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Verificado por Psychology Today

Craig Dowden Ph.D.
Craig Dowden Ph.D.
Motivación

La grandeza no nace, se hace

Dominar el arte y la ciencia de la excelencia aprendida.

Los puntos clave

  • Es un mito que el máximo rendimiento nace, no se hace.
  • Liberar nuestro potencial tiene más que ver con nuestro software que con nuestro hardware.
  • Hay poder en un credo de valores personales.

¿Alguna vez te has preguntado cómo los grandes de nuestro tiempo se catapultaron a la cima de sus campos? Esa es la pregunta candente que tuve el privilegio de explorar con el psicólogo del desempeño Eric Potterat y su coautor, Alan Eagle, ex alto ejecutivo de Google en mi podcast Do Good to Lead Well. Hablamos de su libro recientemente publicado, Learned Excellence, para descubrir los secretos para maximizar nuestro potencial. Estas son algunas de sus ideas transformadoras:

La grandeza no nace, se hace

Una idea fundamental de su libro es que la grandeza no es dominio exclusivo de aquellos que han nacido con talentos especiales. Por el contrario, la excelencia es una habilidad que se puede aprender y desarrollar. No reconocer esto socava nuestro potencial y casi garantiza que no capitalizaremos plenamente nuestros dones.

Los autores resaltan astutamente el papel crítico que desempeñan los factores mentales, particularmente cuando las capacidades físicas están igualadas, como en los Juegos Olímpicos. Si bien es posible que no compitamos como atletas de élite, el mismo principio se aplica en nuestra vida personal y profesional.

Para argumentar aún más su caso, hacen referencia a una metáfora convincente que relaciona el potencial humano con los sistemas de hardware y software de una computadora. Si bien comenzamos a vivir con cierto hardware, la forma en que actualizamos y perfeccionamos constantemente nuestro software marca la diferencia cuando se trata de optimización del rendimiento.

Una de las ideas más estimulantes exploradas en su libro es el concepto de credo de valores personales.

¿Cuál es tu credo de valores personales?

“La mayoría de las veces las personas no se toman el tiempo para entender quiénes son realmente…”

Ser plenamente conscientes de nuestros valores genera beneficios considerables, que incluyen una mejor toma de decisiones, mayores niveles de desempeño y una mayor resiliencia. Si bien no elimina las presiones y los desafíos de nuestras vidas, nos capacita para enfrentarlos de manera más efectiva.

Si bien la mayoría de las personas pueden creer erróneamente que conocen sus valores, esto es sorprendentemente raro. Los propios autores notaron su propia falta de atención a este ejercicio y cómo la mayoría de los artistas y clientes de élite con los que trabajan tampoco se han sentado a trazar su credo de valores.

Para aquellos nuevos en la idea, un credo de valores es “una breve declaración que consta de 10 palabras que definen tu identidad. Estos 'marcadores de identidad' constituyen el núcleo de lo que te importa, disfrutas, encarnas y por lo que vives”.

Un objetivo principal del credo es alejar nuestro pensamiento de nuestra reputación hacia nuestra identidad. Es una herramienta poderosa que centra nuestra atención en quiénes somos (que está bajo nuestro control) en lugar de distraernos por lo que otros piensan de nosotros (que está fuera de nuestro control). Liberarnos de esa carga nos permite aprovechar plenamente nuestro potencial.

A través de su extenso trabajo de entrenamiento y consultoría, con atletas de élite y diversos clientes corporativos, han sido testigos de innumerables ejemplos de personas que aprovecharon el poder de este ejercicio para trascender obstáculos y lograr resultados extraordinarios. Aunque pueda parecer un pequeño cambio, el impacto es verdaderamente profundo “porque por primera vez... estás duplicando lo que es importante para ti”.

Una advertencia importante: no se apresure a elaborar su credo de valores personales. Como aconsejan los autores, “si esto se hace en 30 minutos, está mal hecho. Tardará un rato. Debería ser un proceso iterativo. y es posible que cambies algunas palabras uno o dos meses después”. Disfruta el viaje mientras te exploras profundamente.

Conclusión

Si bien la mayoría de nosotros buscamos “secretos del éxito”, los ingredientes más poderosos se encuentran dentro de nosotros mismos. Curiosamente, uno de los más importantes y que a menudo se pasa por alto es el papel de los valores fundamentales. Cuando anclamos nuestra energía y esfuerzos en quiénes somos y qué valoramos, se proporcionan las mejores condiciones para desbloquear nuestra grandeza personal y profesional.

A version of this article originally appeared in English.

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