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Verificado por Psychology Today

Autocontrol

Tu autocontrol depende de tus genes

Los genes que afectan el autocontrol influyen en una amplia gama de resultados.

Los puntos clave

  • Científicos analizaron datos de 1.5 millones de personas e identificó genes que influyen en la autorregulación
  • Los puntajes genéticos predicen varios resultados, incluidos TDAH, adicción, obesidad, educación y empleo.
  • Los genes influyen en las primeras etapas del desarrollo comprenderlos puede brindar poder sobre el desarrollo

¿Eres bueno en la planificación a largo plazo? ¿Puedes ceñirte a un objetivo, incluso si es un camino largo y aburrido para alcanzarlo?

¿O eres alguien más impulsivo? ¿Vives el momento, aunque no sea lo mejor para ti a largo plazo?

Todos diferimos en nuestra autorregulación conductual, que coloquialmente se conoce como autocontrol o, por otro lado, impulsividad. Probablemente hayas oído hablar de la famosa prueba de malvavisco, realizada en la década de 1960, en la que los investigadores descubrieron que se podían detectar diferencias en el autocontrol en los niños pequeños (¿querían el malvavisco ahora o podrían esperar para obtener el doble de recompensa?). Lo más interesante es que esas diferencias en el autocontrol se asociaron con una amplia gama de resultados de la vida a medida que esos niños crecían, desde el uso de sustancias hasta el logro educativo. Nuestra capacidad para retrasar la gratificación resulta ser importante para muchas cosas que nos importan.

Ahora los investigadores han dado otro gran paso hacia la comprensión del autocontrol.

En uno de los estudios más grandes jamás realizados, un equipo internacional de científicos que dirijo recopiló datos de casi 1.5 millones de personas e identificó cientos de genes que influyen en la autorregulación.

Usando estos hallazgos, creamos puntajes genéticos que cuentan cuántas de las ubicaciones en el genoma asociadas con la autorregulación porta un individuo. Estos puntajes predicen una amplia gama de resultados importantes en la vida. Las personas que tienen una predisposición genética más alta hacia el autocontrol tienen tasas más bajas de problemas de conducta en la infancia, uso de sustancias, adicción, obesidad e infección por VIH. Es más probable que terminen la universidad y tengan un empleo. Los puntajes genéticos representan aproximadamente el 10 por ciento de la variabilidad en los resultados relacionados con el autocontrol, un tamaño del efecto similar a otros factores sociales importantes como la desventaja del vecindario o los niveles de ingresos familiares. Es uno de los predictores genéticos más poderosos para cualquier resultado de comportamiento hasta la fecha.

Estos hallazgos no significan que algunas personas estén destinadas a desarrollar problemas. El ADN no es el destino. Pero sí muestran que nuestros genes influyen en la forma en que están conectados nuestros cerebros, lo que afecta nuestra tendencia natural hacia el autocontrol o la impulsividad. La forma en que se desarrolle esa tendencia puede tener efectos de gran alcance en todos los aspectos de nuestra vida.

Pero es importante recordar que la impulsividad, como todos los rasgos de comportamiento, no es necesariamente buena o mala. Ser demasiado impulsivo puede causar problemas, pero los directores ejecutivos, los empresarios y los pilotos de combate tienden a asumir más riesgos. La clave es comprender tu tendencia natural, para que puedas trabajar para evitar desafíos potenciales y capitalizar tus fortalezas únicas.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Danielle M. Dick, Ph.D.

La Doctora Danielle M. Dick, es profesora titular en Psiquiatría en la Escuela de Medicina Rutgers Robert Wood Johnson Medical School

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