Como lidiar con la falta de reconocimiento

“La rueda del hámster del reconocimiento” se relaciona con el deseo humano de ser reconocido o de recibir crédito por sus esfuerzos. Mientras que una persona puede querer reconocimiento por lo bien que preparó la cena, otra puede buscar un ascenso en el trabajo para mejorar su estatus y otra puede compartir su trabajo creativo con la esperanza de que se destaque. Todos estos escenarios representan un deseo de reconocimiento.

Dados los muchos obstáculos para recibir reconocimiento, la pregunta principal aquí será: si no obtengo el reconocimiento que merezco, ¿cómo puedo manejarlo de tal manera que no arruine mi salud mental?

La búsqueda de reconocimiento refleja necesidades psicológicas profundas

Aunque no todo el mundo quiere ser famoso o incluso popular, la búsqueda de reconocimiento de alguna forma refleja necesidades psicológicas más profundas. Según la Asociación Estadounidense de Psicología, una necesidad psicológica es “cualquier necesidad que sea esencial para la salud mental o que no sea una necesidad biológica”. Puede generarse enteramente internamente, como en la necesidad de placer, o puede generarse mediante interacciones entre el individuo y el entorno, como en la necesidad de aprobación social, justicia o satisfacción laboral...

Si bien la búsqueda de reconocimiento es una necesidad básica que puede conllevar beneficios, como motivar a las personas a persistir en la consecución de objetivos, la necesidad de reconocimiento puede provocar problemas psicológicos, como lo demuestran la ansiedad y la depresión que experimentan algunas celebridades y semicelebridades en las redes sociales debido a a la presión constante para proporcionar contenido nuevo y popular (Jennings 2021). También vemos resultados negativos similares en el público en general, ya sea en los empleados que se agotan por trabajar horas extras sin el suficiente reconocimiento por sus esfuerzos, o en el padre que se queda en casa y no recibe remuneración por el trabajo de criar a sus hijos y realizar las tareas domésticas.

Además, en una sociedad que valora la productividad, los ingresos y los logros por encima del bienestar emocional y la bondad de corazón, es fácil etiquetar el trabajo duro no reconocido como una "pérdida" de tiempo y recursos. De esta manera, la búsqueda de reconocimiento podría conducir no sólo a sentimientos de rechazo sino también a sentimientos de inutilidad. También podría llevar a las personas a dedicar demasiado tiempo a perseguir más proyectos de los que pueden manejar. Esta tendencia a morder más de lo que puedes masticar puede tener impactos negativos en tus relaciones con los demás, ya que sacrificas tiempo y atención hacia las personas que más te importan.

La búsqueda de reconocimiento también podría dañar las relaciones sin que te des cuenta, lo cual es irónico si tu objetivo es satisfacer la necesidad de conectar con los demás. Como ejemplo de esto, cuando era niña, a menudo me sentía incomprendida por mi búsqueda de reconocimiento, como cuando se burlaban de mí por ser la favorita de los profesores y una “sabelotodo”.

La realidad es que no podemos deshacernos por completo de la búsqueda de reconocimiento. Entonces, ¿qué se puede hacer para prevenir o mitigar las consecuencias negativas de la búsqueda de reconocimiento cuando también hay aspectos claramente positivos, o al menos irresistibles?

Afortunadamente, hay otras cosas sobre las que tienes más control cuando se trata de gestionar el lado oscuro de la búsqueda de reconocimiento. Mentiría si dijera que los domino a la perfección, dado que, de vez en cuando, todavía aparecen los errores de “complacer a la gente” y “esforzarse sin parar”. Sin embargo, yo diría que denunciar estos comportamientos es el primer paso. Hacerlo te liberará de una vergüenza innecesaria y podrás reflexionar sobre cómo utilizarla para hacer el bien tanto para ti como para los demás. Una vez que lo reconozcas, las siguientes estrategias también pueden resultar útiles:

1. Compite solamente contra ti: si bien es imposible vivir en un vacío en el que nunca te compares con los demás, puedes hacer un esfuerzo consciente para concentrarte en pensar en cómo has mejorado con el tiempo. Por ejemplo, si te deprimies porque tu amigo dirige una despensa de alimentos para personas sin hogar y tú solamente donaste tu tiempo ahí una vez, concentrarte en el hecho de que estás haciendo más voluntariado que en el pasado te dará un mayor sentido de significado en tu logro.
2. Elige de quién buscas el reconocimiento: no es ninguna vergüenza ser intencional acerca de qué retroalimentación te parece más importante. De hecho, esto es lo que tiene sentido dada la inutilidad de complacer a todos. Un ejercicio que hago con mis pacientes es pedirles que imaginen a una celebridad favorita. Luego les pido que se imaginen preguntando a todos sus compañeros (compañeros de clase, compañeros de trabajo, etc.) qué piensan de esa misma celebridad. ¿A todos les gustaría tanto la celebridad como a ti? Inevitablemente, incluso las personas más famosas tendrán sus críticos. Una de las principales razones de esto es la diversidad de la humanidad. Picasso no es del agrado de todos porque no todos aprecian el arte abstracto, no porque Picasso no fuera un gran artista.
3. Recuerda el poder de uno: aquí hay otro ejercicio que puedes probar. Reflexiona sobre una persona que tuvo un impacto apreciable en tu vida de manera positiva. Podría ser un padre, un maestro, una pareja, un amigo, un escritor, un presentador de podcasts, una celebridad o una figura histórica. Luego, imagina tener un impacto positivo en una sola persona, y que esa persona te considere de una manera similar a cómo piensas y sientes acerca de la persona que te impactó. Utiliza esto para recordar que hay un gran significado y valor en impactar positivamente la vida de una sola persona. Una vez más, no es necesario ganarlo todo.
4. Da reconocimiento a los demás: cuando encuentro artículos que comunican efectivamente una de mis creencias, los comparto en publicaciones en las redes sociales, con un breve comentario sobre mi respuesta a ellos. Reconocer a los demás no solo ayuda a las personas que están siendo reconocidas, sino que también puede ayudarte a sentirte bien al realizar un acto de bondad. Reconocer el trabajo de los demás también es una forma de donar al público, que puede beneficiarse del trabajo que reconoces.
5. Vive de acuerdo con tus valores: al examinar los valores personales que priorizas podrás comprender mejor hasta qué punto vives de una manera que se alinea con el tipo de persona que quieres ser. Por ejemplo, si valoras mucho la conexión social, pero no tienes tiempo para salir con amigos, es probable que te sientas bastante infeliz.

De manera similar, al buscar reconocimiento, asegúrate de preguntarte periódicamente cuál es el “por qué” detrás de tus esfuerzos. Luego, pregúntate si esta razón te está acercando o alejando del tipo de persona que quieres ser. Por ejemplo, si sientes que tu motivo para hacer voluntariado se está alejando cada vez más de ayudar a los demás y más hacia ganar un premio de voluntariado, no te detengas en la culpa, sino más bien usa esto como una señal para redirigir tu forma de pensar para que pueda dirigirse nuevamente en dirección hacia tus valores. Piensa en ello como darte cuenta, al mirar el velocímetro, de que estás conduciendo demasiado rápido. Persistir en esta observación podría hacer que te distraigas y sufras un accidente o recibas una multa. Más bien, es más eficaz controlar la velocidad desacelerando.

La vida puede parecer una carrera para llegar a la meta de tus objetivos. Cuando esos objetivos se basan únicamente en buscar el reconocimiento de los demás, corres el riesgo de autosabotearte y sufrir angustia emocional. Si reduces la velocidad periódicamente y revisas contigo, con tus necesidades y tus valores, obtendrás una hoja de ruta eficaz para encontrar significado y propósito, además de asegurarte de no perderte las rutas más pintorescas del camino.