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A veces hay que recordarle incluso a los profesionales de la salud mental la importancia de tomarse el tiempo para cuidar de uno mismo para permanecer saludables y, como resultado, estar mejor equipados para apoyar a nuestros clientes. En esta serie de entrevistas, le pregunté a otros profesionales de la salud sobre sus prácticas de autocuidado, qué funciona para ellos y cómo logran centrar sus necesidades mientras cuidan de los demás.
Según la doctora Zoe Shaw, una psicoterapeuta autorizada y terapeuta de relaciones basada en California, el autocuidado es: “un ajuste de cuentas con tu alma, donde puede hacer esta declaración: soy digno de recibir cuidados”.
A continuación, presento las palabras de Monica L. Coleman, una asesora basada en Tunica, Mississippi que ofrece un testimonio poderoso y sincero sobre el impacto del autocuidado. Mi esperanza es que los hábitos del autocuidado de estas terapeutas les ayude a iniciar los propios o a renovar su compromiso con su propia salud.
¿Qué te ha parecido lo más desafiante de ser terapeuta en estos tiempos?
Atiendo a clientes en todo el estado de Mississippi a través de servicios de salud mental remotos. Como terapeuta especializada en adolescentes, poblaciones marginadas y personas con discapacidades, ha sido muy desafiante saber que algunas de las personas más vulnerables en mi estado no han tenido acceso a terapia debido al acceso limitado a servicios de banda ancha y/o dispositivos. En Mississippi hay muchas áreas rurales con conectividad limitada de banda ancha. Usualmente estos son lugares donde hay mucha pobreza.
¿Qué significa el autocuidado para ti?
El autocuidado es entender, aceptar y actuar con base en el hecho de que necesito estar bien con el fin de ayudar a otros a mejorar su bienestar. Al entender esto, continuamente busco conocimiento sobre cómo se podría ver el bienestar en mi vida. Al aceptar, reconozco dónde tengo que hacer cambios. Al actuar, implemento prácticas que fomentan el bienestar en mi vida.
¿Qué práctica de autocuidado te parece la más beneficiosa en estos momentos?
Escuchar a mi cuerpo y mente y buscar ayuda de otros conforme lo necesite.
¿Cómo ayuda eso?
A inicios de este año, empecé a experimentar fatiga. Y decidí sintonizar mi mente y mi cuerpo aún más para entender lo que estaba pasando. Primero, empecé a incrementar mi actividad física caminando y haciendo yoga. También alteré mi dieta para incorporar más vegetales. Luego, empecé a visitar un quiropráctico y tomé terapia de salud mental. Visité a mi doctor para una revisión general de bienestar y pronto descubrí que estaba embarazada, lo que era inesperado después de haber estado intentando por cinco años sin éxito. Por supuesto, actualmente presto especial atención a mi mente, a mi cuerpo en crecimiento y al bebé, y tengo un equipo de apoyo por parte de profesionales, familiares y amigos.
Cuando no puedes hacer lo más beneficioso, ¿cuál es tu plan B?
Cuando se me dificulta escuchar a mi mente y cuerpo o buscar ayuda de los demás, usualmente es porque estoy en un momento de angustia. Cuando estoy angustiada, mi solución es respirar. Respiro profunda y lentamente por la nariz por cinco segundos y todavía más lento por la boca durante 10 segundos. Repito esto hasta que me siento más afianzada en mi cuerpo y mente de nuevo y puedo escucharlos de nuevo. A partir de ahí, mi cuerpo y mente me hacen saber si necesito buscar ayuda.
Por cierto, esta es una habilidad en la terapia dialéctico-conductual que es importante usar para construir tolerancia a la angustia. Con frecuencia comparto esto con mis clientes porque no sabemos qué hacer cuando no sabemos qué hacer. Pero respirar es algo fácil de recordar en esos momentos y altamente efectivo cuando se hace de la manera correcta. Usualmente le enseño esto a mis clientes durante las sesiones para asegurarme de que entienden la ciencia y práctica de esta habilidad.
¿Por qué son importantes las prácticas de autocuidado?
Las prácticas de autocuidado son lo que nos sostiene durante nuestras vidas. Nos ayudan a conservar y a seguir avanzando hacia las metas y sueños que deseamos. Me gusta pensar en ellas en términos de mantenimiento de un vehículo. Nuestros vehículos necesitan gasolina y mantenimiento para desempeñarse y durar con el tiempo. Las prácticas de autocuidado son lo que nos alimenta y mantiene para que podamos desempeñarnos. Cuando las omitimos, tarde o temprano nos encontramos agotados. No podemos llegar lejos si estamos vacíos.
Mi esperanza para mí, mis familiares, amigos y todos mis clientes es que podamos desempeñarnos correctamente y lleguemos lejos en nuestras metas y sueños de vida. El autocuidado es absolutamente esencial conforme trabajamos juntos en esto que llamamos vida.
A version of this article originally appeared in English.
