Por qué tener padres indulgentes dificulta la adultez

Solía ser bastante fácil saber cuándo te convertías en adulto. El camino estaba lleno de hitos culturales que marcaban la dirección: primera comunión/bar o bat mitzvá, licencia de conducir, graduación, mudarse de la casa de tus padres y obtener un primer trabajo o alistarse en el ejército, casarse, comprar una casa y tener hijos.

La mayoría de la gente pasaba de la adolescencia directamente a la edad adulta. Hoy el camino no es tan sencillo. Los adolescentes de hoy pasan por una etapa de desarrollo llamada “edad adulta emergente” antes de ingresar a la edad adulta.

Jeffrey Arnett (2000) fue el primer psicólogo en proponer el concepto de edad adulta emergente, un período de desarrollo entre las edades de 18 y 25 años que existe sólo en culturas que permiten a los jóvenes un período prolongado de exploración independiente de roles durante la adolescencia y los años veinte.

Arnett sugiere que “la edad adulta emergente no es ni la adolescencia ni la edad adulta joven, sino que es teórica y empíricamente distinta de ambas. La edad adulta emergente se distingue por una relativa independencia de los roles sociales y de las expectativas normativas”.

Los adultos emergentes se ven a sí mismos a veces como adolescentes y otras como adultos. Están en el medio, lo que hace que “hacerse adulto” sea un desafío difícil.

¿Qué es la adultez?

A Kelly Williams Brown se le atribuye haber acuñado “adultez” en su libro Adulting: How to Become a Grown-up in 535 Easy(ish) Steps. A continuación se muestran algunas formas en que se clasifica este término:

“La adultez es la práctica de comportarse con las características de un adulto responsable, especialmente completando las tareas esenciales de la vida cotidiana” (Houy, 2023).

“La adultez es la asunción de tareas, responsabilidades y comportamientos tradicionalmente asociados con la vida adulta normal, junto con la implicación de que el individuo en cuestión no se identifica particularmente como adulto y que actuar como tal no es algo natural” (Wigmore, 2023).

Exceso de indulgencia en la infancia

Según un artículo de 2014 de Clarke y sus colegas, “Mimar demasiado a los niños es darles demasiado de lo que parece bueno, demasiado pronto y durante demasiado tiempo. Les brinda cosas o experiencias que no son apropiadas para su edad, intereses y talentos. Es dar cosas a los niños para satisfacer las necesidades del adulto, no las del niño”.

Su investigación identificó tres tipos de excesos infantiles. Al primero lo llaman “demasiado”. Al segundo lo denominan “sobrenutrición”. Y al tercero lo califican de “estructura blanda”. Los padres pueden mimar demasiado a sus hijos de una, dos o las tres maneras (Bredehoft y colegas, 1998).

Las investigaciones indican que los excesos infantiles crean problemas para los adultos emergentes que pueden no tener los conocimientos y habilidades necesarios para la edad adulta.

Una investigación realizada por mí y mis colegas en 1998 informó que “la gran mayoría (71 por ciento) de los sujetos que se excedieron informaron tener dificultades para saber qué es suficiente o qué es normal en la edad adulta”. Dicen:

• “Tengo extrema dificultad para tomar decisiones”.
• “Necesito elogios y recompensas materiales para sentir que tengo valor”.
• “No tengo que crecer porque otras personas cuidarán de mí”.
• “Siento que necesito muchas cosas para sentirme bien conmigo”.
• “Tengo que comprar regalos para ser amado”.
• “Necesito constantemente la afirmación externa de mis amigos”.

Haciendo por los niños lo que deberían estar haciendo

Una persona contó la siguiente historia: Cuando era niña, su madre o una criada siempre recogía su ropa, la lavaba, la planchaba, la doblaba y la guardaba. Ella siempre era atendida.

Su madre hacía esto como muestra de amor. Pero cuando la niña fue a la universidad, tuvo que preguntar a sus compañeras de cuarto: “¿Cuál es la lavadora y cuál la secadora?”. Sus compañeras de cuarto se burlaban de ella por eso y lo convirtieron en una broma constante durante el resto del año.

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Después de eso, su madre venía todos los viernes a recoger su ropa y se la devolvía todos los domingos. La mantenía siempre planchada y doblada. El comportamiento excesivamente cariñoso de su madre tenía buenas intenciones, pero estas buenas intenciones dejaron a su hija sin habilidades esenciales para la vida.

Supongamos que la edad adulta consiste en dominar las tareas, responsabilidades y comportamientos cotidianos asociados con ser adulto. En ese caso, mimar demasiado a los hijos presenta importantes obstáculos para que se conviertan en los adultos que los padres siempre quisieron que fueran.

Dos responsabilidades adultas esenciales son poder administrar el dinero (volverse financieramente independiente) y crear una vida para uno mismo al volverse personalmente independiente.

Volverse financieramente independientes

Según el Pew Research Center, la Generación Z está compuesta por personas nacidas entre 1996 y 2012 (Parker & Igielnik, 2020). Hoy en día, la mayoría de la Generación Z tiene entre 18 y 26 años, son adultos emergentes, de los cuales la mayoría vive en casa con sus padres.

Según un nuevo estudio (Klongpayabal, 2023), casi el 45 por ciento de los padres dan apoyo financiero a uno o más de sus hijos adultos, en promedio, $1,400 USD mensuales para alimentos, costos de vivienda y pagos de teléfono celular. El cincuenta y siete por ciento de los hijos adultos que viven en casa todavía reciben ayuda financiera de sus padres.

El veintiuno por ciento de los padres ayudan a cubrir los pagos del préstamo estudiantil de sus hijos, un promedio de $245 mensuales. Según una encuesta nacional reciente, la Generación Z tiene el nivel más bajo de conocimientos financieros de cualquier generación (Godbout, 2021).

¿Qué deben hacer los padres?

Llegar a una situación de nido vacío no es tan sencillo como solía ser. Aquí hay algunas sugerencias que pueden ayudar a los padres y a los adultos emergentes a superar los obstáculos en el camino hacia convertirse en adultos:

1. Exige que tus hijos de cualquier edad hagan las tareas del hogar. Las tareas del hogar les enseñan valiosas habilidades para la vida que necesitarán para convertirse en adultos funcionales.
2. Si tus hijos de la generación Millennial o Z viven en casa, deben negociar un nuevo conjunto de reglas para convivir. Siéntense y escriban un contrato para vivir juntos.
3. Desafortunadamente, el dinero sigue siendo un tema tabú en muchas familias. Habla con tus hijos sobre el dinero y los presupuestos.
4. Enséñale a tus hijos cómo funcionan los préstamos y los intereses antes de que queden enterrados en deudas y cómo salir de ellas si actualmente están en deuda. Por ejemplo, si su estudiante en edad universitaria quiere asistir a una universidad donde terminará con una deuda de préstamos estudiantiles de $80,000 dólares, pídele que use una calculadora de préstamos estudiantiles en línea gratuita. Es posible que cambie de opinión cuando vea que con un interés del 6.8 por ciento, lo pagos mensuales serán de $521.54 durante 30 años, es decir, hasta que cumpla 53 años.
5. Enséñales a tus hijos la diferencia entre pagar el monto total mensual de una factura de tarjeta de crédito versus pagar el mínimo y que les cobren una tasa de interés alta. Esto se puede hacer rápidamente pidiéndoles que utilicen una calculadora de intereses de tarjetas de crédito en línea gratuita. Además, muéstrales cómo evitar cargos por pagos atrasados configurando pagos automáticos a través de su cuenta corriente.

Practica el Aloha. Haz todas las cosas con amor, gracia y gratitud.

© 2023 David J. Bredehoft

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