Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Relaciones

5 maneras en las que las personas se desenamoran

¿Cómo sabes si te estás desenamorando?

Todos tenemos mucha información sobre cómo es enamorarse, pero, ¿qué hay de desenamorarse? Los juicios de relación naturalmente varían con el tiempo; para algunos, estos podrían ser pequeños altibajos durante el transcurso de una semana o incluso un día, para otros, estos juicios podrían ir cambiando en una trayectoria aparentemente descendiente hasta el punto de preocupación. Entonces, ¿cómo diferenciamos un día, semana o incluso año malo de una mala relación? ¿Cuándo sabemos que nos hemos desenamorado?

Los académicos han identificado predictores de rompimientos y lo que pasa después, incluyendo las consecuencias del divorcio para individuos y familiares. Aquí resulta interesante la experiencia de desenamorarse: cómo se siente y cómo se desarrolla.

Los investigadores relacionados en el estudio empírico de desenamorarse nos dicen que, incluso cuando las experiencias de las personas son únicas, hay temas o patrones que suelen surgir conforme las personas se desenamoran (Sailor, 2013).

Cinco experiencias comunes de las personas al desenamorarse

  1. Pérdida de intimidad. Las parejas que se desenamoran típicamente experimentan un declive en la intimidad física, lo que podría significar menos sexo, no desear sexo, sexo de menor calidad, menos afecto postcoital u otras pérdidas en cuanto a intimidad física. Podrían poner pretextos para evitar la intimidad hasta que, eventualmente, ninguno de los dos inicia el contacto. Un declive en el contacto afectuoso durante el día también podría describir las experiencias de la gente al desenamorarse.
  2. Pérdida de confianza. ¿Realmente puedes apoyarte en tu pareja? ¿Te preguntas si tu pareja está siendo honesta contigo? ¿Estás siendo honesto con tu pareja? Las parejas describen el desenamorarse como un declive de la confianza.
  3. Ya no sentirse amado. Tal vez hay una desconexión entre la manera en la que actúa tu pareja y la idea de que te ama, y reconciliar su comportamiento con el amor simplemente no parece posible. Las personas que se están desenamorando podrían empezar a cuestionar si su pareja puede amar a alguien o si es solamente que su pareja no puede amarlas a ellas.
  4. Dolor emocional. El dolor de desenamorarse probablemente toma diferentes colores para distintas personas. En la muestra considerada por Sailor (2013), incluyó sentimientos de depresión, llanto, miseria y dolor y mucha soledad. La tristeza que sienten los individuos puede ser abrumadora y prolongada.
  5. Percepciones negativas del ser. Un corolario de desenamorarse parece ser una mala imagen propia y sentirse como un fracaso. Tal vez esto refleje la decepción al darse cuenta de que la relación no es lo que imaginabas; tal vez es un resultado de ser rechazado por alguien en quien confiaste en algún punto. La autoestima de las personas podría llevarse un duro golpe durante el proceso de desenamorarse.

¿Cómo sucede el desenamoramiento?

La investigación de Sailor (2013) extrajo dos temas adicionales dignos a considerar. Ambos temas son críticos para discernir la trayectoria de desenamorarse.

  1. Declive gradual. Primero, la mayoría de las experiencias del desenamoramiento no son transiciones de amor total hacia completa apatía. En su lugar, las personas lo describen como un declive lento en los sentimientos de amor, con el tiempo. El amor se reduce conforme se acumulan pequeños cambios que alejan a una pareja. Con el tiempo quieren cosas diferentes y metas distintas y tal vez terminan viéndose como personas distintas a las que eran cuando se enamoraron.
  2. Momento pivotal de entendimiento: se acabó. Una tendencia fascinante surgió entre los participantes de Sailor (2013): expresaron recordar un momento en el que supieron que la relación se había acabado, para siempre. Este momento de claridad, anticipado por una distancia creciente y separación emocional sugiere cambios pequeños en las emociones (por ejemplo, celos o desprecio) o pensamientos (por ejemplo, percibir a una pareja como incompetente) podrían hacerse de lado al principio, pero se van acumulando hasta el punto en el que son imposibles de ignorar. Podrían convertirse en fuerzas destructivas que a fin de cuentas llevan a una conciencia clara de que el amor se acabó.

Entonces, ¿cómo sé que ya se acabó?

Si estás cuestionando la salud y estabilidad de tu relación, puede ser difícil discernir si el problema es la relación o circunstancias circundantes. Piensa en todas las transiciones importantes que estresan las relaciones (por ejemplo, decisiones escolares o laborales, mudarse, un bebé) y considera los cambios que las parejas experimentan en el tiempo que pasan juntos (por ejemplo, cambiar a una relación de larga distancia, o reunirse después de un periodo de lejanía, repentinamente empezar a trabajar desde casa juntos, o la sensación del “nido vacío”). Todas estas transiciones pueden añadir considerable estrés a una relación, o modificarla un poco hacia una nueva normalidad.

El estrés temporal puede agotar los recursos de todas las parejas, incluso las más saludables. La cuestión es si las circunstancias son permanentes o no, y si lo son, ¿la relación puede sostener el estrés?

Imagen de Facebook: wavebreakmedia/Shutterstock

A version of this article originally appeared in English.

publicidad
Acerca de
Theresa E. DiDonato Ph.D.

La Dra. Theresa DiDonato, es psicóloga social y profesora de psicología en la Universidad Loyola de Maryland.

Más de Theresa E. DiDonato Ph.D.
Más de Psychology Today
Más de Theresa E. DiDonato Ph.D.
Más de Psychology Today