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Verificado por Psychology Today

Sexo

¿Realmente quieres saber todo de tu pareja?

La investigación examina qué información evitan las personas conocer sobre sus parejas.

Los puntos clave

  • Aunque la comunicación abierta ayuda a construir intimidad, las personas pueden preferir evitar saber ciertas cosas.
  • A menudo se evita la información relacionada a prejuicios y pensamientos o comportamientos sexuales de una pareja, especialmente la infidelidad.
  • Evitar la información sobre una pareja romántica es mayor en aquellos que son mayores, más ansiosos y más evitativos.
VladBitte/Pixabay
Fuente: VladBitte/Pixabay

Ya sea que estén saliendo, comprometidos o casados, los miembros de una pareja no lo saben todo sobre el otro. ¿Pero querrían hacerlo?

No.

Según un artículo de Hussain et al. publicado en el Journal of Social and Personal Relationships, la gente desea evitar ciertos tipos de información sobre su pareja romántica. A continuación se ofrece un resumen de los dos estudios de los autores.

El tipo de información que las personas evitan conocer sobre su pareja

Muestra: 142 adultos; edad promedio de 27 años( rango de 18 a 68 años); 105 mujeres; 121 blancos; 70% en una relación romántica.

A los participantes se les preguntó si había alguna información (sobre su pareja romántica) que preferían no saber; y en caso afirmativo, qué información preferirían saber menos. A aquellos que no estaban en una relación en el presente se les instruyó que se refirieran a una relación pasada al responder a las preguntas.

Casi el 35% (40 de 115 encuestados) respondió afirmativamente a la primera pregunta. En cuanto al tipo de información que los participantes deseaban evitar, se codificaron sus respuestas y se identificaron tres categorías: problemas de relación, pensamientos y comportamiento sexuales, y diversos. A continuación se describen estas tres categorías (ejemplos entre paréntesis).

Pensamientos y comportamiento sexuales: Aquí se identificaron varias subcategorías, entre ellas infidelidad, que comprendía infidelidad sexual (amoríos pasados), infidelidad emocional (mantenerse en contacto con alguien con quien el individuo había engañado), y deseo sexual (atracción sexual hacia cualquier persona aparte de la pareja de la persona). El resto de subcategorías comprendía la sexualidad (sentirse atraído por un género diferente al de la pareja), historia sexual (grado de participación sexual con parejas románticas anteriores o número de parejas pasadas), y otros comportamientos y pensamientos sexuales (fantasías, masturbación).

Problemas de relación: Esta categoría incluye otras relaciones (la pareja sigue pensando en un ex), percepciones negativas (cómo califica la pareja al individuo), y otros problemas de relación (por ejemplo, embarazo).

Diversos: Asuntos que no encajaban en las categorías anteriores.

Resultados

Las categorías y subcategorías de información más frecuentemente mencionadas que las personas deseaban evitar eran:

  • Pensamientos y comportamiento sexuales (52%): infidelidad (34%) e historia sexual (11%).
  • Problemas de relación (34%): otras relaciones (23%), como saber que la pareja romántica no puede superar a un ex; y percepciones negativas (10%), como información sobre cómo la pareja romántica de la persona lo califica.
  • Varios (14%): Información sobre el consumo de drogas, actividades delictivas y otros temas (por ejemplo, acosar en línea).

En general, el deseo de evitar la información fue mucho mayor para relaciones románticas pasadas (58%) que para relaciones románticas actuales (26%).

Diferencias individuales en la evitación de información

Muestra: 184 adultos; en una relación romántica actual (71 comprometidos/casados); edad promedio de 26 años (rango de 18 a 67 años); 110 mujeres; 112 blancos. El género de las parejas: Dos no binarias/queer /transgénero, 29 hombre-hombre, 38 mujer-mujer y 115 hombre-mujer.

Se calificaron más de 60 declaraciones en función de la medida en que los participantes deseaban evitar conocer este tipo de información. Los elementos se generaron en parte en función de los hallazgos del estudio anterior, pero también incluyeron algunos elementos nuevos (por ejemplo, los prejuicios de la pareja romántica).

Las declaraciones relativas a la pareja romántica se clasificaron de la siguiente manera:

  • Comportamiento sexual/infidelidad (por ejemplo, promiscuidad sexual antes de la relación actual)
  • Prejuicios (por ejemplo, discriminación racial o de género)
  • Preocupaciones de la relación (por ejemplo, tener una visión negativa de la relación)
  • Problemas de salud (por ejemplo, problemas de salud física o mental)
  • Comportamiento problemático o ilegal (por ejemplo, consumo de alcohol o drogas ilegales)

Cada categoría distingue entre información pasada (es decir, antes o al principio de la relación actual) e información presente (problemas en curso).

Luego, los participantes completaron una medida de estilo de apego adulto, que consiste en apego ansioso (preocupaciones con respecto al rechazo o abandono por parte de una pareja) y apego evitativo (dificultad para abrirse o dependiendo de la pareja romántica).

Resultados

Para la mayoría de los elementos, el deseo de evitar la información fue promedio o estuvo por debajo del promedio.

En general, la evitación de la información fue mayor en aquellos que eran mayores y más altos en apego ansioso o apego evitativo, o cuando la información se relacionaba con problemas pasados (en lugar de actuales).

La información que más querían evitar los encuestados era la de los perjuicios y comportamiento sexual/infidelidad de su pareja. Estos fueron seguidos por otros problemas de relación, comportamiento problemático o ilegal, y problemas de salud.

Silverleaf/Pixabay
Fuente: Silverleaf/Pixabay

Pensamientos finales

En resumen, las personas en relaciones románticas estaban más abiertas a conocer sobre relaciones actuales que pasadas. ¿Por qué? Tal vez porque no quieren tener que reexaminar una relación antigua o experimentar nuevas dudas relacionadas con su capacidad para seleccionar parejas románticas adecuadas.

La nueva información que la gente quería evitar en su mayoría estaban relacionados con los prejuicios de la pareja o eran de naturaleza sexual (por ejemplo, los pensamientos sexuales del cónyuge, la historia sexual y la infidelidad), posiblemente porque este tipo de información es más probable que resulte en un conflicto severo e incluso la disolución de una relación.

Muchos también deseaban evitar la información sobre los comportamientos y pensamientos pasados (vs. actuales) de su pareja romántica, potencialmente porque la información parecía menos útil, o en conflicto con la necesidad de idealizar el pasado de su pareja.

El análisis de los datos mostró que el deseo de evitar la información era a menudo mayor en los individuos de edad avanzada. ¿Por qué? Tal vez se sientan más comprometidos con su relación romántica actual o tengan menos opciones románticas disponibles, por lo que preferirían evitar cualquier información que pudiera amenazar su relación actual.

Aquellos que eran emocionalmente inseguros y ansiosos (es decir, con apego ansioso y apego evitativo) también mostraron una mayor evitación de la información. Tal vez los individuos ansiosos temían que la exposición a información preocupante afectaría negativamente sus puntos de vista sobre sí mismos (por ejemplo, verse a sí mismos como aún más indignos o no amados). Por el contrario, las personas con apego evitativo pueden haber deseado protegerse de la información que podría resultar en una mayor cercanía e intimidad emocional.

Sin embargo, en general, no había ningún tipo de información en particular que la gente quisiera evitar completamente.

Esto sugiere que aquellos que tienen una relación romántica prefieren saber en lugar de evitar (completamente) la verdad sobre su pareja. Por lo tanto, es mejor las verdades desagradables que las mentiras reconfortantes, o, más bien, la comodidad de no saber nada.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Arash Emamzadeh

Arash Emamzadeh asistió a la Universidad de Columbia Británica en Canadá, donde estudió genética y psicología. También ha realizado estudios de posgrado en psicología clínica y neuropsicología en Estados Unidos.

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