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Verificado por Psychology Today

Trastornos de la alimentación

¿Recuperarte de la anorexia mejora la cognición?

Evidencia de que el tratamiento para la anorexia no mejora déficits cognitivos.

Los puntos clave

  • Estudios muestran que las deficiencias cognitivas que coexisten con la anorexia mejoran con la recuperación.
  • Varios estudios y revisiones cuestionan la evidencia de que la función cognitiva mejora con la recuperación.
  • Con resultados que contradicen la intuición, debemos analizar las definiciones de remisión y recuperación.

Hemos encontrado pruebas sólidas de que las deficiencias cognitivas que coexisten con la anorexia mejoran con la restauración, la remisión y la recuperación del peso. Pero tal como encontramos con las correlaciones entre la anorexia y el deterioro cognitivo, hay algunas pruebas que van en contra de este amplio hallazgo de que se pueden esperar beneficios cognitivos durante o después de la recuperación. Aquí hay una lista de las principales revisiones y estudios individuales que encontré que sugieren que el tratamiento no ayuda:

  • Una revisión sistemática de “ejora cognitiva después del aumento de peso en pacientes con anorexia nerviosa” por Hemmingsen et al. (2021), por ejemplo, encontró que la flexibilidad cognitiva no se vio afectada después del aumento de peso en niños y adolescentes, aunque mejoró la velocidad de procesamiento, y que los resultados de los estudios de adultos no fueron concluyentes.
  • Una segunda revisión sistemática, esta vez específicamente de “Flexibilidad cognitiva en la anorexia nerviosa aguda y después de la recuperación” (Miles et al., 2020), encontró que los estudios que utilizan un diseño de participantes (que comparan el desempeño de los mismos individuos antes y después del tratamiento) no mostró diferencias significativas en la flexibilidad cognitiva entre participantes agudos y recuperados (aunque las conclusiones fueron “limitadas por un número modesto de estudios”). Para los estudios que utilizaron un diseño entre participantes (que compararon participantes enfermos con controles sanos [CS]), concluyeron que “los participantes recuperados se desempeñaron peor que los CS en algunas medidas neurocognitivas, sin embargo, los resultados fueron inconsistentes entre los estudios”.
  • El estudio de Tenconi et al. (2021) sobre “Cambios en el funcionamiento clínico y cognitivo después de la hospitalización parcial en pacientes con anorexia nerviosa” encontró que, aunque la toma de decisiones mejoró significativamente después del tratamiento en el hospital de día, “la monitorización cognitiva y la inhibición cognitiva parecen ser principalmente características similares a rasgos estables”.
  • Furtjes et al. (2018), investigando “La rumiación en la anorexia nerviosa: aspectos cognitivos-afectivos y neuroendocrinológicos”, encontraron que la rumiación sobre la comida disminuyó durante la restauración del peso y se correlacionó con los niveles de leptina, mientras que la rumiación sobre el peso corporal y la forma no se relacionó con la leptina, persistió después. aumento de peso y mostró conexiones más fuertes con el estado de ánimo. Concluyen que “la rumiación sobre el peso/la figura corporal parece ser un aspecto cognitivo-afectivo del trastorno, pero es posible que la rumiación relacionada con los alimentos deba considerarse desde una perspectiva fisiológica”.
  • En un desafío más fuerte a la hipótesis de que la recuperación mejora las cosas, el estudio de Talbot et al. (2014) “Déficits cognitivos como endofenotipo para la anorexia nerviosa: ¿un hecho aceptado o una necesidad de reexaminación?” encontró que los participantes con cualquier experiencia de vida de anorexia tenían peor cambio de configuración que los controles sanos, pero que cuando se agruparon por estado de enfermedad, solo los participantes en los dos grupos recuperados (peso recuperado y recuperación total) demostraron una peor capacidad de cambio de configuración que los controles, mientras que “los pacientes con AN aguda se desempeñaron de manera comparable a todos los demás grupos”. Concluyen que los resultados son “consistentes con una tendencia global hacia las dificultades de cambio de configuración en pacientes con AN”, pero sugieren que puede haber subgrupos de pacientes que tienen este tipo de déficit y otros que no.
  • Aún más contraintuitivo, el estudio de Seidel et al. (2021) de “Función cognitiva en adultos con anorexia nerviosa duradera” encontró que los pacientes con anorexia mostraron tiempos de reacción más rápidos en las tareas de atención y una mayor precisión en el razonamiento gramatical en comparación con los controles sanos, y no hubo diferencias en los otros dominios cognitivos medidos, ni en la muestra con anorexia entre el inicio y el seguimiento “después del aumento de peso”. Concluyen que “estos hallazgos complementan los resultados de otros estudios que sugieren una mayor concentración y precisión de razonamiento en pacientes que padecen AN, que mostraron un mayor rendimiento en tareas cognitivas a pesar de su enfermedad”.

Entonces, ¿qué está pasando con estos hallazgos de que la recuperación no ayuda, y tal vez incluso que estar enfermo ayuda?

Siempre que encuentres algo contrario a la intuición/deprimente en los estudios de los trastornos alimentarios, lo mejor que puedes hacer es comenzar por observar sus definiciones de remisión y recuperación.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Emily T. Troscianko

La Dra. Emily T. Troscianko, es investigadora y escritora con particular interés en los vínculos entre la lectura de ficción y la salud mental.

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