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Verificado por Psychology Today

Meditación

Por qué meditar no es para todos

La meditación puede ser problemática para estas 5 condiciones crónicas. 

Los puntos clave

  • Si padeces afecciones crónicas como ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático, la meditación puede empeorar sus síntomas.
  • La meditación tradicional, como sentarse en silencio y relajar la mente, es muy desafiante cuando tu mundo interior está en caos.
  • Considera formas no tradicionales de meditación que involucren experiencias sensoriales, como caminatas, jardinería o pintura.
 Nagara Oyodo/Unsplash
Fuente: Nagara Oyodo/Unsplash

La meditación es una hermosa herramienta para fomentar la autorreflexión y la tranquilidad mental. Pero, ¿funciona para todos?

Antes de entrar en el meollo de por qué la meditación falla para algunas personas, permítanme comenzar con una confesión completa: he tenido una práctica de meditación durante 33 años. Comienzo cada día con una hora y reservo tiempo para estudiar enseñanzas relacionadas con mi práctica de atención plena.

La meditación diaria es mi fuente secreta de fortaleza: despeja la niebla mental, alivia los nervios y la ansiedad, y me ayuda a encontrar sentido a los obstáculos inevitables de la vida. Es un "gimnasio espiritual" que nunca deja de fortalecer mi fuerza vital.

¿Significa eso que la mediación es para ti? Eso depende de varios factores.

Diferentes tipos de meditación

La meditación se presenta de muchas formas; cualquier actividad que fomente la calma, la autorreflexión y la atención plena podría considerarse una forma de meditación. Para esta publicación, nos centraremos en la meditación tradicional: sentarse en silencio, concentrarse en la respiración y relajar el cuerpo y la mente.

Suena bastante relajante, ¿verdad? Entonces, ¿cuál es el problema?

Personas que pueden tener dificultades con la meditación

Si padeces las siguientes afecciones crónicas, la meditación puede no ser tu mejor opción.

  1. Ansiedad intensa: La ansiedad puede convertir tu mundo interior en un caos lleno de pensamientos intrusivos, pensamientos obsesivos, rumia o paranoia. Dirigir tu atención hacia adentro podría provocar un aumento en el temor y la incomodidad.
  2. Depresión en curso: Las personas que luchan contra la depresión tienden a aislarse, retirarse del mundo y pasar demasiado tiempo a solas. La meditación podría alimentar una mayor reclusión.
  3. Trauma: El trauma puede causar disociación y ataques de pánico. Cuando se desencadena un trauma, la mente tiende a fragmentarse, y tratar de calmar sus pensamientos puede parecer un desafío insuperable.
  4. Episodios psicóticos: La psicosis se define generalmente como una ruptura en las pruebas de la realidad; esto conduce a un sentido inestable y frágil de sí mismo. La meditación podría promover esta ruptura y magnificar las distorsiones.
  5. Adicción activa: Si alguien está en medio de una adicción activa, es difícil que cualquier forma de meditación o terapia sea efectiva. La meditación podría aumentar los antojos y los pensamientos de consumir drogas o alcohol.

Como puedes ver, las formas tradicionales de meditación te dirigen a llevar tus pensamientos hacia adentro. Si tu mundo interior está en crisis, puede iniciar una batalla mental que empeore tus síntomas.

Prácticas de meditación no tradicionales a considerar

Si la meditación te resulta insoportable, considera formas de meditación que atraigan tu atención fuera de ti mismo al darte una tarea o actividad en la que enfocarte. La meditación que involucra experiencias sensoriales táctiles o estimulantes te sacará de ti mismo y te dará un descanso de la angustia interna.

Por ejemplo, trabajé con un joven que resultó traumatizado por un accidente automovilístico que puso en peligro su vida. Estaba abrumado por la ansiedad y los síntomas del trastorno de estrés postraumático. No importaba cómo tratara de meditar, no podía aquietar su mente. De hecho, se sentía peor con cada intento, como si fuera un fracaso en la meditación.

Entonces, un día, mientras organizaba su garaje, encontró un pequeño trozo de pino recién cortado. Sacó su navaja de bolsillo, se sentó en una caja y la recortó silenciosamente. Cuanto más se concentraba en la madera, más tranquilo se sentía.

El tallado en madera pronto se convirtió en su meditación. Al principio, talló objetos domésticos simples, como tenedores o cucharas, que se convirtieron en regalos para amigos y familiares. Más tarde, experimentó con proyectos más grandes y tomó una clase de arte.

El desarrollo de su talento natural para tallar abrió la puerta a la calma que necesitaba en su vida. Ralentizó su ritmo cardíaco y metabolismo, despejó su mente y le dio algo en lo que concentrarse además de su dolor. Los objetos que creó también se convirtieron en símbolos de sanación.

Encontrar tu forma de meditación

Piensa en tareas tranquilas que disfrutes y que repongan tu energía y enfoquen tu mente, luego explora cómo te sientes después de participar en ellas. Estás en el camino correcto si te sientes más tranquilo y con los pies en la tierra.

Algunas formas no tradicionales incluyen caminar, pescar, nadar, surfear, pintar, cocinar, cantar, hacer ejercicio, escribir, estirar, colorear, hacer manualidades, andar en bicicleta, leer o hacer jardinería.

Tomará tiempo y experimentación encontrar tu forma de meditación. Disfruta de la aventura y recuerda, una práctica de meditación no es solo calmante; tiene el poder de mejorar todas las áreas de tu vida.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Sean Grover L.C.S.W.

Sean Grover, Trabajador Social Clínico con licencia, es autor y psicoterapeuta que liderea uno de los grupos de terapia más grandes en los Estados Unidos.

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