Todos tenemos un sinsentido interno que nos impide mostrarnos, en nuestras vidas, nuestros sueños, o ante nosotros mismos. Aquí hay un reto para ayudarnos a movernos hacia adelante.
Cuando pienses: "ten piedad, odio el Día de la Madre", consuélate con el hecho de que muchos de nosotros lo hacemos. El Día de la Madre puede ser un trauma anual triste que se repite.