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Verificado por Psychology Today

Creatividad

Cómo nutrir la creatividad disfrutando tu tiempo

Vivir creativamente puede significar tomar tu tiempo. Y eso implica poner límites.

Los puntos clave

  • En una "cultura de estar ocupados" que siempre exige más, la creatividad es difícil.
  • La creatividad es mejor en flujo, y el flujo requiere ralentizarse. 
  • Establecer límites puede apoyar un estilo de vida más creativo.
@ kjpargeter, Freepik
A person in a tropical landscape.
Fuente: @ kjpargeter, Freepik

¿Quieres vivir en una casa construida a toda prisa? ¿Comer una fruta inyectada con productos químicos para acelerar la maduración? ¿Recibir un servicio de alguien que siempre tiene prisa?

Ninguno de estos escenarios me atrae. Tampoco me gustaría presentar un trabajo apresurado y menos que óptimo a los demás. Especialmente si se trata de un trabajo creativo.

En la "cultura de estar ocupado" eso siempre exige más, siempre exige ir más rápido, dedicar el tiempo y el esfuerzo necesarios para hacer un trabajo de calidad es un desafío. Sin embargo, la filosofía de los movimientos lentos desafía la glorificación de la prisa.

Los movimientos de vida lentos (comida lenta, viajes lentos, moda lenta, ciudades lentas) no se tratan de lentitud por el simple hecho de hacerlo, sino de atención plena, intencionalidad y la disminución del estrés que conlleva esta mentalidad. Se trata de salir del carril rápido y saborear la vida.

La desaceleración, la atención plena y la intencionalidad nutren nuestra creatividad al apoyar el flujo. Mihaly Csikszentmihalyi (1990) definió el flujo como "un estado en el que las personas están tan involucradas en una actividad que nada más parece importar; la experiencia es tan agradable que las personas continuarán haciéndolo incluso a un gran costo, por el simple hecho de hacerlo".

El flujo saca a relucir nuestro yo más creativo y productivo. La mejor creatividad y productividad implican la realización de actividades porque son intrínsecamente gratificantes, sin preocuparse y apresurarse.

Desafortunadamente, aunque regularmente damos de labios para afuera la importancia de la creatividad, a menudo pasamos por alto lo que se requiere para nutrirla y sostenerla.

En lugar de "presionar", considera la posibilidad de nutrir

Incluso la forma en que hablamos de creatividad está llena de lenguaje que implica presión y prisa, el lenguaje de empujar y apresurarse. Las frases en sí mismas generan ansiedad: "acelerar la creatividad", "impulsar la originalidad", "estimular la innovación".

"¿Estimular?" ¡Eso duele!

Por terrible que parezca, he tratado de estimularme en numerosas ocasiones. ¿Por qué no puedo ser tan rápido como otras personas? ¿Por qué. No puedo. Hacerlo. Más. ¡Más rápido!?

En realidad, puedo, pero a menudo me encuentro descontenta con la producción apresurada, y no me gustaría que la gente reciba un producto con el que no estoy satisfecha. Sin embargo, compararme con la velocidad de los demás a menudo me hace sentir inferior, un sentimiento bastante irracional considerando cuánto esfuerzo y dedicación pongo en mi trabajo.

Sin embargo, incluso reflexionar sobre estas emociones requiere disminuir la velocidad.

Al desacelerar y reflexionar, sé que mis proyectos más impactantes han sido aquellos concebidos y ejecutados durante períodos prolongados. Simplemente tiene sentido. La creatividad necesita germinar. La calidad del producto terminado que tuvo tiempo de evolucionar es mucho mejor de lo que hubiera podido producir si me hubiera apresurado.

Entonces, ¿cómo configuramos nuestras vidas para el flujo creativo y sin prisas?

Protegiendo nuestro tiempo y centrándronos en nuestras prioridades tiene que ver en gran medida con los límites.

Construir mejores límites

Vivir de manera más creativa está intrincadamente vinculado a establecer límites. Los límites nos permiten dedicar el tiempo y el espacio mental necesarios a nuestras actividades creativas. Extendernos demasiado no solo conduce al estrés y al agotamiento, sino que también nos priva de la oportunidad de pensar profunda y creativamente.

Así es como establecer límites puede fomentar un estilo de vida más creativo:

1. Tiempo para un trabajo profundo: El trabajo profundo es la capacidad de concentrarse sin distracciones en una tarea cognitivamente exigente, un estado que nos permite aprovechar nuestra creatividad. Al establecer límites y administrar nuestros compromisos, nos regalamos tiempo dedicado e ininterrumpido para un trabajo profundo.

2. Espacio mental para la creatividad: Cuando estamos constantemente apurados o abrumados por las tareas, nuestras mentes están llenas de listas de tareas pendientes y fechas límite, lo que deja poco espacio para la creatividad. Al establecer límites, creamos el espacio mental necesario para idear y resolver problemas.

3. Priorizar actividades creativas: Establecer límites a menudo implica priorizar lo que más nos importa. Si la creatividad es una prioridad, establecer límites asegurará que dediquemos el tiempo y la energía necesarios a nuestras actividades creativas, en lugar de ser consumidos por tareas menos importantes, en las agendas de otra persona.

4. Estrés reducido: El exceso de compromiso conduce al estrés, que es contraproducente para la creatividad. Al aprender a decir "no", podemos reducir nuestros niveles de estrés, creando un estado mental para un mayor flujo, disfrute y creatividad.

Establecer límites no se trata solo de evitar el compromiso excesivo; se trata de crear conscientemente el espacio y el estado mental en el que la creatividad puede florecer. Por lo tanto, cuando decir "no" sea difícil, piensa en cada "no" como un "sí" a tu creatividad. En tus términos. En tu propia hermosa vida lenta.

Una versión de esta publicación también aparece en el boletín Best Work for Your Brain.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Ludmila N. Praslova, Ph.D.

La Dra. Ludmila N. Praslova, Profesional certificada en el manejo de recursos humanos es profesora de Psicología Organizacional en la Universidad de Vanguardia de California del Sur.

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