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Verificado por Psychology Today

Sabiduría

Simetría, belleza y sabiduría: cualidades que moldean nuestro universo

Estas cualidades innatas nos guiarán a un mejor futuro.

Los puntos clave

  • De acuerdo con las filosofías antiguas, el universo fue construido para ser conocible y comprensible.
  • Nuestras mentes tienen la capacidad y el deseo de conocer nuestro universo y nuestra propia conciencia.
  • Vivimos en un universo participativo en el que somos estudiantes ansiosos y capaces.
N. Miller / Shutterstock
Fuente: N. Miller / Shutterstock

Las cualidades de simetría, belleza y sabiduría son parte integral de nuestro universo y de nosotros mismos, que actúan como catalizadores que ayudan y facilitan nuestra comprensión del cosmos y nuestro lugar dentro de él. Como lo sugieren las filosofías védica, budista y de la Grecia antigua, estos principios fueron entretejidos intencionalmente en el tejido de la realidad, ayudando en nuestra exploración y comprensión del universo y de nosotros mismos. La afirmación de Einstein: "El misterio eterno del mundo es su comprensibilidad... El hecho de que sea comprensible es un milagro",1 hace eco de esta perspectiva.

Simetría, belleza y sabiduría: una perspectiva védica, budista y de la antigua Grecia

La historia muestra que estas tres cualidades han sido descritas durante mucho tiempo como principios rectores. Las antiguas escrituras védicas escritas entre 700 y 400 A.C. subrayan la integración perfecta y decidida de la simetría, la belleza y la sabiduría dentro de nuestro universo. La tradición védica propone que el cosmos es inherentemente impecable, simétrico, estéticamente gratificante y de diseño analógico, como es evidente en las siguientes citas:

  1. "Este universo es creado por el Señor Brahma, que es perfecto en conocimiento y que crea todo por Su propia potencia, de una manera perfecta y simétrica".2
  2. "El Señor ha creado este universo de una manera muy hermosa y ordenada". 3
  3. "Como es el cuerpo humano, así es el cuerpo cósmico. Como es la mente humana, así es la mente cósmica. Como es el microcosmos, así es el macrocosmos. Como es el átomo, así es el universo".4

De manera similar, las enseñanzas budistas de hace más de dos mil años afirmaron la simetría, la belleza y la sabiduría inherentes a nuestro universo, enfatizando la indivisibilidad de la sabiduría del cosmos:

  1. "El universo es una manifestación de la sabiduría de Buda y, por lo tanto, es perfecto en su simetría y belleza".5
  2. "El universo no está separado de la sabiduría; la sabiduría no está separada del universo".6

Los antiguos griegos percibían la simetría como parte integral de la belleza, la verdad y la sabiduría, dando forma a sus ideologías filosóficas y conocimientos científicos, como lo resumió Platón hace más de 1600 años en sus diálogos: "La belleza es el esplendor de la verdad"9 y "la belleza conduce a lo eterno".10

Comprensión a través de la simetría: una perspectiva cognitiva

La simetría, marcada por una configuración equilibrada de elementos, influye considerablemente en nuestro procesamiento cognitivo. La mente humana se involucra de forma natural e inherente en el razonamiento analógico, haciendo comparaciones e identificando similitudes entre diferentes entidades. Según el pensamiento védico, budista y griego antiguo, esto se debió a que fue construido de esa manera. La simetría incrustada en nuestro entorno nos ayuda a formar analogías, mejorando así nuestra comprensión de fenómenos complejos.

La simetría encarna no solo el orden y el equilibrio, sino que también es fundamental para la verdad, la lógica y la razón. En los ámbitos de la ciencia y las matemáticas, la simetría juega un papel fundamental, contribuyendo a teorías y descubrimientos notables. Como articula el destacado matemático británico Marcus du Sautoy, "La simetría es una manifestación delicada del equilibrio en la estructura de nuestro universo, y está incrustada en las leyes de la física".7 El estimado físico Richard Feynman subraya aún más la importancia de la simetría en la naturaleza, escribiendo que "la simetría es un gran principio rector en la naturaleza".8 Tanto las filosofías védicas como las budistas coinciden en que esto se debe a que nuestro universo y las leyes que lo gobiernan fueron creados simétricamente para que pudiéramos comprenderlo y conocerlo: "Como es la mente humana, así es la mente cósmica".

Nuestra comprensión emocional de la realidad se ve afectada significativamente por la belleza, que está asociada con las cualidades de simetría, armonía, equilibrio y proporción. Los estudios empíricos han demostrado nuestra atracción natural hacia la simetría y la belleza, proporcionando información sobre la neurobiología detrás de nuestra apreciación de esas cualidades. Los estudios de neuroimagen muestran que la exposición a estímulos hermosos, como el arte, la música y los paisajes naturales, activa los centros de recompensa en nuestro cerebro, liberando dopamina y otros neurotransmisores relacionados con el placer. Se ha descubierto que la simetría juega un papel crucial en nuestro procesamiento visual y apreciación de la belleza, extendiéndose más allá de los entornos naturales a los reinos del arte y la arquitectura. Por ejemplo, la investigación ha demostrado que las personas tienden a preferir composiciones simétricas en el arte y que los objetos dispuestos simétricamente son más agradables estéticamente que los objetos dispuestos al azar.11

Más allá de la evolución Darwiniana: nuestra búsqueda intrínseca de conocimiento

De acuerdo con las filosofías védicas y budistas, nuestro universo no solo fue diseñado para ser simétrico y hermoso, sino que nosotros, como partes integrales de él, también fuimos imbuidos de la capacidad y el deseo de reconocer y buscar estas cualidades. La evolución darwiniana postula que solo desarrollamos rasgos que mejoran nuestra supervivencia y capacidades reproductivas. Sin embargo, la perspectiva védica ofrece una visión más amplia de la evolución, sugiriendo un universo inteligentemente diseñado que estimula nuestra búsqueda de conocimiento sobre ella y sobre nosotros mismos.

Esta filosofía implica que nuestra atracción por la simetría y la belleza implica una interacción entre nosotros y nuestro universo que nos impulsa hacia adelante en nuestro viaje evolutivo. Sostiene que la evolución darwiniana fue una fase inicial de un proceso diseñado inteligentemente, seguido de una etapa de comprensión ampliada de nuestro universo y de nosotros mismos. En esta perspectiva, la adquisición de sabiduría sobre el universo y la autoconciencia son dos facetas interconectadas de nuestra progresión evolutiva. El físico teórico John Wheeler habló de esta interacción dinámica cuando dijo: "El universo no existe 'ahí fuera', independiente de nosotros. Estamos ineludiblemente involucrados en lograr lo que parece estar sucediendo. No somos solo observadores. Somos participantes".12

La interacción de la simetría, la belleza y la sabiduría: una perspectiva unificada

La intrincada danza de simetría, belleza y sabiduría nos atrae y nos da placer, guiándonos hacia adelante para conocer nuestro universo y nuestra propia conciencia. Nuestro viaje va mucho más allá de los límites de la mera supervivencia y propagación genética para incluir la búsqueda de la belleza, la verdad y la sabiduría. La presencia inherente de simetría, belleza y sabiduría entretejida en el tejido de nuestro universo y de nosotros mismos sugiere que nuestro papel no se limita solo a la supervivencia del más apto dentro de este cosmos expansivo. En cambio, somos participantes activos en un gran diseño que promete un futuro de creciente belleza y sabiduría.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Alan J. Steinberg M.D.

Alan J. Steinberg, Médico, es Internista, y médico de base en Beverly Hills, California. Su libro más reciente es To Be Enlightened, una novela.

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