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Verificado por Psychology Today

Humor

¿Por qué nos reímos de las vulnerabilidades cognitivas?

Destacar los errores mentales es una práctica tradicional en la creación de humor.

Los puntos clave

  • Gran parte del éxito en la vida es consecuencia de la percepción, la agudeza mental, la memoria y las habilidades para resolver problemas.
  • Cuando las personas no alcanzan las normas esperadas en el rendimiento intelectual, pueden considerarse vulnerabilidades cognitivas.
  • Expresar la risa les recuerda a los demás que todos compartimos defectos y debilidades en este ámbito de importancia crítica.

Así como las deficiencias físicas y emocionales pueden ser cooptadas para inspirar la risa intencionalmente, también pueden hacerlo los rasgos cognitivos. Cada interpretación consciente de nuestro entorno material o social, cada análisis de costo-beneficio y cada intento de resolución de problemas puede enfatizarse o modificarse para mostrar una vulnerabilidad cognitiva. El hecho de no poseer alguna pieza importante de información, usar la lógica razonada para evaluar una situación, hacer asociaciones estándar entre causa y efecto y los impedimentos menores para una comunicación efectiva, todo demuestra los límites de la competencia intelectual de uno. Y cuando estas cualidades no aparecen por sí solas, podemos usar el humor para asignarlas a nosotros mismos y a los demás, amigos y enemigos por igual.

Los ejemplos abundan. Podríamos usar mal o pronunciar mal una palabra a propósito, rotar todo nuestro cuerpo al cambiar una bombilla, ponernos los zapatos en los pies equivocados o pedirle consejo financiero a nuestro gato. Cada uno representa una falla cognitiva que normalmente se reconocería como humorística. Un extraño puede preguntarse si estos son signos de un defecto mental, pero los amigos sabrán que están diseñados para provocar la risa.

Fuente: John Charles Simon
La pirámide de la vulnerabilidad
Fuente: John Charles Simon

Del mismo modo, señalar, exagerar o crear ejemplos de vulnerabilidad cognitiva en otros a propósito también puede provocar la risa. Si hacemos una pregunta capciosa para garantizar una respuesta incorrecta, incitamos a alguien a intentar un trabalenguas o a recordar a los empleados de una empresa la propensión de su rival comercial a perder dinero; todas estas cosas pueden ser graciosas.

Si el objetivo es un amigo, la risa de los demás generalmente le levantará el ánimo. Si el objetivo es un competidor o alguien cuyo estatus superior es objetable, el objetivo puede ser inspirar una risa sobajante.

Incluso más que el humor emocional, el humor cognitivo está vinculado culturalmente. Más allá de la simple afirmación de la estupidez, gran parte del humor cognitivo se basa en que la audiencia sepa cómo una exhibición mental refleja una vulnerabilidad. El hecho de no reconocer una determinada obra de Beethoven podría divertir a quienes asisten regularmente a conciertos de música clásica, pero tendría pocas consecuencias para quienes solo escuchan jazz o swing. El humor automotriz no significa nada para aquellos que han dependido únicamente de burros o bueyes para el transporte. Y pronunciar mal una palabra a propósito es gracioso solo para aquellos que conocen la variante correcta en ese idioma en particular.

El humor cognitivo suele ser sutil. Puede tomar formas que solo aquellos que están familiarizados con el humorista detectarían. Podría ser la ligera exageración de la destreza intelectual de uno, un ceño fruncido de confusión o una referencia burlona a una debilidad de hace veinte años. Puede ser burlón, satírico, sarcástico, ingenioso o gracioso. Cualquiera que sea su estructura, el humor cognitivo es esencialmente lo mismo que el humor físico y emocional. Hay algún tipo de vulnerabilidad expuesta acompañada de un cambio de estado inferido, y la risa que sigue es nuestra forma de decir: “Lo entiendo. He cometido el mismo tipo de error mental. Ambos tenemos este tipo de deficiencias”.

En otras palabras, un poco de estupidez ayuda mucho en la búsqueda del humor.

Hay innumerables ejemplos de humor cognitivo en YouTube. Este primer enlace te llevará a un verdadero clásico. Un sketch realizado por el famoso dúo de comedia de Bud Abbott y Lou Costello utiliza una subclase comprobada de falla cognitiva, de vulnerabilidad y de comunicación. En este caso, son los apodos de los jugadores de un equipo de béisbol y, más específicamente, quién está primero.

El segundo ejemplo consiste en una encuesta callejera en la que el conocimiento geográfico de los participantes resulta menos que estelar. Ten en cuenta que los que están siendo interrogados, en su mayor parte, no se muestran humorísticos cuando no responden correctamente. Más bien, es al resaltar su ignorancia para la diversión de la audiencia que reconocemos la intención que, por definición, requiere el humor.

Derechos de autor John Charles Simon

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
John Charles Simon

John Charles Simon da conferencias, escribe y consulta en varios temas, incluidos la risa, el humor, sus orígenes y evolución y el rol central de cada uno en nuestras vidas.

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