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Verificado por Psychology Today

Apareamiento

5 Señales de que sales con un hombre-niño

¿Sus rutinas parecen de bachillerato?

La idea de un chico que nunca crece es promovida y romantizada en nuestra cultura como atractiva o simplemente se ve como “la forma en que son los hombres.” Tristemente, son las mujeres quienes pagan ese precio porque hay consecuencias de pedirle cuentas a este tipo de hombres. Ella hace el trabajo de dos y él solo navega en sus hombros..

Esto puede explicar en parte por qué los hombres, en general, se benefician más del matrimonio que las mujeres.

El matrimonio le trae mayor felicidad a la mayoría de los hombres, mejor salud física y más riqueza que a aquellos que están solteros. Las mujeres por otro lado, no pueden dar por hecho que van a cosechar estos mismos beneficios- que las mujeres se beneficien del matrimonio o la pareja a largo plazo dependerá de la calidad de la asociación.

Considera si estás saliendo con alguien que tendrás que cargara lo largo de la vida en lugar de un verdadero socio de quien puedas depender. Lo que parece divertido y sexy ahora podría convertirse en peso muerto que tendrás que cargar, junto con tus hijos, las tareas domésticas y las finanzas.

Aquí hay 5 señales de que podrías estar saliendo con un “hombre-niño":

1. Tienes que recoger su desorden.

Esto puede ser cualquier cosa, desde lo mundano, recoger su ropa y alimentos alrededor del espacio compartido, hasta lo más serio, como hacerte cargo de sus deudas, pagas la cuenta más veces de las que puedes recordar, o eliges los regalos de Navidad o cumpleaños para su familia. Cuando algo sale mal con su trabajo o amigos, tu lo rescatas, explicas las cosas para disminuir la tensión o la responsabilidad. Lo excusas por todo, racionalizas sus malas elecciones y te esfuerzas por ver las cosas más desde su perspectiva que la tuya. Cuando las personas no crecen completamente, le traspasanel arduo trabajo de ser adultos a las personas más cercanas a ellas. Puede ser sutil, pero si te descubres excusándolo, para y reflexiona sobre por qué estás arreglando el desorden de un hombre adulto.

2. Hablar de niños o compromiso trae pánico a sus ojos.

Cuando has salido con alguien por algún tiempo, se suele hablar del futuro. Y en ese momento, ves su pánico y deseo de huir. Culpas a tu táctica, te prometes hablarlo de forma más casual la próxima vez. Luego lo planteas a manera de broma, tal vez mientras ven una comedia de situación sobre los horrores del entrenamiento para ir al baño, y dices: "¡Estarás a cargo del entrenamiento para ir al baño cuando tengamos hijos, ja!” Pero miras de reojo y ves ese mismo pánico en sus ojos, y media hora después de tu broma, sale del lugar. Si después de una cantidad razonable de tiempo (nota: esto no debería ser años) no puedes hablar del futuro en cualquier nivel y tener una plática razonable al respecto, estás saliendo con un hombre-niño. Este comportamiento es extraño: después de todo, hablar sobre el futuro o lo que quieres o no quieres no significa que vaya a suceder, o incluso que estés seguro de que quieres que suceda. Es solo una plática, y mereces poder tener estas conversaciones con tu pareja para que puedas ver si quiere las mismas cosas que tú.

3. Lo regañas constantemente

Puedes darte cuenta de que lo haces pero no puedes detenerte. Sientes que si no le recuerdas lo que necesita hacer, lo que dijo que haría o debería hacer, nunca lo hará. Te decepcionas una y otra vez, ya que no cumple con los planes o los compromisos. Él te dice que dejes de regañarlo, pero cuando intentas tener una conversación seria sobre lo que te molesta, él se cierra. El "regaño" tiene mala publicidad, pero cuando miras más profundamente, este suele ser el resultado de que alguien no asume plena responsabilidad de sí mismo y de sus acciones. Sin embargo, al igual que criar a un adolescente, cada vez que lo regañas le das continuidad a estos comportamientos. En lugar de responsabilizarse de lo que no hizo, desvía la culpa hacia tí por ser tan regañona.

4. Evita las conversaciones serias.

Cuando pasa el regaño y tratas de hablar de cuestiones o necesidades más profundas, él hace una broma, cambia el tema, mira a su teléfono, o invierte los papeles diciéndote lo que estás haciendo mal en la relación. Lo último que quiere un "hombre-niño" es una confrontación, y hará cualquier cosa para evitar tener una. Cuando intentas hablarle de algo serio, analiza si eres tú quien retrocede de tener la conversación disculpándote por algo que hiciste mal. ¿Sientes que tu argumento original nunca se aborda y terminas hablando de aquello que hiciste mal y desencadenó su mal comportamiento?

5. Sus intereses y amistades tienen ambiente de bachillerato.

Cuando sale o pasa tiempo con amigos, vuelve a ser adolescente. No puede mantener límites adultos con el alcohol, abusa de las drogas recreativas, participa en bromas o generalmente pareciera regresar a un sentido del humor como de bachillerato. Cuando está contigo, él no exuda esta forma tonta de diversión y te desesperas. Los hombres que nunca crecen no saben cómo tratar con mujeres adultas que quieren tener una conversación de adultos. Vuelven a sus formas adolescentes por su incomodidad con la intimidad y para protegerse de acercarse mucho a tí. De hecho, cuanto más adolescente sea tu hombre, más "maternal" puedes ser en su presencia. Es difícil dejar ir si sientes que eres la única a cargo. Y es aún más difícil tener una relación romántica de adultos próspera con alguien que está glorificando sus días de universidad o que constantemente quiere pasar el rato con los chicos. Puedes descubrir que estás sola más de lo que te gustaría y que cuando están juntos, realmente no se divierten ni disfrutan el uno del otro.

Derechos de autor Jill Weber, Ph.D.

Imagen de Facebook: varuna / Shutterstock

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Jill P. Weber Ph.D.

La Dra. Jill P. Weber, es autora de Having Sex, Wanting Intimacy—Why Women Settle for One-Sided relationships.

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