10 cosas que sabemos sobre las aventuras de una noche y el remordimiento

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¿Cómo reaccionas a las aventuras de una sola anoche?

La pregunta tiene un significado importante en la sociedad estadounidense actual, ya que más del 75 por ciento de los estudiantes universitarios reportan al menos una situación así, el 30 por ciento de las cuales incluyen sexo (Paul y Hayes, 2002). La prevalencia general real de las aventuras de una sola noche es incluso mayor, ya que estos estimados están limitados a estudiantes universitarios. Las interacciones sociales postuniversitarias para individuos de entre 20 y 40 años presentan muchas nuevas oportunidades para hacerlo y no hay señales de que estas tendencias vayan a cambiar, necesitamos evaluar cómo se conectan las aventuras de una sola noche con la salud psicológica y el bienestar.

Empecemos con nuestra definición de aventura de una sola noche, porque hay un gran debate al respecto, aunque usualmente se incluye un encuentro sexual entre dos personas fuera de una relación romántica o de citas (desde besarse y tocarse hasta sexo oral, vaginal o anal). Las personas podrían ser desconocidos, amigos, exparejas, conocidos casuales, etc. Pero la ausencia de compromiso es importante para la definición.

Las personas tienen excelentes aventuras de una sola noche y terribles aventuras de una sola noche. La variedad de comportamientos involucrados, situaciones en las que pueden ocurrir y maneras en las que pueden acabar, crean un reto para los investigadores que quieren entender y predecir las reacciones emocionales de las personas. Aún así, hemos aprendido mucho sobre la manera en la que los individuos heterosexuales responden a estas situaciones, especialmente sobre sus sentimientos de remordimiento.

A continuación presentamos algunos de estos hallazgos:

1. Los hombres y las mujeres tienen remordimientos distintos. Las mujeres tienen más probabilidades de lamentar una aventura y su respuesta emocional podría incluir vergüenza o culpa. Los hombres tienen más probabilidades de lamentar su elección de pareja, lamentando su situación si su pareja era sexualmente permisiva o poco atractiva (Paul y Hayes, 2002).
2. Los hombres y las mujeres pueden reaccionar positivamente a las aventuras de una sola noche. Nuevas evidencias sugieren que 70 por ciento de los hombres y alrededor de 50 por ciento de las mujeres tienen respuestas predominantemente positivas hacia sus aventuras más recientes (Strokoff, Owen, y Fincham, 2014). Entran en dos grupos: los felices y esperanzados y los realistas satisfechos. Los felices y esperanzados tienden a tomar mucho alcohol antes de tener su aventura, con frecuencia tienen sexo y anticipan que una relación emerja potencialmente de su encuentro. Los realistas contentos están más cómodos con el encuentro de una sola vez, se sienten deseables y emocionados y tienden a no esperar más de la aventura.

1. ¿Con sexo o sin sexo? Las mujeres suelen tener menos remordimientos cuando una aventura no incluye coito. Las aventuras de una sola noche que incluyen sexo oral no están asociadas con tantos remordimientos como aquellas que incluyen coito, potencialmente porque las muejres subestiman sus riesgos a la s alud y porque el sexo oral puede servir como un arreglo entre la presión de la cultura social para tener sexo y fuerzas sociales más amplias que fruncen el ceño ante el coito casual (Eshbaugh y Gute, 2008; Paul & Hayes, 2002).
2. Acción vs. falta de acción. Los hombres esperan lamentar una oportunidad perdida en cuanto a un encuentro de sexo casual más que las mujeres y más de lo que lamentarían un encuentro sexual que sí ocurrió (Galperin et al., 2013). Por otro lado, las mujeres anticipan lamentar las acciones sexuales más que la falta de acción sexual.
3. La elección de pareja importa. Las personas tienen más probabilidades de lamentar una aventura de una noche si involucró sexo con alguien que habían conocido por menos de 24 horas (Eshbaugh y Gute, 2008).
4. Las aventuras pueden dejar a las personas confundidas. Tener reacciones mezcladas en cuanto a una aventura es bastante común. Las evidencias sugieren que alrededor del 25 por ciento de las personas se sentían usadas y confundidas en relación a su aventura más reciente. Estas experiencias van acompañadas de sentimientos de incomodidad, confusión y vacío. Claro, tal vez las personas se sienten aventureras, pero también pueden terminar sintiéndose decepcionadas (Strokoff et al., 2014).
5. Las aventuras pueden ser experiencias de aprendizaje. Qué tan positivamente perciben las personas sus aventuras puede estar relacionado con incrementos en su comodidad al participar en comportamientos sexuales e incrementos en su interés en relaciones románticas (Owen, Quirk, & Fincham, 2013). Tener una aventura puede ayudar a las personas a reconocer sus seres sexuales y obtener más confianza como parejas sexuales potenciales.
6. A más aventuras, mayor es la posibilidad de remordimiento. Aunque los remordimientos sexuales son complejos, las evidencias respaldan la idea de que las personas que reportan más parejas de aventuras tienen más probabilidades de haber lamentado una decisión de participar en actividades sexuales (Oswalt et al., 2005).
7. El estado emocional puede predecir las reacciones. Los individuos que tienen ansiedad afectiva (por ejemplo, temor al abandono y cuestionamientos sobre su propia valía) tienen más probabilidades de responder negativamente a una aventura (Owen et al., 2013). De igual forma, los individuos que reportan más soledad y quieren la aprobación de su pareja, tienden a reaccionar de maneras más negativas. Esto sugiere que la certeza relacional general propia puede iluminar la manera en la que uno experimenta un encuentro casual.
8. Algunas personas no tienen remordimientos sexuales. En un estudio, 23 por ciento de las mujeres universitarias sexualmente activas reportaron que no tenían ningún remordimiento en cuanto a sus decisiones sexuales (Eshbaugh y Gute, 2008). Otras investigaciones han encontrado índices similares en muestras que incluyen tanto a mujeres como a hombres (Oswalt et al., 2005). Mientras que la mayoría de las personas tienden a experimentar algo de remordimiento, es importante reconocer que otros se sienten consistentemente positivos en cuanto a su historial sexual. Esto sugiere que es posible que las personas naveguen la cultura de las aventuras sin consecuencias psicológicas dañinas.

Hay mucho más por aprender sobre qué provoca una reacción positiva a una aventura y qué provoca una reacción negativa. Los académicos también se enfrentan al desafío de enfocarse no solo en las aventuras heterosexuales, sino también en los comportamientos de sexo casual y las respuestas emocionales subsecuentes de individuos gay y lesbianas.

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