4 Maneras en que padres lastiman el autoestima de sus hijos

Una autoestima sana y fuerte es crucial para los niños. Tener una autoestima fuerte nos anima a superar desafíos, probar cosas nuevas y creer en nosotros mismos. La autoestima influye mucho en cómo nos vemos a nosotros mismos, lo que da forma a nuestros comportamientos y decisiones.

Los padres amorosos a veces pueden dañar involuntariamente la autoestima de sus hijos. Después de todo, somos humanos. A veces cometemos errores a la hora de qué decir y cómo comportarnos.

Estas faltas de comunicación de los padres a menudo se deben a errores de juicio de los padres. Pueden afectar negativamente la autoestima de nuestros hijos aunque nosotros, como padres, tengamos intenciones subyacentes positivas. Para evitar estos errores, primero debemos saber qué son y cómo provocan un impacto negativo.

Una nota de advertencia

Esta publicación está dirigida a padres que buscan aprender y crecer. Dicho esto, algunas personas realmente no están destinadas a ser padres. Para cualquiera que lea esta publicación y haya experimentado o esté experimentando padres verdaderamente tóxicos, siento empatía por todo el dolor que has soportado. Te animo a que valores todas tus fortalezas y veas a tus padres como personas heridas y limitadas. Si bien valoro el acto de perdonar, eso es algo que ocurre mejor cuando las personas están listas para hacerlo.

4 Tipos de comportamientos parentales que debilitan el autoestima

1. Criticar duramente. Ser criticado por un padre puede ser un desafío emocional, especialmente si se hace de manera dura o degradante. En mi experiencia como psicólogo infantil, la mayoría de los padres críticos luchan con ansiedades que salen de lado y abruman a sus hijos. Los comentarios críticos pueden erosionar la autoestima y el sentido de valía de un niño o niña y pueden causar sentimientos de tristeza, enojo o frustración. Estas duras reprimendas también pueden provocar una disminución de la motivación de los niños y una falta de confianza en sus capacidades.

2. Sobreproteger. Proteger constantemente a un niño o niña de los desafíos y obstáculos puede impedirle desarrollar confianza y un sentido de competencia. Si bien los padres pueden querer hacer todo lo posible para asegurarse de que sus hijos no sufran en la vida, irónicamente los reprimen al ser demasiado controladores. La sobreprotección también puede limitar las oportunidades de un niño o niña para explorar, aprender y cometer errores, todos los cuales son importantes para su crecimiento y desarrollo.

Además, sobreproteger a los niños puede generarles sentimientos de ansiedad e inseguridad, ya que es posible que no se sientan preparados para afrontar el mundo por sí solos. También puede crear una sensación de dependencia y falta de independencia, lo que puede resultar problemático a medida que los niños hacen la transición a la edad adulta.

Los padres deben lograr un equilibrio entre proteger a sus hijos y permitirles correr riesgos y enfrentar desafíos, para ayudarlos a convertirse en personas seguras y autosuficientes. Fomentar la independencia, fomentar la autoestima y enseñar habilidades para la resolución de problemas pueden ayudar a mitigar los efectos negativos de la sobreprotección.

3. Inyectar culpa. Una cosa es preguntarle a un niño o niña cómo se sentiría si estuviera en su lugar o en el de otra persona en una situación determinada. Sin embargo, con demasiada frecuencia los padres llevan esto al límite y tratan de hacer que sus hijos se sientan culpables por sus pensamientos, sentimientos o acciones. Muchos padres me dicen que están tratando de enseñar lecciones de vida, pero inculcar culpa niega cualquier sabiduría que tengan para ofrecer. Los padres que utilizan la culpa para controlar a sus hijos corren el riesgo de alienarlos.

4. Hablar con sarcasmo. Estás usando el sarcasmo si dices cosas que no quieres decir e insinúas lo contrario de lo que estás diciendo a través de tu tono de voz. El uso del sarcasmo daña a los niños porque les da vergüenza. Los padres frustrados pueden terminar hablando de estas maneras destructivas e hirientes. Lamentablemente, humillar a un niño mediante el sarcasmo crea un obstáculo para intentar comunicarse de manera efectiva y hace que todo se sienta peor.

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Menos autoestima puede incrementar la rebeldía

Como explico en 10 días para un niño menos desafiante, como resultado de estar expuestos a los comportamientos parentales discutidos anteriormente, los niños pueden arremeter más adelante de manera emocionalmente hiriente y perturbadora. Esto puede incluir rabietas, expresar resentimientos, discutir con frecuencia y desafiar solicitudes razonables. Muchos niños y adolescentes me han admitido que desarrollan estas emociones y comportamientos negativos después de sentirse heridos por sus padres.

Es fácil decir: “Ya no haré eso” y aun así caer en el patrón de repetir estos comportamientos problemáticos. Pueden ocurrir resbalones ocasionales. Cuando suceda, aborda estos comportamientos negativos con tu hijo o hija.

Carlos, un padre soltero con el que trabajé, compartió conmigo un avance reciente que había logrado con su hijo Daniel, de 13 años. Carlos era un autoproclamado “tipo duro en recuperación”. Tenía un historial de gritarle a Daniel en la casa y en los partidos de fútbol.

Carlos había progresado mucho en su relación con su hijo de una manera mucho menos crítica, hasta una noche en que Daniel y Carlos estaban en un banquete de premios de fútbol y Carlos se burló sarcásticamente de su hijo por mirar hacia abajo cuando recibió su premio. Entrené a Carlos para que no se castigara y él estaba decidido a seguir siendo menos controlador y más abierto.

Con esto en mente, Carlos se acercó a Daniel y le dijo: “Daniel, te pido disculpas por ser tan sarcástico y crítico contigo. Verte allí arriba y recibir ese premio me hizo sentir honrado de ser tu padre”.

Más tarde, Daniel me dijo: “Papá lo entiende ahora”.

Consideraciones finales

Tu forma de interactuar con tus hijos juega una gran influencia a la hora de dar forma a cómo desarrolla su autoestima en su vida. Cuanto más te comuniques de manera positiva y seas modelo de responsabilidad por tus comportamientos negativos, más podrás influir en tus hijos para que hagan lo mismo y apoyarlos para que tengan una autoestima sólida. Los padres y madres deben promover un ambiente enriquecedor y de apoyo, brindando amor incondicional, aliento y refuerzo positivo para fomentar la autoestima saludable de sus hijos.

© Jeffrey Bernstein, Ph.D. (Todos los derechos reservados) La ley prohíbe estrictamente la retención, duplicación, distribución o modificación no autorizada de materiales protegidos por derechos de autor.

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