cambian con el tiempo y que prácticamente se reconstruyen cada vez que pensamos sobre ellas. Con frecuencia, los mentirosos repetitivos sienten tanta presión en el momento que su memoria sencillamente deja de ser confiable. Cuando dicen algo, suele ser porque en ese momento genuinamente creen que es verdad. Su memoria ha sido saturada por el estrés, eventos del momento y su deseo de encontrar una manera de hacer que esta situación funcione. A veces, eso puede volverse tan severo que la persona casi parece haber creado un mundo completamente alternativo en su cabeza, uno que cumple con sus necesidades y creencias de un momento a otro.
6. Quisieran que fuera verdad. Finalmente, puede ser que el mentiroso quisiera que su mentira fuera verdad con tantas ganas que su deseo y necesidad de nuevo sobrepasan a su instinto de decir la verdad. "Seamos el cambio que queremos ver en el mundo", Gandhi nunca dijo eso realmente, pero a veces, los mentirosos esperan poder hacer que algo se vuelva realidad repitiéndolo una y otra vez y creyéndolo tanto como sea posible. En el ambiente actual de "hechos alternativos", es difícil no ver este comportamiento como relativamente justificado.
La gente, en su mayoría, es honesta por default. La mayor parte de las personas dicen la verdad la mayor parte del tiempo. Nuestra capacidad de lenguaje está basada sobre la asunción de honestidad, estamos de acuerdo con que las palabras que usamos significan consistentemente las mismas cosas, y no usamos palabras de manera engañosa porque esto haría que el lenguaje y la misma comunicación de ideas se hiciera imposible. Algunas personas mienten más que otras, pero los mentirosos frecuentes realmente son honestos la mayor parte del tiempo. Pero cuando sus engaños son tan descarados, fáciles de desmentir y aparentemente irrelevantes, destacan dramáticamente.
Tan frustrante como puede ser cuando la gente miente, podemos empezar a entender las motivaciones que vienen detrás. Preguntarle a la persona, "¿Por qué es tan importante esta situación para ti?" o "¿Por qué necesitas que vea esto como tú lo ves?" puede ser una manera útil y no amenazadora de llegar a las bases de desesperación y estrés que con frecuencia están detrás de los engaños. No preguntemos, "¿Por qué mientes?" Necesitamos recordar que la persona frecuentemente se ve motivada por no ser vista como mentirosa, y esta pregunta los hace sentir acorralados.
Por supuesto, entender las motivaciones generales y tener empatía hacia estas situaciones tiene valor. Pero para funcionar efectivamente en el mundo real, también necesitamos que la gente aprenda a ser más honesta. Comunicar empatía hacia la desesperación de una persona puede ser una herramienta valiosa para que se sientan capaces de decir la verdad. Y luego, reconocer y reforzar cuando alguien dice la verdad, es una poderosa manera de lograr que sean más honestos. Le muestra a la gente que la verdad no es aterradora y que el mundo no se acabará si se dice la verdad.
A version of this article originally appeared in English.