Así que así se siente

¿Los hombres pueden saber cómo se sienten las caricias en la vagina o el clítoris para las mujeres? ¿Las mujeres alguna vez sabrán lo que sienten los hombres con el manoseo del escroto o la cabeza del pene? La respuesta corta es, no. Si no tienes un clítoris, no puedes saber cómo se siente.

Pero esa no es toda la historia. Los genitales tanto masculinos como femeninos se desarrollan de las mismas células embrionarias y están conectadas al sistema nervioso de la misma manera. Los géneros no se diferencian hasta mucho más tarde en el desarrollo fetal. Aunque un género no puede saber precisamente cómo se siente la estimulación erótica para el otro, entender la embriología genital puede ayudar a los amantes a apreciar el cuerpo del otro y dar placer de maneras más íntimas.

Las células embrionarias que se convierten en la cabeza del pene (glande) en los hombres se convierten en el clítoris en las mujeres. Como resultado, tocar el clítoris se siente como tocar el glande, excepto por una cosa. El clítoris y el glande contienen alrededor de 7,000 terminaciones nerviosas sensoriales, una mayor concentración de nervios sensibles al tacto que cualquier otra parte del cuerpo. Pero el clítoris los tiene en un volumen de solo un décimo del tamaño de la glande, así que, de toque en toque, esta concentración de nervios hace al clítoris más sensible que al glande.

Esta hipersensibilidad es la razón por la que, a menos de que la mujer solicite lo contrario, el clítoris debe acariciarse muy gentilmente. En el porno, los hombres a veces lo acarician de la manera en la que se rozan dos palos para encender un fuego. Eso es demasiado tosco. Muchas mujeres sienten incomodidad, incluso dolor, cuando los hombres no son muy gentiles. Incluso cuando se les manosea con gentileza, la presión directa podría ser demasiado difícil de soportar. No hay nada malo con que las mujeres se sientan así. Si una mujer es súper sensible, un amante no debe manosearla directamente.

Las células embrionarias que se convierten en el eje del pene se vuelven los labios internos de la vagina (labia minora), el eje del pene (se convierte en el pequeño cilindro que conecta el clítoris al cuerpo), y el punto G, la zona eróticamente sensible unos milímetros dentro de la vagina en la pared frontal, o superior si la mujer está acostada de espaldas. Para las mujeres el contacto en estas áreas es como acariciar el eje del pene de los hombres.

Como el eje del pene, los labios interiores, el eje del clítoris, y el punto G contienen muchos nervios sensibles al contacto erótico. También pueden contener tejido eréctil. Conforme las mujeres se excitan sexualmente, experimentan pequeñas erecciones en los labios internos abren la vulva, haciendo que la vagina sea más accesible para el coito.

Los labios externos se desarrollan del mismo tejido embrionario que le da forma al escroto. Tocar los labios externos se siente para las mujeres más o menos como lo que se siente tocar el escroto para los hombres.

La mayoría de las mujeres consideran que la vagina es un órgano sexual clave, para algunos, el único. Pero el tejido embrionario que se convierte en la vagina no tiene ninguna conexión con los tejidos sexuales discutidos arriba. Se desarrolla a partir de los conductos mullerianos, tejidos que se degeneran en los machos.

Biológicamente, la vagina se trata menos de sexo y más de reproducción, la entrada al mundo, el canal de nacimiento. Comparada con el clítoris y los labios vaginales, contiene pocas terminaciones nerviosas. A pesar de que el coito puede sentirse increíble y solidificar la intimidad y cercanía, biológicamente, la vagina no es tan central para la experiencia erótica.

La vagina es un órgano sexual al grado que es un acceso hacia el punto G. La vagina también es un órgano sexual para los hombres porque recibe al pene durante el coito. Usando esa definición, la boca es un órgano sexual porque también puede recibir al pene.

Desafortunadamente, los medios sexuales muestran a los hombres metiendo dedos, juguetes sexuales y otras cosas furiosamente en la vagina. La mayoría de las mujeres se sentirían más sexualmente satisfechas si los hombres les acariciaran suavemente el clítoris, los labios vaginales y el punto G, lo que se siente como un contacto erótico en la cabeza y eje del pene y en el escroto.