Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Depresión

8 datos sorprendentes sobre los vegetarianos

El vegetarianismo afecta los valores, creencias y bienestar.

En términos sencillos, un vegetariano es una persona que no come carne. Sin embargo, el vegetarianismo va más allá de unas sencillas elecciones de dieta; influye en muchas variables psicológicas como los valores, creencias y el bienestar. Un estudio publicado en el diario Current Opinion in Food Science (Nezlek & Forestell, 2019a) destaca varios hallazgos psicológicos recientes acerca de ser vegetariano. Estos son los hallazgos más interesantes sobre las correlaciones psicológicas de ser vegetariano:

  1. Los vegetarianos son más pro sociales que la gente que come carne. Apoyan la protección ambiental e igualdad social en grados más altos que la gente que come carne. También muestran una mayor oposición a la jerarquía, castigos capitales y violencia en general que la gente que come carne (Ruby, 2012).
  2. Es más probable que las mujeres sean vegetarianas a que los hombres lo sean (Ruby, 2012).
  3. Los vegetarianos tienen menos probabilidades de tener sobrepeso o ser obesos que la gente que come carne (Cramer et al., 2017).
  4. Los hombres vegetarianos son más empáticos hacia el sufrimiento humano que los hombres que comen carne - pero no hay diferencia entre las mujeres vegetarianas y no vegetarianas en este aspecto (Preylo & Arikawa, 2008).
  5. Los vegetarianos tienen más probabilidades de ser liberales y votar por ideologías centristas y de izquierda (Nezlek & Forestell, 2019b).
  6. Los vegetarianos tienen una autoestima más baja, un menor ajuste psicológico, menos significado en la vida y más humores negativos que la gente que come carne. (Nezlek et al., 2018).
  7. Los hombres vegetarianos tienen mayores índices de depresión que los hombres que comen carne (Hibbeln et al. 2018).
  8. Los hombres vegetarianos tienen una probabilidad más alta de sufrir depresión, ansiedad y desórdenes somatomorfos que la gente que come carne (Michalak et al., 2012). Sin embargo, los resultados de este estudio mostraron que muchas personas se hicieron vegetarianas después de recibir el diagnóstico de una enfermedad mental. Por lo tanto, no parece haber una relación causal entre ser vegetariano y tener problemas de salud mental. En su lugar, algunas personas tienden a volverse vegetarianas después de que se les diagnostica enfermedades mentales, tal vez porque quieren una vida más saludable.

A primera vista, estos resultados parecen ser un poco contraintuitivos. Los vegetarianos claramente muestran una orientación pro social más fuerte en comparación con la gente que come carne así que ¿por qué muestran un bienestar psicológico más bajo? ¿No sería de esperarse que a quienes les importan más otros seres también se sentirían más felices consigo mismos que la mayoría de las demás personas?

Aparentemente este no es el caso, Nezlek and Forestell (2019a) tienen una explicación interesante para este patrón de hallazgos un tanto inesperado. Argumentan que el bienestar psicológico reducido de los vegetarianos no está conectado con la dieta en sí, sino con su estado como minoría social. Las minorías sociales frecuentemente experimentan un bienestar psicológico reducido en comparación con la mayoría, porque con frecuencia se enfrentan a discriminación, por ejemplo, cuando los comedores de carne hacen chistes acerca de los vegetarianos o peor. Es más, los autores argumentan que la actitud de consciencia ambiental y pro social de los vegetarianos en sí misma también puede llevar a un bienestar psicológico reducido debido al estado actual del mundo, por ejemplo, la crisis climática y las crisis humanitarias en proceso.

Imagen de LinkedIn/Facebook: zhukovvvlad/Shutterstock

A version of this article originally appeared in English.

publicidad
Acerca de
Sebastian Ocklenburg, Ph.D.

El Dr. Sebastian Ocklenburg, es profesor de métodos de investigación en psicología en el Departamento de Psicología de la Facultad de Medicina de MSH
Hamburgo, Alemania. Su investigación se centra en la zurdera y las asimetrías cerebrales.

Más de Sebastian Ocklenburg, Ph.D.
Más de Psychology Today
Más de Sebastian Ocklenburg, Ph.D.
Más de Psychology Today