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El aguijón de una ruptura o divorcio es doloroso y desorientador. La adrenalina viaja a través del cuerpo y la mente se acelera. La parte que sufre piensa: "esto no puede estar sucediendo". Y con ese pensamiento primordial, el individuo busca una acción correctiva, hablando con el ex, identificando la solución que salvará la relación o ganando tiempo de alguna manera para el compromiso, aplazando, pasando las cosas por alto. Lo que sea necesario.
Y sin embargo, la mejor manera de acelerar el proceso de sanación después de una ruptura o divorcio es la siguiente: detener el contacto con tu ex.
Si estás tratando de recuperarte del final de una relación, este consejo puede ser difícil de aceptar. Tu mente ya puede estar trabajando horas extras para racionalizar por qué está bien permanecer en contacto directo. Te puedes decir que tienes que regresarle sus cosas a tu expareja. O que piensas que es mejor seguir viviendo juntos, por un tiempo al menos. Te puedes decir que tienes que contactar a los miembros de la familia de tu ex. Tal vez haya un cumpleaños por venir, o algún otro evento. ¿Y qué daño puede hacer ver lo que tu ex está haciendo en redes sociales? Te aseguras a ti mismo que pueden romper y seguir siendo amigos.
En realidad, la única razón legítima para el contacto que no debe evitarse es si tienes hijos y debes comunicarte sobre las responsabilidades de co-crianza, e incluso en ese caso, debes mantener los límites reduciendo la conversación a los asuntos relacionados con los niños. De otra manera, continuar, o intentar continuar, la comunicación con tu ex solo prolongará tu sufrimiento y evitará que comiences un proceso productivo de dejar ir.
Aquí hay cuatro razones más para detener el contacto con un ex:
1. No puedes sanar.
Terminar una relación es difícil, pero los sentimientos dolorosos no son permanentes. Te sentirás triste, te sentirás enojado, sentirás una sensación de shock porque tu vida ha tomado este giro. Como describo en Terminar o divorciarse: 5 Pasos, estos sentimientos son normales y son parte del proceso de recuperación. Eventualmente, un tipo de aceptación entrará en tu vida si lo permites. Sin embargo, si persistes en contactar o intentar ponerte en contacto con tu ex, estás trabajando en contra del proceso de recuperación y a favor de una estrategia de negación contraproducente. Esto puede amortiguar el golpe, pero no cura nada. Simplemente te permite aplazar aceptar en su totalidad los sentimientos difíciles y tus nuevas circunstancias. Enfrentar los sentimientos difíciles y aceptar el hecho de que tu ex ya no está allí significa que ahora estás en el camino hacia la sanación. Hay consuelo en esto y a medida que persistas tu mundo será más brillante.
2. No puedes dejar entrar nueva energía.
Incluso si no eres consciente de ello, si todavía estás en contacto con tu ex, continúas dedicando tu energía a esa relación, que ya no puede ser lo que necesitas y deseas. Cada vez que hablas con tu ex, intentas hacer contacto, o piensas en cuándo vas a estar en contacto, desvías la energía necesaria para perseguir nuevas experiencias de vida.
3. Vives de la fantasía.
Si tu relación ha terminado, entonces se acabó: lo que tenías con tu ex ya no existe. Nunca será lo mismo. Continuar con la conexión significa que una parte de ti todavía espera que en algún universo alternativo exista la posibilidad de que tú y tu ex puedan estar juntos y ser felices. Como resultado, te alimentas de momentos de cercanía. Pero cada vez que entres en contacto, se te recuerda que ya no tienes a tu ex y te enfrentas de nuevo a la decepción aplastante. Esta montaña rusa se interpone en el camino de la vida real y tus oportunidades reales para la felicidad.
4. Revives tus errores.
Parte de lo que es tan difícil de manejar los finales en las relaciones es que la parte lesionada tiende a culparse a sí misma. De alguna manera, una relación que termina debería ser una oportunidad para el crecimiento personal. Sin embargo, es un error permanecer, o intentar permanecer, en contacto con un ex con la esperanza de lograr la oportunidad de hacerlo todo de nuevo. Como un personaje de la película El Día de la Marmota, te despertarás con los mismos miedos y molestias sobre ti mismo que el día anterior. Esto se debe a mantener el contacto te mantiene atrapado en el limbo: no puedes estar con tu ex, pero no puedes seguir adelante. Una vez que lo sueltas, completamente, obtienes la libertad de vivir, en su mayoría sin trabas por los remordimientos y las heridas de ayer.
Soy psicóloga en práctica privada en Washington, DC y autora de Terminar y Divorciarse 5 Pasos: Cómo sanar y estar cómodo solo; sígueme en Twitter @DrJillWeberor o Facebook.
A version of this article originally appeared in English.
