Diálogo interno
Muchas personas son conscientes de tener una voz interior que proporciona un monólogo constante en sus vidas a lo largo del día. Esta voz interior o diálogo interno, que combina pensamientos conscientes junto a creencias y prejuicios inconscientes, proporciona una forma para que el cerebro interprete y procese las experiencias diarias.
Nuestro diálogo interno puede ser alegre y de apoyo o negativo y contraproducente. El diálogo interno puede ser beneficioso cuando es positivo, calmando los temores y reforzando la confianza. Desafortunadamente, la naturaleza humana, es propensa al diálogo interno negativo, incluyendo afirmaciones negativas como "no puedo hacer nada bien" o "soy un completo fracaso".
Contenido
Algunas personas creen que pueden atribuir su éxito a que tienen una voz interior fuerte. En algunos casos, incluso una voz interna crítica puede empujar a las personas hacia los logros, haciéndolos conscientes de obstáculos internos y externos hacia el éxito. Sin embargo, con el tiempo, ese tipo de diálogo interno puede afectar la confianza personal, fomentando la vergüenza y limitando el crecimiento personal.
Muchas personas usan el diálogo personal, ya sea interno o en voz alta, para motivarse y la investigación muestra que puede ser beneficioso, si se hace correctamente. En un estudio, las personas que usaban la primera persona cuando hablaban consigo mismas antes de una tarea fueron menos efectivas que aquellas que hablaban consigo mismas en segunda o tercera persona. Crear distancia psicológica en nuestro diálogo interno puede ayudarnos a calmarnos y enfrentar momentos difíciles.
Puedes hacer que tu diálogo interno funcione para ti al monitorearlo de cerca. Es fácil permitir que el diálogo interno se vuelva crítico o permanezca dudando. Cuando esto sucede, la investigación muestra que nos volvemos menos exitosos en la búsqueda de soluciones creativas para los problemas, y otros también pueden dudar de nosotros. Corregir tu diálogo interno cuando no es constructivo puede mantenerte enfocado en impulsarte.
Cuando el diálogo interno se centra en cómo podemos prosperar y no solo sobrevivir, puede proporcionar una motivación esencial para alcanzar los objetivos. El diálogo interno que nos ayuda a tener una visión más amplia de nuestras vidas y oportunidades -en lugar de centrarse estrechamente en las amenazas- y el diálogo interno que reconoce y aborda directamente nuestras dudas y temores promueven la felicidad, el bienestar y el éxito. Eso es lo que ha demostrado la investigación.
El diálogo interno puede desviarse hacia lo negativo cuando pensamos en situaciones pasadas en las que las cosas no salieron bien, y cuando reflexionamos sobre un futuro lleno de cosas que podrían salir mal. La investigación encuentra que cuando el diálogo interno se centra en el momento presente y en ver como valioso ese momento y sus oportunidades, nos ayuda de manera más efectiva a alcanzar nuestras metas.
El problema con el diálogo interno negativo es que normalmente no refleja la realidad, por lo que puede convencer a las personas, erróneamente, no solo de que no son lo suficientemente buenas, sino de que nunca podrán mejorar, paralizándolas en autoabsorción e inacción.
Con frecuencia las personas con depresión y ansiedad experimentan un diálogo interno destructivo y disfuncional; la charla interna que escuchan puede ser incesante y demasiado crítica. Abrumados por la negatividad, pueden revolcarse en una dolorosa rumia, atacándose incesantemente. En casos severos, este tipo de diálogo interno se puede restringir con un tratamiento profesional, como la terapia cognitivo conductual.
Las personas que creen que el diálogo interno negativo es válido, a menudo imaginan que es honesto, que limita su ego, que los prepara para la decepción o que simplemente se lo merecen. Considerar si pensarían que sería útil o justo hablarle a un buen amigo de la misma manera, puede ayudarlos a entender por qué deberían dejar de justificar su autocrítica y en su lugar trabajar para silenciarla.
El diálogo interno negativo puede infiltrarse en todos los aspectos de la vida de una persona, incluido el sexo. Cuando las personas son críticas con su apariencia, condición física o habilidad sexual, puede provocar ansiedad por el rendimiento y producir encuentros que no son satisfactorios tanto para ellos como para sus parejas. Cortar la autocrítica cuando comienza a interferir con una experiencia sexual, y reemplazarla con pensamientos conscientes o autocompasivos, puede ayudar a restaurar la confianza sexual en sí mismo.
La técnica de replantear el diálogo interno negativo puede ser especialmente valiosa cuando esos pensamientos se centran en el cuerpo o la apariencia de las personas. Cuando surgen tales pensamientos, uno puede recordarse a sí mismo: "todos se sienten así a veces, pero cómo me siento acerca de mi apariencia no determina mi valor", por ejemplo, o "estas son las piernas que me mueven en el mundo y los brazos que abrazan a las personas que amo”.
Incluso el diálogo interno duro puede ser desafiado y marginado de manera efectiva. Volverse consciente de su papel es el primer paso. Entonces, algunas técnicas de autoayuda simples y directas pueden ser útiles, como ensayar una voz interior más constructiva con tonos más positivos y aprender a dirigirse a uno mismo en tercera persona. La investigación ha encontrado que usar nuestro nombre en lugar de "yo" durante los momentos de diálogo interno, puede crear una distancia psicológica útil de la intensidad emocional del yo, lo que permite evitar la rumiación y avanzar con mayor perspectiva, calma y confianza.
Puedes silenciar a tu crítico interno, y la autotrascendencia es a menudo un enfoque efectivo: la investigación muestra que cuando las personas pueden cambiar su enfoque de sí mismas y hacia los demás o el mundo en general, es más probable que ignoren o apaguen su autocrítica y se vuelvan más pacientes, autocompasivas y abiertas a la superación personal o busquen ayuda de otros.
Para superar la autocrítica tóxica, presta mucha atención a tus pensamientos para detectar la negatividad cuando surja, y luego intenta distraerte o desafiar la autocrítica al considerar si es incluso cierto, porque a menudo no lo es. Luego reemplaza los pensamientos exageradamente negativos con declaraciones más realistas que te muevan hacia la autoaceptación y la confianza.
Para dejar de juzgarte, de una vez por todas, es importante distanciarte del crítico interno, tal vez nombrándolo y abordándolo directamente; la investigación sugiere que separar la voz crítica de tu propia identidad te ayuda a liberarte de ella. A continuación, puedes introducir una nueva voz interior que sea un aliado que conscientemente busca, se da cuenta y se centra en más de las cosas buenas de ti mismo.