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Verificado por Psychology Today

Catastrofizar

3 maneras para dejar de imaginarte siempre lo peor

Asumir que hay una catástrofe en el horizonte te detiene. Así es como puedes seguir adelante.

“Me siento algo mareada. ¿Y si es cáncer de estómago? ¿Qué harán mis hijos si muero?”

“A mi jefa no pareció gustarle mi propuesta. Me pregunto si ella y mis colegas estarán conspirando en mi contra. ¿Y si me despiden?

“No he sabido nada de mi amigo en mucho tiempo. ¿Por que siempre tengo que ser quien llama? ¿Qué tal que ya no le importo?”

Es verdad que pasan cosas malas, incluso cosas horribles que causan dolor real a buenas personas. Pero las fantasías catastróficas como aquellas imaginadas arriba causan un sufrimiento inútil a nuestras mentes, ya sea que tengan un grano de verdad o no. Como decía Mark Twain: “soy viejo y he conocido muchos problemas, pero la mayoría nunca sucedieron”.

¿Estás causando tu propio sufrimiento con pensamientos de “qué tal que”?

Me sorprende la frecuencia con la que me descubro desarrollando el hábito mental negativo de pensamientos catastróficos, así que no me sorprende que los estudios indiquen que el 60 al 70 por ciento de nuestro diálogo mental sea negativo.

Para dirigir mis pensamientos en una mejor dirección, he ideado tres declaraciones rápidas para decirme. Con ayuda de una o todas ellas, usualmente puedo calmarme y seguir adelante:

  1. “No está pasando en este momento”. Sí, sin duda es posible que ocurra una catástrofe, pero no está pasando ahora. Esta frase podría ayudarte a ver que, al menos por ahora, estás a salvo.
  2. “Pase lo que pase, puedo lidiar con ello”. Esta declaración te recuerda que tienes tus propios recursos internos y te da determinación para enfrentarte a los desafíos de la vida. (El concepto viene de la tradición de la Terapia Cognitivo Conductual).
  3. “Estoy causando mi propio sufrimiento. ¿Podré detenerme?” La primera parte de esta declaración se origina en las Cuatro Nobles Verdades del Budismo. A veces me descubro diciéndolo con sorpresa: “¡estoy causando mi propio sufrimiento! ¡De nuevo!” La pregunta, “¿cómo podría detenerme?” te ayuda a ver que tienes una elección. Por supuesto, si verdaderamente hay una catástrofe aproximándose, como un divorcio, una muerte en la familia o un desastre natural, lo mejor que puedes hacer es preguntarte “¿cómo me puedo preparar mejor para este evento?” Planear tus pasos de acción alivia tu ansiedad.

Si estás causando tu propio sufrimiento con “qué tal que”, reconoce esos pensamientos, recuerda alguna de las frases anteriores y luego sigue adelante. Si te das cuenta de que tus pensamientos no dejan de volver a tus fantasías catastróficas favoritas, no te desalientes. Cambiar los hábitos mentales es difícil y las recaídas son parte del proceso. De hecho, dejar de catastrofizar puede tomar toda la vida. Aún así, un mejor monólogo interno te ayudará a superar los “qué tal qué” más rápido si puedes enfocarte en tus pensamientos sobre lo que realmente te importa.

© Meg Selig, 2013

Meg Selig es autora de ¡Poder de cambio! 37 Secretos para cambiar hábitos con éxito.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Meg Selig

Meg Selig es autora de Changepower! 37 Secrets to Habit Change Success.

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